Una de las palabrejas que en mis tiempos mozos no existía y ahora se oye a cada rato es edadismo: "Discriminación por razón de edad, especialmente de las personas mayores o ancianas". No es que esa discriminación no existiera antes. Recuerdo a mi primo de adolescente en una discusión con mi abuela, que entonces tendría 60 y pico años, diciéndole: "Abuela, es que tú eres una anciana". Y no era solo lo que decía sino el tonito de suficiencia con que lo decía. Claro es que buena era mi abuela que le espetó enseguida: "Anciana, tú".
Siempre ha existido edadismo, lo que pasa es que ahora (desde el 2022 en el Diccionario de la RAE) se le ha puesto nombre.. Es verdad que en la actualidad se ve más edadismo, con su carga de prejuicios y discriminación, en el entorno sanitario, cuando ya a nuestra edad no nos hacen tratamientos preventivos (revisiones ginecológicas, por ejemplo) o en la industria cosmética y estética que se aprovecha del miedo a parecer mayor y perder la juventud.
Pero también siempre los jóvenes se han sentido los amos del mundo, los que saben de todos los temas más que nadie. ¡Hay que ver la cara que ponen cuando nos ven trajinar con el ordenador! "Ah, ¿pero es que tú sabes lo que es un e-mail?", "Ah, ¿pero manejas el GPS?", "Ah, ¿pero estás en Instagram?"... Y a veces, hasta cuando dicen un piropo, son edadistas, como una chica que trabajaba en casa y que me decía: "Ay, Doña Isabel, usted está muy bien...", pero añadía la coletilla: "... pa la edad que tiene".
Y es que se puede ser edadista para lo malo, pero también para lo bueno. Mi amiga Ani, una mujer de mi quinta, inteligente y capacitada para todo, se me quejaba el otro día porque iba a salir y su hija le decía: "Pero ¡si está lloviendo! ¿No lo puedes dejar para otro día? ¿Qué zapatos te vas a poner para que no te resbales? Lleva una rebequita...". Y Ani, toda agobiada, me decía: "¡Parecía más mi madre que mi hija! ¿Se pensará que soy una vieja decrépita?". Yo la consolaba con lo de que mis hijos a mí, ni caso y que no sé que es peor, pero ella me contestaba: "¡Qué suerte tienes!".
Hace poco un amigo me mandó la foto que ven al inicio del post. Es de unos compañeros de los Escolapios (ellos se llaman a sí mismos los pibes del... Bueno, el año es lo de menos, no voy a ser edadista yo también) que van todos los meses a mandarse juntos una comilona. En la foto se ve a 3 de ellos cuando iban al tema, calle de La Carrera arriba. Se podría decir que son mayores y lo son. Pero yo, que los conozco y los conocí entonces, más que el bastón y el pelo blanco, lo que veo , igual que antes, es su sentido del humor y su alegría de vivir.
Y es que la edad, queridos pipiolos, (les diría yo a los menores), habría que usarla positivamente, motivo por el que yo siempre celebro mis cumpleaños como si fueran las bodas de Benijos: "Mira hasta dónde he llegado; vamos a celebrarlo tirando la casa por la ventana". Y si no lo haces, si solo ves lo negativo, lo que la edad no perdona, si actúas en función de la edad con otros... ¡ay, m'hijo! no me queda otra que decirte que ¡a la bajadita te espero!.
Hola Isa.
ResponderEliminarTienes toda la razón del mundo... Los cumpleaños, como la vida hay que celebrarla siempre.
Ahora hay términos para todo, y eso es bueno. Desconocía la palabra, de manera que hoy ya se algo nuevo.
Un fuerte abrazo
Pues ayer mismo volvía a salir en el periódico porque Cayetana Guillén Cuervo en una entrevista se negaba a que pusieran su edad. Le preguntan por qué y dice: "Es activismo frente a las etiquetas. No pongas mis años: muerte al edadismo. Si lo pones, habrá gente que me ubique en una energía, una generación y unas costumbres. Y quiero que me ubiquen al conocerme". Y si lo piensas, tiene razón.
EliminarUn abrazo muy grande, Flor.
Mi duquesa, pienso lo mismo sobre la edad y la necesidad de disfrutarla y celebrar cada ocasión que se presente. Pruebas de ello es el puchero q nos comeremos próximamente las chicas de "Cosa de mujeres". Un abrazo👏👏👏👏
ResponderEliminarSabes que estoy totalmente de acuerdo contigo. Celebremos la vida en todas las ocasiones que podamos. La semana pasada comí en casa el lunes y el martes. Los demás días fueron surgiendo ocasiones de celebrar cosas: mi aniversario de bodas con mi marido, pero después reuniones con amigos, algunas sobre la marcha, y una comida familiar ¿Por qué no? Esta semana, más tranquila, pero ya hay algo previsto :-D
EliminarY allí estaré en el puchero, si no hay contraorden.
Un abrazo.
Me parece muy oportuno este reportaje pues hoy es mi cumple..
ResponderEliminarPues felicidades, Carmita, y espero que lo celebres bien celebrado con humor y en amor y compaña. A disfrutar de la vida que, por lo que se sabe, solo hay una.
EliminarUn beso.
Me encanta, tienes razón,la actitud es lo que vale, gracias,un abrazo para los dos!!
ResponderEliminarExactamente, Clara, hay que buscar el lado positivo, pese a los problemas. Leí que un estudios en Estados Unidos ha mostrado que las personas con percepciones más positivas acerca del envejecimiento vivían de promedio 7,5 años más que las que tienen actitudes más negativas.
EliminarNo nos queda otra que tirar p'alante.
Un abrazo grande.
Muchas gracias, salud y besitos para todos
EliminarLo mismo te digo. Un abrazo grande.
EliminarYo no me siento vieja, ni me fijo en arrugas ni achaques. Por dentro estoy igual que siempre. Lo que me hace gracia es que un amigo, que tiene 82, también me diga que no es viejo ni usado, pero después ve a una mujer en la tele y dice: "¡Mira esa vieja de 60!". Un poco edadista sí que es. :-D
ResponderEliminarMe recordaste a la madre de un amigo, ciega y con 80 y pico años, que le decía a su hijo: "Y si vieras que yo por dentro me siento como si tuviera 18 años...". Vivió feliz y tuvo una muerte dulce. Se sentó en un sillón después de desayunar, cerró los ojos y se fue. Algo que todos querríamos.
EliminarY tu amigo ve la viga en el ojo ajeno, jajaja.
Completamente de acuerdo, Jane. Yo también celebro los cumples. Ya estoy pensando lo que puedo hacer en el próximo redondo, y muy redondo por cierto ;)), si llego ¡No me queda sino un año y medio! uff!!!
ResponderEliminarAh, una pequeña aclaración. Los "viejillos" jajaja!!! no van por la calle Carrera. Están en la plaza de la Catedral, enfrente del banco de Santander, por donde estaban los patos que se llevaron al parque de la constitución.
Hasta la próxima. Bss
Ya sabía que una lagunera como tú lo notaría. El caso fue que tenía dos fotos, una por la calle Carrera y otra por la Catedral. Puse primero la de la calle Carrera arriba, pero luego me gustó más la otra y dejé el texto porque también me gustó. Una licencia que espero no tengas en cuenta. Y que no te oigan lo de viejillos, ellos que tan pibes son. :-D
EliminarY por supuesto a celebrar cumpleaños, sean redondos o no. Uno de los pibes de la foto cumplió esos redondos el domingo 27. Todos andamos ya rondándolos.
Un abrazo y gracias.
La edad si perdona, pero castiga en algunos achaques que van surgiendo...ja ja ja.
ResponderEliminarYo cuando quedo con todas ustedes, le digo a mi hija "voy con las niñas del patio" y quién me escucha piensa que voy a cuidar a unas menudas, "pues nó, voy con mis amigas del colegio, que yo las sigo viendo unas niñas. La edad sí perdona cuando desde pequeñas, estaban hechas nuestras personalidades y nada ha cambiado en ese sentido.
Eli sigue siendo el torbellino, Ani una muñeca y Chari una deportista de élite y así una por una. La edad, ha dejado intacta la esencia de cada niña que se sigue poniendo delante de las mujeres adultas que a la vista somos."
Muy aristotélica te me has puesto, Cande, con lo de que la esencia sigue intacta. No estaría muy segura pero sí es verdad que algo permanece de las niñas que fuimos porque también somos memoria.
EliminarYo siempre me acuerdo cuando por primera vez vinieron a casa y mis hijos esperaban que vinieran unas niñas y entraron por esa puerta las "niñas". La cara de ellos era un poema.
Un abrazo de los de siempre.
Tristemente, Jane, esa discriminación por la edad la ha habido siempre y me temo, que también de siempre y de ahora, es el aspecto físico que puede proyectar una persona mayor el que lleva a esa distinción.
ResponderEliminarMuy probablemente, si antes de endilgar la palabreja, se molestaran en tratar y conocer al mayor, podrían llevarse muchas sorpresas, descubriendo a personas entusiastas, ilusionadas y dispuestas a emprender proyectos interesantes, a pesar de su edad física.
Toda esto del edadismo me recuerda a mi madre, que cuando oía a jóvenes burlándose y despreciando a los mayores, me decía: "estos no piensan llegar a viejos..."
Tienes toda la razón. En otro artículo que leí sobre un libro que se llama "La trampa de la edad" de Vânia de la Fuente, dice que es absurdo proponer un modelo de vida que es inalcanzable, porque el envejecimiento es un proceso natural que empieza desde que nacemos. Y Cayetana Guillén Cuervo en el artículo que nombro más arriba, contaba que tiene una pandilla de amigos de 15 a 80 años y que es tan feliz con gente tan diversa que le parece antiguo lo de la edad. Así que a aprender de ellas.
EliminarQuerida amiga, como siempre, es un placer leer tu post del lunes.
ResponderEliminarYo, hasta hace poco, no he sentido discriminación por razón de la edad. Tengo tres grupos con los que me siento como una piba: Jubilados del Ayto.
Compañeros de la Sección de Rentas del Ayto. de Santa Cruz, y Las Niñas del Colegio,, con los que me reúno para celebraciones o porque nos apetece vernos. Y mantenemos contacto diario por WhatsApp.
Lo que pasa es que últimamente parece que los hijos quieren manejar nuestras vidas pero no admiten que les aconsejemos nosotros a ellos. Y yo me rebelo. No admito que me digan lo que tengo que hacer.
Me siento, como dice Cande, como Las Niñas del Colegio.
P.D No hago caso de las recomendaciones de mis hijos. Como decía una amiga amiga: ya tengo una edad para hacer lo que me da la gsn.