Yo me puse de parto por primera vez una noche de San Juan hace 37 años. Según mis
cálculos todavía faltaba un mes y pico para que naciera mi hija y esa noche
fuimos a ver a unos amigos que se casaban al día siguiente. Tomamos algo en la
terraza de su casa en el barrio de la Salud, viendo las hogueras que en aquel
entonces llenaban de humo y luz la noche chicharrera.
Al llegar a casa pensé que algo me había sentado mal y le pedí a mi marido
que me hiciera una manzanilla. Y entre manzanilla y manzanilla, de repente caí
en la cuenta de que probablemente estaba dando a luz.
Mi hija siempre ha sido así. Si la citan a las 9, ella ya está plantada una
hora antes esperando el santo advenimiento. Y para nacer no iba a ser menos. En
lugar de ser como su hermano que, 3 años más tarde, casi viene de 10 meses (yo
nunca he tenido partos normales de 9 meses), no. Me dejó sin boda de amigos, sin
la gimnasia preparto que iba a hacer después de terminar las clases en ese mes
que me faltaba, y sin poder comprar ropita para ella, que también tenía previsto
hacerlo ese mes. De hecho, la vistieron con cosas de la clínica, mientras mi
madre y mi hermana salían escopetadas a comprarle pañales y faldellines.
Así que el día de San Juan siempre ha sido especial en mi casa. Siempre ha
habido fiesta de cumpleaños y, cuando nos vinimos, 8 años después de nacer mi
hija, a vivir al campo, la celebración se acompañó siempre también de una
hoguera con el muñeco correspondiente en su cumbre.
Los niños pasaban cerca de un mes recolectando palos, cartones, ramas, cajas,
alguna silla rota… Buscaban trapos y sombreros para hacer un muñeco tamaño
natural que a mí siempre me recordaba a los “mayos” que en mi niñez hacía mi
abuela: el día 1 de mayo abrías los ojos y allí enfrente de tu cama estaba el
“mayo”, con su cara de trapo y su sonrisa roja, dándote de paso un susto de
muerte. No sé de dónde venía esa costumbre de mi abuela pero ella se partía de
risa. Los muñecos de mis hijos, sobrinos y niños de los alrededores no eran
tampoco difíciles de hacer: rellenaban una escoba y un palo atravesado y allí
estaba “Telesforo” o “Pancracio” o como quiera que lo llamaran. Lo realmente
difícil era evitar que encendieran la hoguera a las 5 de la tarde.
Hoy los alrededores de mi casa están ya asfaltados y no hay terreno para
hogueras. Pero, dentro de la celebración por el cumpleaños de mi hija, está
también el verlas en el valle, aspirar el olor a madera quemada, oír a cierta
distancia las risas y los petardos de los niños, y ya, de noche, después de la
cena, con velas en la mesa en homenaje a los fuegos de otros tiempos, cantar al
son de la guitarra la canción sabandeña: “Noche de San Juan bendito, alumbrada
por hogueras…”
Feliz cumpleaños, hija.
Con super Luna Llena.
ResponderEliminarTienes razón, Araceli, va a ser una noche preciosa, de las de brujas montando en escobas... Ah, no, "que les quemaron la escoba que barría en el pajar". A disfrutarla como yo lo voy a hacer.
ResponderEliminarGracias a la vida por que estés conmigo.
ResponderEliminar(Hace 4 años)
ResponderEliminarFelicidades a una chicharrera y a otra, como no se con cual quedarme lo hago con las dos, jajaja
Lo paso deliciosamente leyendo a ambas, bss!!
Este fue uno de los primeros comentarios de mi amigo Gangas. 4 años ya juntos, ¿eh? Un año de estos a ver si te desvirtualizo y nos tomamos un vinito en tu tierra, que bien buenos que son. Gracias, Gangas, gracias, José María.
ResponderEliminar(Hace 4 años)
ResponderEliminar¡ felicidades a las dos !. Tiene un encanto especial la noche de San Juan. Desde que era pequeña mi madre me llevaba a las hogueras y me hacía lanzar una piedra (tenía que caer en el centro para cumplirse) pidiendo un deseo, no he dejado de hacerlo ni una sola vez desde la primera, ahora siempre llevo a mis hijos conmigo y veo en ellos el mismo nerviosismo y la misma ilusión que tenía yo. Empiezas pidiendo deseos de niño y se te cumplen, luego, a medida que pasa el tiempo cada vez se lo pones más dificil a San Juan, pero yo no dejo de hacerlo, mira que si alguna vez la piedra vuelve a caer en el centro y se me cumple eh. Que cada cual vaya pensando en su deseo que se acerca la noche de San Juan. Voy a colgar en mi blog una foto de la hoguera en la que pedí mi deseo el año pasado en el fondo del barranco de Valle Jiménez, era preciosa , el chico que la hizo lleva desde niño ( y ya lo hacían antes su padre y su abuelo ) montando la hoguera, el año pasado enseñaba por primera vez a su hijo a montarla con él. Saludos
Fíjate qué casualidad, Ancaria. Este año va a ser el segundo que voy a una hoguera de San Juan en María Jiménez. El año pasado me impresionó verlas en el fondo del barranco iluminando las montañas y la noche. No sabía lo de los deseos pero voy a empezar, que nunca es tarde.
ResponderEliminar(Hace 4 años)
ResponderEliminar¡Felicidades, mozas!
Me alegro infinito de tener la posibilidad de leeros.
Besos a las dos.
Gracias, Matahari. También tú estás desde hace 4 años visitando esta casa y yo me alegro también infinitamente de contarte como amiga. Un abrazo.
ResponderEliminar(Hace 4 años)
ResponderEliminarHija, ¡viva la madre que te parió!. Madre, ¡viva la hija que pariste!. Muchas felicidades a las dos y sí, sí que tiene que ser muy especial para ti, querida Jane, la noche de San Juan. Que ese fuego que la representa siga reavivando tus recuerdos y que nosotros sigamos disfrutando de ellos.
(Hace 4 años)
ResponderEliminarFelicidades a ti, lo de la Dra. Jomeini no tiene mérito pues a ella la nacieron... fuiste tú la que la parió, así que todo el mérito es tuyo.
Muchas gracias, Gangas, Ancaria, Matahari, Cehachebé y Miguel Ángel por vuestras felicitaciones. Una de las cosas asombrosas de la red (y que a mí me ha cogido de nuevas) es encontrarte de pronto con personas como ustedes que ya te son familiares y de las que hablamos mi hija y yo como si los conociéramos de toda la vida. Gracias también entonces por estar ahí, al otro lado de las ¿ondas?. Un abrazo
ResponderEliminarSiempre recordaré la noche de San Juan!hace ya hoy doce años que mi madre hizo una super hoguera y en ella incluyó el tapizado y alfombras de mi mini!Yo que lo estaba arreglando!y ella interpretó que aquellos tapizados no tenían arreglo!joooo...que disfruten brujillas!!Besosss
ResponderEliminarSusana, ese fue el origen de la noche de San Juan: hacer hogueras en las que se quemara todo lo viejo para empezar el verano renovados. Claro, que si te tiran también lo nuevo... Yo me acuerdo de tirar en una noche como esta todas las cartas de novios... Era bonito verlas desaparecer en chispas doradas.
ResponderEliminarAcabo de llegar de una fiesta con hoguera y la verdad es que he disfrutado, con o sin brujas.
Besos.
Aunque no comento tus relatos, los leo siempre, me reconfortan un monton nos traen a la memoria historias que tenemos guardadas en el fondo de nuetro coco. Recuerdo con mucha nostalgia las hogueras de nuestra epoca , los papelitos con los nombres de los chicos que nos gustaban, los huevos, el buscar maderas por las casas para hacer las hogueras y saltarlas por la noche, la amistad que habia en las calles, todos nos conociamos. Muy distinto a hoy.Bss
ResponderEliminarEs verdad, Marta, no me acordaba de que esta noche era también la de los papelitos con el nombre del chico con el que nos casaríamos. También hacíamos una cosa con papas, una sin pelar, otra a medio pelar y otra pelada. Las metíamos debajo de la cama y al día siguiente cogíamos una sin mirar. Y así sabíamos si nos iba a tocar un marido rico, regular o "pelado" ¡Qué manía con querer averiguar el futuro! Además, nunca acertaba.
ResponderEliminarPero sí que se añora lo de la gente del barrio haciendo cosas juntas. Supongo que algo de eso debe perdurar en algunos sitios. Yo hoy estuve en María Jiménez y sí que veía espíritu de barrio allí: hogueras a lo largo del barranco y la gente llevando todavía, cuando íbamos por la mañana, tablones y ramas. Me gustó.
En mi pueblo, Alhama de Murcia, existe la tradición en la que cada 1 de mayo por todo el pueblo la gente se dedica a hacer "mayos" y ponerlos en las puertas de las casas de todo el pueblo imitando situaciones de antaño, como por ejemplo situaciones en el colegio, maestros con diálogos antiguos enseñando a sus alumnos, en los lavaderos las mujeres manteniendo una charla, o en el mercado hablando en pesetas... Es muy bonito y me ha parecido muy curioso lo de tu abuela.
ResponderEliminarNo sé, Toñita, de dónde sacaba mi abuela esa costumbre que me dejaba taquicárdica, pero es curioso lo que dices porque ayer mismo una de mis amigas me mandó fotos desde Santa Cruz de La Palma contándome que hay ahora en la calle una exposición de muñecos de trapo tamaño natural con escenas cotidianas, como una escena de escuelita con su maestra, 3 niños en sus pupitres de los de antes, los cuadernos, los tinteros... Seguramente también hubo en La Palma (mi abuela era palmera) una tradición de "mayos" parecida a la de tu pueblo.
ResponderEliminarPara barrios el mío... ahora vivo en el Barrio de San Juan y ains... el barrio en peso pasea una machanga inmensa hecha de materiales inflamables por todo el barrio y la queman en la plaza dando gritos de ¡viva Juanito que nos cuida el barrio!... Muy pero que muy peculiar y divertido. Besos miles
ResponderEliminarYa me contó hoy tu madre, que me la encontré en Mercadona, la animación y vida que hay en tu barrio. Es estupendo que participes de una experiencia así, el barrio es una "unidad de destino en lo universal". Algo parecido viví también este año en las fiestas de San Juan en María Jiménez, todo el mundo metido en los festejos y buen rollo. A disfrutarlo.
ResponderEliminarOtros miles.