Jalogüin y la doctora Jomeini
Hace 4 años, coincidiendo con Halloween, mi hija Ana publicó su primer libro, "El blog de la Doctora Jomeini". Hoy 4 años después, recuerdo aquel primer paso. que ya va por su 3ª edición. La editorial lo ha acaba de reeditar para España e Hispanoamérica como pueden ver aquí.
Este lunes iba a hablar de Jalogüin, esa
fiesta de brujas, esqueletos, vampiros y de todos los personajes del submundo,
que se está imponiendo entre nuestros niños, a quienes les encanta disfrazarse
para, ¡Uuuuuuh!, darte miedo. Mis nietos se han vestido de… bueno, de ese
horror que ven en las fotos, y mis hijos, cuando chicos, también lo hacían y se
lo pasaban estupendamente en las fiestas que organizaba mi amiga americana en
su casa, adornada para la ocasión con velas, arañas y calabazas. Más de una vez
hasta yo me vestí de Bruja Piruja.
Mucha gente se echa las manos a la cabeza
porque dicen que esto es una americanada, una tradición importada. Y sí, es verdad, lo es,
pero ¿y qué? Son tradiciones importadas el árbol y las postales de Navidad, el
luto, los trajes blancos de novia y hasta las romerías, que nos parecen tan
autóctonas.
Jalogüin (me gusta más españolizado) tiene sus fuentes nada menos
que en los romanos y su culto a la diosa
Pomona, la diosa de los frutales, huertas y jardines; en los
mitos celtas del Samhain que celebraban el fin de las cosechas y el momento en
que había que ahuyentar, disfrazándose como ellos, a los hijos de la Noche -muertos y demonios-,
que podrían llegar del Otro Mundo; en la adaptación que la Iglesia hizo de este culto
pagano, uniendo Todos los Santos al Día de Difuntos, día que, en mi casa por lo
menos, se ponían velas por cada miembro de la familia que hubiera muerto… Y, de
ahí, la calabaza y los disfraces y los difuntos y los demonios que aparecen en
Halloween. Las tradiciones pueden ser, como ésta, de ida y vuelta y contribuyen
a enriquecer y dar color a nuestro mundo. Y si encima sirven para que los niños
se diviertan, hagan acopio de golosinas y nosotros comamos buenos potajes de
calabaza, mejor.
Bueno, pues de todo eso quería hablar hoy.
Pero mi hija Ana me ha dicho que no, que hoy se han puesto de acuerdo más de 50
blogueros para contar que Ediciones Tombooktu publica su libro, “El blog de la Doctora Jomeini”, y que ¿cómo
no voy a participar yo, la madre de la Pantoja? Yo estuve con ella, no sólo cuando nació, sino también cuando a los 10 años
le dieron el Premio de Redacción de la Coca-Cola y cuando le daban los premios de poesía
en el Instituto; yo recogí por ella otro primer premio de poesía en el Club
Náutico cuando estaba preparando el MIR en Valladolid; yo fui con ella a La Palma a recoger el Félix
Francisco Casanova… ¿Cómo no voy a estar presente hoy, que sale la edición en
papel de su primera novela? Una novela tierna, divertida al estilo de su blog,
que se lee en un pispás y que nos enseña que, igual que en el mundo de
Jalogüin, también hay un lado oscuro en los quirófanos. Ah, y una novela que
¡yo! le voy a presentar dentro de poco.
Así que, como ven, le he hecho caso y he
hablado de su libro. Y, además, cualquiera le dice que no. La Doctora Jomeini, cuando se
enfada, puede dar más miedo que todos los fantasmas de Jalogüin.
O sea, mamá, que al final te has salido con la tuya - como siempre - y has hablado de halloween.
ResponderEliminar¿Hablar de Halloween? ¿Quién, yo? ¡Qué va! Yo hablo del libro de mi niña, que, como al Rey, me llena de orgullo y satisfacción (y eso es la pura verdad).
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Claro que sí Jane!! Felicidades a la doctora Jomeini y por supuesto a su madre que nos trajo al mundo a una fantástica escritora, claro que tenía a quién parecerse ;) Muchos besotes!!
ResponderEliminarGracias, Soraya (aunque ella en realidad a quien quería parecerse es a su padre y a sus ojos azules).
ResponderEliminarUn montón de besos.
Una madre es una madre XD Presume de hija, pero se sale con la suya salga el sol por donde salga :D
ResponderEliminarNo sé por qué dices eso, BlackZack. Una madre es una madre, y madre no hay más que una y ¿qué no haría una madre por su hija? y bendita sea la rama que al tronco sale.
ResponderEliminarAdemás, voy a poner otro post cuando le presente el libro con el rollo que voy a meter. Van a tener Jomeini para rato, te lo digo yo.
Un abrazo :-D
vaya par...!
ResponderEliminardónde vas a presentar la criatura?
abrazos, jefa.
Una madre siempre es una madre.Carmen
ResponderEliminarhttp://estrellaswithlove.blogspot.com.es/
Eso, eso... enhorabuena a la hija y a la madre que la parió (y también al padre, faltaría más), que casi siempre se nos olvida incluirlos, pobrecitos míos.
ResponderEliminarEspero que tengamos noticias de la fecha, hora y lugar de esa presentación que, adivino, va a ser apoteósica, por los miles y miles de "fanes" que las dos tienen, y a la que me encantaría asistir.
En cuanto al Jalogüin se refiere, yo, más que a la importación de tradiciones, me inclino a que es una fiesta introducida, sobre todo, por intereses comerciales y que, en los tiempos que corren, especialmente bienvenida sea. Igual que ocurre, por ejemplo, con el Día de los enamorados o con la celebración de los macrobautizos y las macrobodas al uso.
Por lo demás, no creo que debamos oponernos a ella, sobre todo, por su aire festivo y desenfadado y, por qué no, bastante educativo para los más pequeños. Por tradición y equivocada educación (desde mi punto de vista), somos un país con demasiado miedo a morir y a todas las representaciones de la muerte, por lo que me parece un mérito grande de esta fiesta, que se tome a ambos, al morir y a la muerte, como una fase natural más, de nuestras vidas. Que a nuestros pequeños se les enseñe a mirarla de una manera tan lúdica y lógica, a través de una celebración llena de estética, creatividad y humor, creo que ya le da un valor añadido.
Querida Jane, quedo a la espera de esa feliz presentación como doble "fan", que me considero, de vos y de vuestra hija. besos repartidos.
Me encanta la madre, la hija, el blog de la madre y el blog de la hija. Y ahora para colmo el libro de la hija. Sólo falta el libro de la madre. Pero todo se andará. Seguro!!!
ResponderEliminarFelicidades Jomeini por tu libro y felicidades Jane por parirla!!!
Enhorabuena a la madre que parió a la doctora Jomeini y a la doctora Jomeini!!!!!!!
ResponderEliminarHestia, la diosa de la cocina y del fuego del hogar... Te va; y es, además, cercana a Pomona, que pone las calabazas.
ResponderEliminarNo sé dónde ni cuando será la presentación de la "criatura" pero avisaremos con tiempo.
Un besote.
Carmen G, eso es indiscutible. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Cehachebé, me encantaría que fueras a la presentación. Ya avisaremos con tiempo (y espero que no sea apoteósica, qué corte).
ResponderEliminarY con respecto a tradiciones, los intereses comerciales siempre están detrás: tenderetes y feriantes en romerías y carnavales; venta de rosarios, cuadros y botellitas de agua milagrosa en Lourdes, Fátima y demás centros religiosos; árboles, turrones y adornos en navidad...
Lo que pasa es que hay fiestas más atractivas que otras (por ejemplo, el día de los enamorados, por más películas que se hicieron y propagandas de tarjetitas y regalos, parece que no ha cuajado mucho). Y esta, sin embargo, ahora que están de moda los vampiros y los monstruos, tiene todos los ingredientes para entusiasmar a la chiquillería, sobre todo por los disfraces horrendos y los caramelos.
Muchos besos.
Emma, yo ya me conformo con tener una hija que ha escrito un libro (y lo de plantar un árbol, ahora con el lumbago, lo dejaré para la próxima reencarnación).
ResponderEliminarGracias por la felicitación y por la parte que me correspondió. No hay mejor dolor que ese.
Gracias, Anónimo, por tu enhorabuena y el entusiasmo añadido.
ResponderEliminarNo sabía lo de los premios de Ana. Si he leído algunos de los escrito de su blog y, claro, de tal palo tal astilla. Me han parecido muy buenos y comentados con sano sentido del humor. Dicen que "no sólo dinero se hereda". Me alegra mucho que le hayan publicado el libro y estaremos pendientes de la presentación de la próxima novela para acompañarlos y felicitarla personalmente.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Jane. Cuando era pequeño no existía el "Jalogüin", sino que había dos días de "fiesta" seguidos: Todos los Santos y Todos los Difuntos. En el 2º día todo era pena, luto, silencio,...como si nosotros fuesemos culpables de su muerte. Pero claro, era el tiempo del dictador, y la Santa Madre Iglesia era su aliada y participaba del festín y del botín. Así que había que amedrentarnos y asustarnos para que fuesemos obedientes y no protestasemos. Se parece un poco a hoy en lo de asustarnos para que nos estemos quietos.
ResponderEliminarA mi la fiesta del Jalogüin no me interesa nada, pero aunque creo que es una burda copia de lo americano, tampoco me molesta, al fin y al cabo, se celebra mas por motivos comerciales que por colonialismo cultural.
En cuanto a lo del lbro de tu hija. Felicidades a ella y también a tí,lo cierto que lo importante hoy de tu blog, es la publicación del libro de Ana y no esa fiesta importada. Un beso Jane
Álvaro:
ResponderEliminarSí, mi niño, yo me he sentido muy madre de la Pantoja con Ana. Una vez se llevó 100.000 pesetas de las de antes con un premio de poesía y el que se quedó loco fue mi hijo que dijo "¡Y yo que pensaba que de la literatura no se podía vivir!".
Gracias por lo de la herencia (lo malo es cuando no se hereda ni dinero ni nada) y contamos con ustedes para acompañarnos ese día.
Un abrazo.
Juan:
ResponderEliminarPues claro que lo importante hoy en el blog es la publicación del libro de Ana. Y de hecho va a ir otro post con el rollito que yo diga el día de la presentación. Y no escribo otro contando el argumento y haciendo una crítica literaria del libro para que no me llamen pesada y que ya está bien.
De todas formas, me apetecía hablar también de Jalogüin, porque creo que sí ha habido contagio cultural, por más que detrás de cada fiesta siempre tiene que salir el negocio y la ganancia. Y porque es una fiesta atractiva para los niños, aunque a nosotros ni fu ni fa. Yo me acuerdo de Todos los Santos llevando con mi abuela flores al Cementerio y de Difuntos rezando el rosario en semipenumbra con todas las velitas encendidas por cada muerto de la familia... No me dirás que no es más divertido vestirse como mis nietos este año. Se lo pasaron estupendo.
Un beso, Juan.
Qué vergüenza, yo he publicado la reseña jomeinista hoy porque se ve que no sé programar entradas.
ResponderEliminarBueno, al final lo he hecho hoy, espero no haber causado mucho estropicio.
Y haces bien en sentirte madre de la artista, porque a la Pantoja, mejor la dejamos allá donde se encuentren... ella y su abogado, digo.
Tienes razón, Loque, la Pantoja está en horas bajas. Pero es verdad que su madre fue el prototipo de la madre de la artista, siempre allí detrás, con su moño, pendiente de su niña...
ResponderEliminarGracias por la reseña jomeinista y no te preocupes, no creo que pasara lista.
Mi enhorabuena por estar ya como una rosa perfumada Maringá. Un abrazo.
Pues como buen novelero me apunté a las dos ideas de tu texto: al Jaloguín y al rol e agente publicitario. jajaja nos vemos en la presentación.
ResponderEliminarGuillermo, es que en la vida se pueden compaginar varias facetas. Y además la de madre de la artista, que es otra con la que me estoy mentalizando ahora. Un abrazo y ya nos veremos.
ResponderEliminar¡Hay que joderse! Yo que soy un primo (lejanillo más bien) y me vengo a enterar ahora que tengo en la familia una escritora, que conocí, curiosamente, hace mes y medio a causa de unos dolores que estaba padeciendo mi madre. No sabía que le habían concedido el premio Félix Francisco Casanova. Nunca hubiera pensado que una médico que trabaja en un sótano tuviese sensibilidad para hacer poesía. Sorpresas que da la vida. Aunque no es tanto si analizas su especialidad, que es realmente la elegida por ella. Le va.
ResponderEliminarJane: Te imagino inflada de orgullo. ¡Como debe ser! Tengo la satisfacción de estar contigo todas las semanas a través de esto. Y ¿sabes? estoy esperando todos los martes a que cuelgues tu blog. Toda la vida saludándonos cuando nos encontrábamos de vez en cuando y es ahora cuando empezamos a conocernos. Más vale tarde...
En cuanto a la presentación del libro de Ana, no dejes de comunicárnoslos, te lo ruego. Un abrazo.
Enrique, tú sabes que el gusanillo de escribir se da mucho entre los nuestros. Mi abuelo Gabriel (¿Tu tío 2º?), por ejemplo, fue un gran poeta y un buen periodista (un día hablaré de él).
ResponderEliminarCuando Ana decidió hacer Medicina yo le dije que por qué no elegía otra carrera, que ella tenía mucha sensibilidad para hacer una carrera tan dura. Me contestó que precisamente en esa carrera es donde más se necesita ser sensible. Y creo que tenía razón.
A Ana le concedieron el Félix Francisco Casanova de poesía en el año 94 (estaba ella haciendo la carrera) y me hizo gracia que Don Sebastián de la Nuez hablara de la influencia de García Cabrera en su poesía. Ni que decir tiene que, ella que no lo había leído, se leyera después de eso los poemas de Don Pedro a ver de dónde le venía la influencia.
Y me alegro un montón de encontrarnos por lo menos aquí (y de vez en cuando por el pueblo y por el sur). Descuida, que te avisaré de la presentación. Un abrazo.