lunes, 4 de agosto de 2025

Canciones para una vida


Ahora que estamos en verano, esta estación en que uno no se toma ni a sí mismo en serio, me pregunto si sigue estando de moda aquello de la canción del verano ¿Se acuerdan? La verdad es que yo casi que no. Me vienen como ráfagas lo de "Tengo un tractor amarilloooo...", el "Vaya, vaya, aquí no hay playa" y el "Aserejé, ja, dejé", pero poco más. Y es que no me gusta mucho eso de reclamar solo una estación para una canción. Las canciones, nos gusten o no, son para perdurar en la memoria de toda una vida. Así que ahí van canciones que sí recuerdo.

La canción que cantaba, guitarra en mano, mi futuro marido, el padre de mis hijos y abuelo de mis nietos, cuando yo puse por primera vez mis ojos sobre él (y mis oídos): Camino de México. "Por el camino de México voy, con mi tequila y mi guitarra qué feliz yo soy...".

Una de mis canciones favoritas: Se vive solamente una vez, hay que aprender a vivir y a querer, hay que saber que la vida se aleja y nos deja llorando quimeras. No quiero arrepentirme después de lo que pudo haber sido y no fue, quiero gozar de la vida, teniéndote cerca de mí hasta que muera..."

Canciones que no soporto: las metafóricas, como El colibrí: "Yo soy el colibrí, si tú me quieres, mi pasión es el torrente y tú, la flor..." ¡Agggrrrgh!

Canción que mi amigo Melchor no soporta: El niño y el canario: Empieza con "Era el canario un primor..", y termina con lo de "Lloró la pobre criatura al cavar la sepultura de su cantor sin igual", pero Melchor siempre dice: "de aquel infecto animal".

La canción que siempre anima un cotarro cuando la cosa se va amuermando: Somos costeros. Sobre todo lo de "Es moreno mi niño y tan alto que no pasa su busto esa puerta; yo soy chica y también morenita, entradita en cintura y dispuesta".

Canción desgarradora para cantar estilo Lola Flores: ¡Ay, pena, penita, pena -pena-, pena de mi corazón, que me corre por las venas -pena-, con la fuerza de un ciclóón!.

La canción que mi amiga Pili, en los 23 años que lleva yendo a EEUU, oye siempre en algún momento del viaje, en la radio, en un mail, en un restaurante...: I will survive. Y que Kevin Kline borda y baila en In&Out.

La canción que llamo "la interminable": Se me olvidó otra vez. Cuando está diciendo que "se me olvidó otra vez que solo yo te quise", vuelve a dar la matraquilla con "probablemente estoy pidiendo demasiado" y vuelta con "por eso aún estoy en el lugar de siempre" y dale que te pego.

Canción de dúo (él y ella) que me gusta: Él: ¿Dónde vas con mantón de Manila? ¿Dónde vas con vestido chiné?" Ella (muy chula): "A lucirme y a ver la verbena, y a meterme en la cama después".

Canción de película que siempre oigo (y bailo) con una sonrisa: Cantando bajo la lluvia. I'm singing in the rain, just singin' in the rain, what a glorious feeling, I'm happy again... (Y abrimos bien los brazos para recibir la lluvia en la cara)

Canción que mi madrina con alzheimer a los 90 y pico años nunca olvidó: A la orilla de un palmar, yo vide una joven bella, su boquita de coral, sus ojitos dos estrellas...

Canción que mis amigos y yo interpretamos una noche en un pub irlandés cerca de Galway: Piensa en mí. "Si tienes un hondo penar, piensa en mí. Si tienes ganas de llorar, piensa en mí...". Nos aplaudieron y todo.

Canción guineo, esa que no se te va de la cabeza en todo el día y te ves cantándola hasta en la cama. La última, esa de "que allá en el otro mundo en vez de infierno encuentres gloria...", así hasta 800 veces.

Canción que mi prima Rosi siempre cantaba a sus nietos: "Pimpón es un muñeco más grande que un ratón..." Desde entonces todos sus nietos la llaman Pimpón.

Canción que le encanta oírnos a mi amigo austriaco Walter: Bendita mi tierra guanche. Eso de "Y el Teide por Tenerife" le llega al alma.

Canciones de mi adolescencia, como 15 años tiene mi amor o Popotitos baila rock and roll... ¡Viva el Dúo Dinámico!.

Canción con la que me rondaron un verano, siendo jovencita, en Los Sauces: "Paloma mensajera, cruzando el viento, ve y dile al amor mío que aquí la esperooo...".

Canción que me hacía llorar cuando era pequeña (y que mis tías me cantaban para eso): Inocencia: "La casa está triste, murió mi vecina..."

Canción que me hace llorar ya más mayor: Madre, anoche en las trincheras, laralalalá...

Canción que mi amiga Clari, que siempre ha vivido así, quiere que pongan en su entierro: My way, A mi manera, de Frank Sinatra.

Canción cómica de la tuna que siempre me hace gracia: Querida Enriqueta, con esta te escribo que un notario en Burgos murió antes de ayer, me deja su herencia pero he de casarme con mi prima Rosa la de Santander" (Lo mejor, la respuesta de  Enriqueta).

Canción del colegio que me gustaba y que cantábamos como si nos fuera la vida en ello: Cantad a Catalina pleegarias fervorooosas...

Canción que nunca he entendido: Zamba de los yuyos. "Yuyos hay para el mal, otros que hacen engualichar, yo conozco un gualicho mejor, zamba de los yuyos pa enamorar...". ¿Mande? ¿Qué es un yuyo? ¿Qué es un gualicho"? ¿Qué es engualichar? No es de recibo cantar con diccionario al lado.

Canción que es casi una novela con inicio, nudo y desenlace: Tatuaje, que empieza con "Él vino en un barco de nombre extranjero..." y termina (perdón por el spoiler) con: "Si te lo encuentras, marinero, dile que yo muero por él".

El ramillete de canciones que mi amigo Luis recopiló en una cinta de cassette y me regaló, todas con un denominador común: todas hablan de Isabel.

Y así muchas más... Seguro que ustedes, si echan la vista atrás, también tienen otras muchas en el baúl de los recuerdos (a propósito: "Buscando en el baúl de los recuerdos, uuuuh..."). Y es que las canciones nos acompañan, ensanchan el alma, jalonan la existencia... Al fin y al cabo, la vida es una canción.





3 comentarios:

  1. María del Pilar Valenzuela García4 de agosto de 2025, 11:39

    Me muero de gusto leyendo todo el repertorio de canciones que, de alguna manera, forman parte de tu vida. Yo también tengo el mío donde hay mucha copla y muchos tangos (mi niñez), mucho rock y Liverpool sound ( mi adolescencia) y ahora vuelve a mí la música pop, la francesa de los sesenta, y cualquiera, según tenga el ánimo. He disfrutado con tu escrito, me supo a poco... Perdona por tamaño speech.

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    1. Mi post de hoy sí que fue largo. Y eso que tuve que recortar un montón, como el "Harlem español" de Enrique Guzmán que me encantaba a los 15 años (me parecía que tenía una voz muy cálida) o "Yesterday" de Los Beatles. Y ayer mismo, en una comida que organizó mi hijo, terminamos cantando (y bailando) tangos (no faltó el "Corrientes, 348..."), que también me encantan, y flamenco.
      La música es fiel compañera.
      Un beso.

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  2. Pues por estos días, en noches de imsomnio, pensaba yo que qué sería del ser humano sin música. A mi me gusta, desde la música clásica ( me crié con un violín cantándome para dormir), hasta los "melenudos", como decía mi padre, y los "veraniegos " Perdóname, del Dúo dinámico, para llorar...la música sudamericana en mi época lagunera, la canción protesta, más tarde...y ahora tengo en mi vida al mejor violinista que jamás he oído. David Garrett, te lo recomiendo...

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