El nombre que uno tiene, junto con el lugar
en que se nace, es una de esas circunstancias no elegidas libremente y que, sin
embargo, marcarán tu vida para siempre.
Antes se solía imponer el nombre de la santa
o santo del día en que nacías, con el peligro de que podías acabar llamándote
Ciriaca, Fulgencia o Veremunda (y si nacías en La Palma , más peligro todavía).
Pero yo tuve la suerte de heredar el nombre de mi tía Isabel, que estaba convencida, igual que Oscar Wilde
con su “Ernesto”, de que en cada nombre, y en el suyo en particular, había algo
especial. Consecuencia: en mi familia habrá unas nueve Isabeles, ninguna de las
cuales se queja de su nombre (podría haber sido peor) Y yo, menos, porque, por
el hecho de llamarme Isabel, he recibido dos regalos que me encantan.
El primero me lo dio mi amigo Luis que es una
de las personas, de las que yo conozco, que más saben de música del mundo. Luis
seleccionó y recogió en una cinta (la llamó “Isabel del alma nuestra”), para
regalármela generosamente, 20 canciones dedicadas a las Isabeles. Allí están la
“Isabelle” de Aznavour y la de Jacques Brel. Pedro Infante dice que “del corazón de una palma, nacieron las Isabeles, delgaditas de cintura (¡!) y de corazón alegre”. Los Payos borran
su nombre de la arena “para que nadie
pisara tu nombre, María Isabel”, Bonet de San Pedro le dice a la niña Isabel
que tenga cuidado, que “donde hay pasión
hay pecado” y Antonio Machín le canta a la “Isabel del alma mía”. Pero también hay canciones de Chavela (otra
Isabel), de Nino Bravo, de Viglietti o de Loquillo. Y todavía quedan por ahí
algunas perdidas, como una del año de la pera que mi madre me cantaba de chica:
“Isabel, Isabelita, Isabel la de Solís,
tan graciosa y tan bonita como una rosa de abril ¿Dónde vas tan peripuesta por
la tarde a pasear? Si vas a quedar compuesta, solterita y sin casar…”.
El otro regalo me lo hizo mi amigo Juancho en
el Instituto en un Amigo Invisible, que se hizo visible en cuanto vimos el
estilo de la poesía que dedicó a mi nombre (y de paso a mi apellido):
“Charles Aznavour te cantó.
Escrito está en esta hoja.
y lo luce la Pantoja.
Tú no reinas en Castilla
ni Antonio es rey de Aragón.
Tegueste no es Tordesillas.
Tu cambias de camisilla
y te lavas con jabón.
No conquistaste Granada
ni conociste a Colón.
Tu hija de loca, nada.
Y en el aula eres Cruzada
en defensa de Platón.
Sé que amas a Descartes
con desmedida pasión,
que explicas la Ilustración ;
y con Antonio compartes
el Bolero, tu canción.
Tienes un hijo, Daniel,
y tu apellido no es Conde.
Escrito está en el papel,
es Duque, ¡mira por dónde!,
y te llamas… Isabel”.
Por supuesto, el regalo fue un lote de latas
de sardinas, atún y mejillones marca “Isabel” (la de la canción –otra más- “¡Qué bien, qué bien, hoy comemos con Isabel!”).
Después de todo, habría que darle la razón a
mi tía Isabel. Aunque parezca que he renegado del mío al pedir prestado otro
para este blog, tendría que estar orgullosa de un nombre al que se le escriben
canciones, al que alaban los poetas y al que se le dedican latas de sardinas.
Y también tenía razón Oscar Wilde: ya que es
algo impuesto sin tu permiso hay que aprender a valorar la importancia de tu
nombre. Sea Ernesto o sea Isabel.
(Dedicado, cómo no, a las Isabeles)
(Dedicado, cómo no, a las Isabeles)
Yo soy de los que 'trajo' el nombre con el santo... Nací el 24 de julio (como Simón Bolívar pero en distito año y lugar, Santa Cristina. Menos mal que no nací el 16 de julio, Santa Ana...
ResponderEliminarCristino, el día de Santa Ana es el 26. Casi, casi te coge. Mi hija Ana nació un mes antes, el día de San Juan, y una tía de mi marido casi se enfada con nosotros por que ¿cómo le íbamos a quitar el nombre de su santo? Quería que la llamáramos Ana Juana o Juana Ana, que parece hasta una redundancia. Y menos mal que tu nombre está bien, a la par que original (eres el único Cristino que conozco) pero imagínate que hubieras nacido el 17 (Agardo) o el 23 (Brígido)...
ResponderEliminarNos encantó, y también los versos de Juancho. ¡Qué bueno! Besos
ResponderEliminarLuis, me alegro. Tu cinta y los versos de Juancho son uno de esos regalos que una guarda como las joyas de la corona. Gracias.
ResponderEliminarYo cargo la cruz de Dolores por parte de tía monja, ¿hay quién de más?
ResponderEliminarCarmen, también mi 2º nombre es Dolores. Ya lo he contado alguna vez pero lo vuelvo a contar, que una es reiterativa. Aunque mi abuela se llamaba Lola, mi madre no quería ponerle su nombre a su hija, pero voy y nazco el viernes de Dolores. Además, el único día, desde que nací, en que San José ha coincidido con el viernes de Dolores. Así, que como fue algo que la Virgen quiso, qué se le va a hacer...
ResponderEliminarPrecioso!!Lo primero,envidiarte y alabarte a los amigos.Segundo,yo con el tiempo he valorado el mío,América por mi maravillosa madre,y Esperanza,para recordarme lo maravilloso que es vivir en un país libre donde le puedes poner a tus hijos el nombre que te de la gana,porqué el bueno de mi padre fue obligado a buscar un segundo nombre,puesto que el funcionario de turno,al grito de que qué nombre era ese,se negaba a inscribirme.Mi viejito,miro el calendario y vio que el 18 de Diciembre era Ntra Sra de la Esperanza,y así me quede.De todas formas mi hija,que se llama Violeta,dice que a algunos padres habría que llevarlos a los tribunales por daño y perjuicio.Cuando era pequeña estaba emperrada en llamarse Alicia,no me digas el porqué.Como siempre...precioso texto.
ResponderEliminarTambién mi madrina se llamaba América y a mí es un nombre que me gusta porque lo asocio con ella (y ahora contigo). Pero realmente se llamaba Sebastiana Gonzala América, que ya me dirás tú. Menos mal que la llamaban por el último nombre, aunque a mi abuela también se lo hicieron: se llamaba Marina Horacia y, con lo bonito que es Marina, la llamaban Horacia. Tu hija tiene razón. Vistos los nombres que hemos visto en el instituto, hay padres que merecen palos.
ResponderEliminarY mi hija una vez me dijo también que cómo se me ocurrió ponerle Ana, que había muchas Anas. Entonces le dije: "Mira, hija, no te lo quería decir pero en realidad te llamas Ana Mamerta" No volvió a rechistar.
Ah!!! Y con respecto a los nombres palmeros,te doy toda la razón.
ResponderEliminarDe los nombres palmeros habría que hacer un tratado. ¡¡¡Si hay hasta un Winstonchurchill...!!!
ResponderEliminarEn el hospital donde trabajo,tenemos un cuadernito alfabético,donde los apuntamos.Alucinas!!!
ResponderEliminarYo tengo una amiga enfermera en Las Palmas que también me ha contado cada caso... Como una vez que en una habitación había alguien llamado Emperatriz, y cuando las enfermeras llegaban y veían a un señor con toda la barba se quedaban en 33 e incluso más de una fue a comprobar si realmente era un señor... Hasta que la mujer, que lo acompañaba, dijo: "Es que su madre se empeñó en llamarlo así, pero nosotros lo llamamos Agapito". Y tiene también apuntados en un cuadernito igual que el tuyo una "Elkesomer", un "Alandelon" y a dos señoras gemelas que se llamabna "María Metalurgia" y "María Siderurgia".
ResponderEliminarIsabel, también te regalé un casette de boleros, no sólo las pobres latas. Que conste.
ResponderEliminarIsabel, también te regale un casette de boleros, no sólo las pobres latas. Que conste.
ResponderEliminarJuancho, de pobres, nada, que seguro que en aquel momento nos resolvió bastantes comidas. Ya dije más arriba que para mí ese regalo (con el casette de boleros, sí, señor) fue como recibir las joyas de la corona y, de hecho, el poema lo tengo encuadernado en la pared de la bodega. Suerte que una ha tenido con los amigos.
ResponderEliminarSuerte la tienen tus amigos.
ResponderEliminarY encima de buen amigo, buen poeta, coplero, actor, artista, sabio... ¡galante! ¿Hay quién dé más?
ResponderEliminarTrabajé un tiempo en Ávila y Valladolid y recuerdo entre los usuarios que iban al centro a dos Tránsito, una Montaña, un Alegre (señor bastante serio por cierto) y un Querubín. Así que aquí estoy yo eternamente agradecida por mi sencillo María.
ResponderEliminarMaría, yo conocí a una Tránsito (hay una Nuestra Señora del Tránsito), a una Querube y a un Querubín. Lo de Montaña es la primera vez que lo oigo y siempre es preferible un Alegre a un Triste. De todas formas, a todo se acostumbra uno, hasta a cargar toda la vida con el peso de un nombre raro. Mi alumno Atenógenes Estratónico, al que le pregunté cómo quería que lo llamaran, me contestó, orgulloso, que por su nombre completo. Así que media clase se me iba en pronunciar el nombre... Pero hacía bien.
ResponderEliminarEl nombre más tierno que ahora recuerdo es Preciosa,era una señora de 82 años.Lo primero que pensé,era en la suerte que había tenido.Estoy segura,por su ternura,que fue una hija muy deseada y amada.
ResponderEliminarMuy parecido a Linda, aunque mucho menos frecuente. También sé de tres hermanas que se llamaban Bienvenida, Iluminada y Deseada. Pero yo, como María: menos originalidad y más sencillez.
ResponderEliminarHay una Nuestra Señora de las Montañas, patrona de Villamartín en Cádiz, de donde era esta señora.
ResponderEliminarPor culpa de las Vírgenes, hay quien se llama Regla, Socorro, Cabeza, Pompeya, Rescate, Peña, Vico... La verdad es que tienes razón: precioso nombre es María a secas. Y, además, también tiene canciones dedicadas ¿Te acuerdas de la "María" de West Side Story?
ResponderEliminarLapsus sin querer. Sabía lo del 26... el 16 es el gran poder (Carmen) gran fiesta marinera y, por supuesto,de mi querido Puerto de la Cruz
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Siempre me gustó mi nombre, que a mí me lo pusieron mis hermanas, pero ahora, al enterarme de tantas canciones y poemas, pues... ¡mucho más!.
ResponderEliminarPor cierto, estupendo el poema de Juancho.
Las hermanas mayores tenemos esa potestad. Yo le puse el suyo a mi hermana Chari (era nombre de flor, decía yo) y ella todavía no me ha perdonado. Dice que le puse el nombre de una cosa y que igual hubiera sido llamarla "Banqueta".
ResponderEliminarPero nosotras, hala, a presumir de nombre.
Y en La Gomera El buen paso
ResponderEliminarNo me digas, Carmen, que hay personas que se llaman Buen Paso...
ResponderEliminarLas mejores latas para guardar muchas son las de la marca Isabel, porque ya se sabe que "el Sabel no ocupa lugar"
ResponderEliminarEsto de los nombres pasa por sus épocas. Cuando nací se usaba lo de poner el santo del día. Gracias al buen criterio de mi madre no me pusieron el que me correspondía "San Senén" y "San Senón", y recurrió al de la Virgen del Carmen porque justamente ese día un tío había embarcado para Venezuela en un velero de forma clandestina y esperaban noticias.En mis años de enseñante pasé de los Juanitos y Pepitos a los nombres canarios y después empezaron los nombres raros, muchos de los cuales tardabas días en aprender. En fin estupenda narración sobre tu nombre.
ResponderEliminarIndeciso, te los he oído mejores pero también me reí.
ResponderEliminarAnónimo:
ResponderEliminarLa marea de los nombres canarios en la enseñanza fue un caos. Cada curso aparecían nuevos y en uno tenía un chico y una chica que se llamaban igual, Nuhacet.
Y no te digo nada cuando había series o películas de éxito: Demelza o Kevin (por el de "Aquellos maravillosos años"), por ejemplo.
Los nombres, como los juegos en el patio del colegio, tienen sus modas y de ellas depende el que se asocie una palabra a lo que somos ¡Qué cosas!
O sea que voy a tener que estar contenta con lo de Mamerta y todo....
ResponderEliminarCuando pensamos en tu nombre, en principio eras Ana Isabel. Pero tener dos nombres (lo sé por experiencia) es un engorro y una lata. Así que nos quedamos con Ana: corto, diáfano, tan fácil que hasta los niños pequeños lo aprenden a la primera. Tienes que estar contenta de tener un nombre sobre el que nadie te pregunta cómo se escribe. O como el de tu abuelo Atilio, que rara vez venía escrito bien.
ResponderEliminar"Pero qué regalos más bonitos, por favor. Y sobre todo qué currados y más simpáticos.
ResponderEliminarLo de las latas, por mí... me lo hubiera ahorrado, porque supongo que has oído lo de "Hoy comemos con Isabel", millones de veces.
Yo, confieso que cuando era pequeña, cada vez que veía ese anuncio me acordaba de la única Isabel que conocía: Una secretaria que tenía mi padre en aquellos milenios.
Pero mira, es un nombre muy bonito, hombre, no tan vistoso como Ciriaca..."
Y no sólo vistoso, Loque. "Ciriaca" significa "señorial", fíjate que categoría, mientras que "Isabel" es "aquella a quien Dios da salud", qué sosería. Nada, a la próxima hija le pongo Ciriaca, hala.
ResponderEliminarLa verdad es que los regalos se los curran. Y las latas no estaban mal, por lo menos eran prácticas y en su momento hicieron, en la mesa, muy buen papel (receta de sardinas en lata: las escurres, las pasas por huevo y pan rallado y las fríes. Riquísimas con una ensalada).
Hola Isa, que alegria leer tu semanero,lo que dices de los nombres es bien cierto por ej. mi nombre es conocido en muchas ocasiones primero que yo. Cuando me presentan algunas personas me dicen "ah tu eres Araceli". Nunca pregunté el porqué ,respondo "sí, la misma". Asi pues yo creo que mi nombre es mas rapido que yo.Besitos para ti y Antonio
ResponderEliminarEs lo que tiene tener un nombre distinto y con personalidad. Y además con caché, porque significa nada menos que "altar del cielo". Me gustó esa imagen de un nombre que sea más rápido que uno...
ResponderEliminarBesos.
Mi abuela nació durante la República y sus padres tuvieron la dudosa suerte de tener libertad para registrarla como Tranquilidad. Irónico, porque es un manojo de nervios, la señora, jejejejeje. Lo más curioso es que por obra y gracia del clero fue bautizada como Juana, nombre que detesta, pero para sus primas, amigas e incluso para nosotros de vez en cuando deja de ser "Tata" para ser "Juanita" XD
ResponderEliminarYo soy del 4 de julio, y doy gracias a no llamarme Higinio ni Ulrico sino Fernando. Casualmente es también Santa Isabel de Portugal, y debo decir que si hubiera nacido mujer y me hubieran puesto Isabel estaría contentísima. Es un nombre precioso el que tienes ^^
¡Síii! Ese es mi día, BlackZack. Bueno, antes era el 8 de julio, que era cuando lo celebraba mi tía Isabel (antes se celebraban más los santos que ahora), pero por esas cosas que hace la Iglesia lo cambiaron al 4. Así que a ver si nos vemos un 4 de julio y hacemos un brindis por nuestros nombres, que bien bonitos que son (¡Por los Reyes Católicos!).
ResponderEliminarEn tiempos de la República se pusieron de moda esos nombres. Los de Mª Metalurgia y Mª Siderurgia son de esa época. Y también la tía de mi cuñado que se llamaba Dedicación (y la llamaban Dedi). No se puede dejar solos a los padres...
Casi me llamo Isabel, que es muy bonito, porque nací el 20 de noviembre y el 19 es Santa Isabel. Pero ya mi padre tenía perpetrado mi nombre, que con mis apellidos me ha servido para saber dónde estoy en las notas de la universidad y darme mil y un problemas por lo largo que es. Hace tiempo que por mi cuenta pongo sólo Carmen.
ResponderEliminarYo creo que los nombres cuanto más sencillos mejor. A mí el que mi familia me llame por un nombre y mis amigos por otro ha provocado que, por ejemplo, haya tenido que hacer dos invitaciones de boda distintas.
ResponderEliminarHaces muy bien en poner un nombre solo, al que, además de ser bonito, se le ha dedicado nada menos que una ópera.
La verdad es que hace tiempo que no escribo en tu página. Pero como se están metiendo con los nombres palmeros y yo lo soy, tengo que salir en su defensa. De acuerdo que son "originales" en la elección, que a veces son realmente feos, pero en otras ocasiones son preciosos, sobre todo los alias o diminutivos. Mi abuela paterna puso a sus cinco hijas los nombres de Hermelinda, Georgina, Gertrudis, Ascensión y Dolores, y las llamó después Hermelinda, Gina, Elma, Elia y Émira, respectivamente, es decir, sólo respetó el nombre de la mayor. Yo conocí a dos hermanas de Garafía que el muy cachondo del padre las puso de nombre Hermengaudia e Hildegarda y que cuando llegaron al Instituto se renombraron Gaudi y Yerdi. ¿Son o no bonitos?.
ResponderEliminarY tu Isa, en la familia te llamaron siempre Marilola. Supongo que porque habían muchas Isabeles...
Por cierto, en la selección de canciones te olvidaste del himno fascista de la guerra civil: Isabel y Fernando. ¡Que mala leche la mía! Je, Je..
Desde luego, Enrique, bonitos, no sé, pero originales... Lo que no entiendo es por qué tu abuela llamó a una hija Ascensión para después llamarla Elia. O a Gertrudis, Elma ¿Por qué no hacerlo directamente?
ResponderEliminarY sí, lo de mi 2º nombre es una complicación, sobre todo porque soy Isabel para la mayoría de la gente. Y a veces Isa o Mari (o Jane en el blog). Una vez mis amigos me hicieron otra poesía a cuenta de eso (somos muy aficionados a las rimas, como ves)en la que decían:
Por cierto, que ya está bien
de ser una en tres personas
como el Dios Trino Santísimo
que dicen que está en la Gloria.
Y es verdad, me olvidé del "Montañas nevadas"... ¡Otra canción más para las Isabeles!
Tengo la suerte de ser una de las Isabeles de las que hablas en tu escrito. Mi madre (otra Isabel) siempre me cuenta que venimos de una tal "Mamá Isabelita" a la que sus nietas querían tanto que le barrían las calles (en aquel entonces de tierra en La Palma) para que no se ensuciara los bajos del traje cuando llegaba. Esas nietas no eran otras que Mama Meme y la Tía Isabel...
ResponderEliminarMagnífico regalo ese poema del no menos magnífico Juancho por el cual me embarque en el mundo de la biología. Si encima te la leyó con esa voz que tiene, el regalo es todo un lujo.
Muchos besos de choc "Isabel"... qué bonito nombre...
PD: en casa seguimos celebrando más el santo que el cumpleaños y para nosotras seguirá siendo el 8 de julio...
No sabía, Isabel Elvira, esa anécdota de Mamá Isabelita. De hecho no recordaba que efectivamente tuvimos una tatarabuela llamada también Isabel. Qué bien conocerla e imaginarla y saber que fue querida.
ResponderEliminarSí, Juancho recitó el poema con esa voz preciosa que la naturaleza le dio y el regalo fue un lujo.
Nosotros no lo celebramos y ahora es el 4 de julio, pero yo sigo diciendo el 8 a todos: "¡Eh, felicítenme que hoy es mi día!".
Un beso.
Mi madre tiene un montón de anécdotas de Mamá Isabelita y fue muy muy muy querida la verdad. Me gusta mucho tener su nombre y más quisiera poder tener una foto... Más besos de choc
ResponderEliminarVoy a tener que echar un día de estos una larga parrafada con tu madre.
ResponderEliminarBesos.
He entrado alguna que otra vez en tu blog pero nunca me había atrevido a comentar. Hoy por razones obvias no me he podido resistir.
ResponderEliminarMe gusta tu entrada y me gusta mi nombre, es curiosamente, una de esas pocas cosas que me gustan de mí.
Yo también creo que el nombre impregna de alguna forma a la gente que lo lleva, es más, tengo mi propia teoria sobre ellos...muy sui generis, claro está, pero fiel a ella he puesto a mis hijos los nombres de las personas que quiero y admiro.
Y por último...¡Gracias!...nunca me habían dedicado una entrada de blog. :)
Encantada de habértela dedicado, tocaya.
ResponderEliminarCreo que tienes razón con tu teoría. Hay gente que tiene cara de llamarse como se llama. Es más, mi marido, que también lo piensa, dice que hay gente que se ha equivocado de nombre. Yo le digo: "Pero ¿por qué lo llamas César si se llama Ángel?" Y él dice que es que tiene cara de llamarse César.
Mi hijo que se pasó 2 días sin nombre (yo estaba convencida de que iba a ser niña) se llama Daniel por un amigo muy querido, igual que Ana, mi hija, tiene el nombre de mi compañera de habitación de cuando hice la carrera.
Enhorabuena por tener un nombre tan bonito. Seguro que también hay otro montón de cosas bonitas en ti.
Isabel Elvira, he estado investigando y la Mamá Isabelita que nombras se llamaba Isabel Felipe Cárdenes y murió en 1857. Era realmente abuela de nuestra bisabuela, o sea que es tataratatarabuela. Pero bueno, basta saber que sus bisnietas barrían la calle cuando ella iba a verlas para que ya nos caiga bien.
ResponderEliminarDescubrí también más Isabeles en la familia, la más antigua Isabel Bernal, nacida en 1525; después, Isabel Rodríguez en 1546, Isabel González en 1583 y dos Isabel del Espíritu Santo (madre e hija)en 1610 y en 1644.
Así que ya ves, es una tradición que viene de antiguo. Hay que estar más orgullosas todavía de continuarla.
e lo iba a poner y rectificar ahora porque mi madre me dijo que en realidad la que le hacía los cuentos de ella fue su abuela. Era la abuela de la abuela de mi madre (la abuela de la madre de la Tía Isabel y Mama Nieves si)... agüita si viene de antiguo jeje... Hay muchos cuentos de ella y era de armas tomar. Más que me encanta mi nombre jejejeje... Besos
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este post y se me vienen a la mente unos cuantos comentarios:
ResponderEliminar1. Tu nombre me parece precioso ¿te lo había dicho alguna vez? Mi madre siempre cuenta que su tío Pedro decía que los nombres más bonitos eran: Isabel, de mujer y Álvaro (que, por cierto ahora está ded moda), de hombre.
2. El atún Isabel está buenííísimo.
3. Yo siempre he dicho "...como una rosa de abril" en vez de "de anís" (¿?)
4. Es muy importante que el nombre junto con el apellido sean suficientemente identificativos, como el tuyo o el mío, por ejemplo, si no, se pueden dart malentendidos y situaciones engorrosas, así que los padres deberían tener eso en cuenta al elegirlos
Hay mas cosas, pero las voy a dejar para otra ocasión. No me gusta extenderme demasiado.
Bss y adelante
Gracias, Arista, por tus comentarios y por estar ahí.
ResponderEliminar1. Te iba a dar las gracias por lo del nombre precioso, pero en realidad habría que dárselas a mi padre que fue quien lo eligió y a mi tía Isabel por ser estupenda. Si llega a ser una bruja seguro que no lo tengo. A ella le gustaban Isabel y Elena.
2. A mí también me gusta. Hoy mismo compré tres latas del atún al natural Isabel (podrían darnos comisión ¿verdad?)
3. Más lógico lo de la rosa de abril. Probablemente es así. Yo era muy chica cuando me la cantaba mi madre y milagro es que recuerde lo demás. Lo corrijo en el post.
4. Totalmente de acuerdo contigo. Mi marido tiene nombres y apellidos muy normalitos y ha tenido problemas hasta con el sueldo, que alguna vez se lo han pagado a otro que se llamaba igual. Los padres deberían haberlo tenido en cuenta y llamarlo, qué sé yo, Pantaleón.
Un abrazo.
¡Qué cantidad de comentarios! Esto es una tertulia interesante y divertida. Gracias por proporcionárnosla.
ResponderEliminarLo del santo. en mi casa, me refiero a la de mis padres, se celebraba mucho. El mío es el 15 de noviembre, pero como también es S. Alberto, que debe de estar en un puesto más alto en el cielo, pues me lo pisaba y rara vez aparecía en el almanaque para mi decepción. Nosotros nunca lo hemos celebrado, pero yo sigo felicitando a mis hermanos, a mis hijos... Hay algunos que no me sé, y una de mis hijas dice que además de una tontería es una injusticia, porque todo el mundo sabe, p. ej. cuándo es la virgen del Carmen, pero... y Serafín!!! Yo le contesto que tiene razón, pero que si te desean felicidad, cualquier día es bueno,¿ o no?
Hablando de vírgenes, yo tengo una nieta Vega. Creo que no se nombró. Y no nos olvidemos de Pino (aquí estamos acostumbrados) o de Encina.
Sobre significados. El de mi nombre tampoco está mal: "bien nacida". Me encanta
También mi marido ha tenido problemas con su nombre. En él pensaba cuando lo escribí.
¿Qué decir de los nombres indios?:Nube blanca, Caballo ligero, Luna llena, ¡¡¡yo que sé!!! Maravillosos.
Seguiremos aquí
Tiene razón tu hija. Para algunos es injusto. A mi hija Ana siempre la felicitan el 26 de julio, y a Dani en cambio nunca en su día (el 21 de julio). De chico le daba rabia. Y mi padre decía que aquellos como él que no tienen santo lo celebran el Día de todos los Santos y quería que ese día lo felicitáramos.
ResponderEliminarHay significados preciosos: el tuyo, por ejemplo. Aunque hay otros, como el de una alumna que tuve -Asela Cristi-, que es bonito pero realmente significa "burrita de Cristo". Y Eufrasia no es un nombre para ponerle a una hija y, sin embargo, es "la que está llena de alegría". Habría que compaginar buen sonido y buen significado. Mi hijo y su mujer están ahora en esa tarea de elegir nombre para su futuro bebé.
Todos los nombres son importantes, unos nos pueden resultar mas sonoros o más armoniosos, otros nos llevan a recuerdos de personas que amamos, que admiramos, que respetamos o que no simpatizamos, pero lo que yo pienso es que la persona hace al nombre, no el nombre a la persona. Hay nombres bellos pero que asociamos con alguien que nos caía mal y queda retenido en nuestra memoria como un nombre feo. El mio se lo debo a mis dos abuelas, Maria Cristina, y estoy encantadísima con él porque las dos me dejaron muy buenos recuerdos.
ResponderEliminarEl poema que te escribió tu amigo está muy ingenioso
Gracias Isabel por enviarme tus reflexiones.
Un beso
Eso mismo decía mi marido cuando estábamos eligiendo nombre para Dani. Yo le proponía uno que siempre me había gustado y me decía que no porque en su pueblo había un tonto que se llamaba así; y otro tampoco porque conoció a uno llamado así que era un antipático... menos mal que los Danieles que conocía le caían bien.
ResponderEliminarEl tuyo es muy bonito (y todas las Cristinas que conozco me caen muy bien)
Un beso.
¿No te dije que seguiría aquí? Es que no lo puedo evitar.
ResponderEliminarEn cuanto a significados. Es verdad, yo también había observado que algunos de esos nombres que vienen del griego nos suenan raro, pero su significado es precioso, como Eudoxio (de éste sí que tenemos buen recuerdo, pero creo que no se lo recomendarías a Dani), Eulogio, o Demófilo, que yo pensaba que significaba "hijo del demonio" ¡qué horror!, hasta caí en la cuenta de que era "hijo del pueblo".
Adelaida Alemán (¡qué buenos recuerdos!), como tu marido, rebautizaba a algunos alumnos con el nombre que le pegaba. Recuerdo que a Toñi, una compañera del colegio la llamaba Dulce. Nada más apropiado. Sigue siendo igual:dulce, apacible, sonriente..
Y por supuesto, estoy con Cristina, (también precioso nombre),en que asociamos los nombres a las personas. Incluso me ha llegado a pasar que alguien me dice de otro "¡qué nombre más raro/feo!", y yo: "¡Ah, no había caído!
Por ejemplo Eduvigis. A mi me suena a gloria
Enhorabuena por el éxito.
Hasto muy pronto, porque...seguiré ;))
Me encanta que sigas, Arista (por cierto, significa "la mejor").
ResponderEliminarEn lo de cambiar los nombres mi hija cuenta en su libro el caso de una chica italiana que empieza a salir con un chico al que llama Guadalberto y él al cabo de poco le dice que se llama Juan Alberto. Lo justifica porque esextranjera y no se entera bien de los nombres. Pero la historia ocurrió de verdad pero con una amiga de aquí que después de salir con su novio Guadalberto 6 meses éste le confesó que se llamaba en realidad Juan Alberto. La amiga de Ana no salía de su asombro. Todas supusieron que es que el chico era tímido o no quería desilusionar a su novia que a lo mejor, igual que las protagonistas de "La importancia de llamarse Ernesto", prefería ese nombre a cualquier otro.
Con los nombres pasa eso. A mí me encanta Chari y ella dice que su nombre es horroroso.
Hasta pronto.
Por cierto, se me fue la bola . Demófilo es en realidad "amigo del pueblo", dgo yo, o en mi primera interpretación: "amigo del demonio" ¿no?
ResponderEliminarSi, con los nombres como con cualquier otra cosa del estilo, los gustos son muy particulares. Por ejemplo a una de mis hijas le gusta Lucas. A mi,nada.
Que no agotamos el tema :))
Buen finde
Sí, Demófilo significa "amigo del pueblo" (hay un personaje de Machado que se llama así).
ResponderEliminarAnoche, en la cena de los viernes, una de mis amigas, de ascendencia palmera, me dijo 3 joyitas de nombres de gente que ella conoce: Arécida, Solbeida y Feróstida (¡¡¡!!!)
Es que el tema da para mucho, Arista. Y eso que no hemos hablado de los nombres mezclados para contentar a las dos abuelas, como el de dos alumnas mías:"Clámer" por las abuelas Claudia y Mercedes; o "Rosmariol", por Rosa María y Olga.
Hola Jane. No se si te conozco o si te conocí en algún momento pero no salgo de mi asombro al ver en Google, en la entrada a tu blog, mi nombre y el de mi hermana con la alusión a mi padre y el lugar de procedencia. Me gustaría saber ,por favor, de dónde procede la información. Gracias
ResponderEliminarBewildered, he repasado el post y no sé a qué nombres te refieres. No he visto que haya nombrado a dos hermanas aludiendo al padre y a la procedencia. Si me dices cómo te llamas, te diré de dónde procede la información.
ResponderEliminarUn saludo.
Tienes un nombre precioso y suena muy bien, efectivamente muchas canciones llevan tu nombre.
ResponderEliminarEl mío me marcó para siempre en el momento que mi padre me dedicó "unos versos".
La poesía solo podía ser de mi amigo Juancho, que es magnífico.
Buenas tardes ISABEL...
¡Qué lujo, Carmen Paz, tener un poema de tu padre dedicado a ti! Bueno, realmente, qué lujo tener un padre como él. Sería estupendo leerlo ¿Te animas a ponerlo aquí?
EliminarFue escrito para mi santo el 16-7-1961. Es un placer para mí ponerlo en tu página Isabel.
Eliminar¿No lloras cada vez que lo lees? A mí me ha emocionado, como muchos de los poemas de tu padre. Es un poema de amor a su hija y, a la vez, de amor a la poesía. Precioso.Muchísimas gracias.
EliminarSiento una gran emoción siempre que lo leo, pero más aún cuando lo recitan, ya te decía que marcó mi vida y también mi nombre.
EliminarCuando lo he leído de mayor, siempre pienso que lo escribió pensando en mí como adulta, no como niña. El estaba ya malo del corazón, por eso : hay un verso ya cojo, ya deshecho en arritmia; hay un pájaro loco, ya en su vuelo tocado, ya cayendo en barrena, con un ala partida.
Tuve el honor de que nuestro común amigo Juancho acudió a Icod a recitarlo en la Casa Museo "Los Cáceres".
ResponderEliminarLo hizo maravilloso, como siempre.
He leído en público varias veces el poema que el gran Emeterio dedicó a su benjamina. Difícil leerlo sin que se te quiebre la voz.
ResponderEliminarUna preciosidad.
Lo sé, pero ese día fué especial, sería el entorno, la sorpresa que me dieron, pero me emocioné muchísimo, gracias de nuevo Juancho.
Eliminar¡Quién me vería a mí...! Los versos del gran Emeterio, la voz de Juancho, encima con sorpresa... Yo, con la llorona que soy, hubiera dado la nota.
EliminarEnhorabuena por ser la depositaria de tanta belleza y sensibilidad.