lunes, 22 de marzo de 2021

Veo caras


Cuando la otra tarde, extremadamente fría, les mandé a mis amigas una foto del fuego de la chimenea,los ojos agudos y curiosos de mi amiga Nieves encontraron la cara de un hombre en medio de las llamas. Miré detenidamente la foto ¡y era verdad! Si se fijan, se ven claramente un par de ojos con sus cejas un poco fruncidas, una nariz, una boca con un gesto un poco raro y un mentón. Hasta el pómulo se perfila claramente y parece un poco enfadado (no es para menos, ahí en medio del fuego, qué incomodidad). 

Nieves, más idealista e imaginativa, estaba encantada y emocionada con su descubrimiento, mientras que mi amiga Chari, con su sentido común, decía que era una ilusión óptica y un atavismo que todavía perdura. Mis hijos, muy expresivos, cuando se lo enseñé, se limitaron a decir, uno: ¡Uuhhh, qué miedo! al lado de un emoticón de un fantasma, y la otra: ¡Qué yuyu!.

Ilusión o mensaje espiritual, es verdad que los humanos tendemos a organizar en esquemas conocidos (en este caso, caras) todo lo que vemos en la naturaleza: nudos en la madera, sombras en las rocas, formas en las nubes. Hasta los grandes roques y mojones que hay en mi isla me parecen a mí enormes cabezas mirando al infinito. Y por supuesto, también encontramos caras en el fuego, no en vano es uno de los cuatro elementos de los que, según los antiguos, se componen todas las cosas.

Los mitos y las leyendas nos hablan de espíritus del fuego, seres que viven en él como cualquiera por su casa. Como las salamandras, seres elementales del fuego que se deslizan entre las llamas y controlan hasta la más pequeña fogata. Bolas o lenguas de fuego las llamaba Paracelso, y también se las conoce como hadas de fuego, que viven en otra dimensión desconocida para los hombres. Están también los dragones, capaces de expulsar fuego por la boca y guardar con él sus guaridas y tesoros. O los fuegos fatuos, esferas de luz que viven en pantanos y tumbas. O el ave fénix, que se consume entre llamas y se regenera inmediatamente, simbolizando la inmortalidad. Y claro, en todas las mitologías, hay un dios dueño del fuego: Ra en Egipto, Apolo y Hefesto en Grecia, Loki entre los vikingos, Kagu-Zuchi en Japón, Ukko en Finlandia.

J. K. Rowling, que tanto exploró el mundo de la fantasía, también echó mano de este elemento, y en su "Harry Potter y el cáliz de fuego" hay también, como en mi chimenea, una cara en el fuego: Cuando Harry y los demás entraron en la cocina vieron al Sr. Weasley inclinado sobre el fuego hablando con... Para asegurarse de que los ojos no le habían engañado, Harry los cerró con fuerza y volvió a abrirlos. Semejante a un enorme huevo con barba, la cabeza de Amos Diggory se encontraba en medio de las llamas. Hablaba muy deprisa, completamente indiferente a las chispas que saltaban en torno a él y a las llamas que le lamían las orejas.

Lamento decir que la cabeza que apareció en mi fuego (que para mí tenía un ligero parecido con el emérito, no sé qué piensan ustedes) no mantuvo ninguna conversación por este original medio de comunicación, ni dijo ni mú. Se desvaneció enseguida, tan rápido como había aparecido (de hecho yo no la vi sino en la foto), por lo que no sé qué mensaje quería transmitir.

Pero agradecí, en ese momento en que acababa de cerrar el telediario con su habitual rosario de desgracias y de majaderías de los políticos, que una "aparición" nos llevara a hablar, a los míos y a mí, de otros temas como de las caras en el fuego, de los espíritus, de lo que los sentidos a veces nos engañan, de cómo lo desconocido nos da miedo y de que muchas veces la realidad no es tal como la vemos. Y también agradecí, todo hay que decirlo, lo calentito que se estaba allí, en una fría noche de marzo, leyendo junto al fuego.





27 comentarios:

  1. Charo Borges Velázquez22 de marzo de 2021, 15:00

    ¡Vivan la imaginación y la creatividad de quienes son capaces de ver, definir y detallar formas en el fuego, en el agua, en el cielo y en la tierra!.
    Hoy, Jane, se recrea en la hermosa llama de su chimenea, en una fría tarde de marzo...

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    1. Yo creo que no es solo imaginación y creatividad, sino que es la forma de funcionar que tiene el cerebro humano. Hay una corriente psicológica que tú conoces bien (la psicología de la gestalt) que a lo mejor puede resumirse en que "el todo es mucho más que la suma de las partes". Es por poner un ejemplo el que veas un gato a partir de manchas negras, el que sepamos construir una cara a partir de elementos sueltos.
      Pero como dices lo importante es recrearse en las llamas de una chimenea.

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  2. Isabel, yo veo dos narices, un ojo y casi dos bocas��
    Te debió visitar un monstruo ����

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    1. Pues ahora me puse a verlo con tu perspectiva ¡y veo 2 caras! Una la del hombre de mi amiga Nieves y otra la de una mujer que mira hacia arriba con la nariz respingona y cara asombrada. Las dos figuras comparten un ojo y por supuesto el cráneo del que les salen llamas a los dos.
      Como esto siga así, igual había un batallón ahí dentro y una sin enterarse. :-D

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  3. Mi duquesa! Yo también veo en la imagen la cara del emérito, será que tenemos sangre azul����. A ver si echaste al fuego un fajo de billetes de pesetas! Sigue deleitándonos con tu con tus relatos. Un abrazo

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    1. Además le salen llamas por el cráneo para arriba, será de tanto darle al coco para ver cómo sale de esta. Y no, no eché fajo de billetes de pesetas (¿qué fajos? ¿qué billetes? ¿qué pesetas?). En realidad echamos parte del árbol de navidad, hojas incluidas. Y no, no creo que la cara fuera la de Papá Noel.
      Muchas gracias, mi realeza, lo de la sangre azul está clarísimo.
      Un abrazo grande y muchas risas.

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  4. Ohhhhh yo también lo veo...

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    1. ¿Y también se te parece con el emérito?

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    2. Jaaaajajaaaa no sé, no sé...creo que éste está más saludable..jijiji

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    3. Sí, la verdad es que últimamente está bastante decrépito (el real, nunca mejor dicho). Ni dinero ni oropeles hacen bello al hombre (sentencia que me acabo de inventar).

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    4. ¡Tan bueno como siempre tu post, Isabel; y qué cierto lo de inventarnos lo que no sabemos (Como García Cabrera que dice) Dios no creó al hombre, el hombre creó a Dios! A nuestra imagen y semejanza, jeje. Como a los extraterrestres. Siempre con orejas , boca, nariz , patas ( Casi siempre verde, no sé por qué)...cuando si hay vida por esta galaxia u otra, vete tú a saber qué clase de vida, y de aspecto. Abrazos.

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    5. Bueno, hay otra frase sobre la imaginación (creo que de Lobo Antúnez) que dice que "la imaginación no es más que la memoria fermentada". Imaginamos sobre lo que ya conocemos y recordamos, lo hacemos más feo, más guapo, más grande, más chico... pero todo es fermento de la memoria. Y bendita imaginación que nos entretiene la vida. :-D
      Un abrazo, Elvira, y gracias.

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  5. Oh!!, yo también la veo y pareciese un hombre que está cargando sobre el hombro izquierdo esa rama que atraviesa el fuego y veo unos dedos (de fuego) como si la sujetase con la mano izquierda (cuando agrandas la imagen se aprecia mejor)

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    1. Ah, pues ahora que lo dices, yo también veo manos agarrando ramas. Incluso ahora vi una figura, detrás y por encima, con los brazos en alto, con barbas y encapuchada. Ja, ja,ja, nos vamos a chiflar con tanta visión.

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  6. Yo veo dos caras. La de la derecha de mujer con nariz respingona y un ojo cerrado. La de la izquierda, de hombre. Yo suelo ver caras cuando estoy intentando dormirme, que no conozco. Una vez lo comenté con un amigo, y me dijo que también le pasa.

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    1. Sí, yo también vi dos caras, hombre y mujer casi superponiéndose. Cuanto más miro el dichoso fuego, más cosas encuentro.
      En la duermevela es verdad que nos aparecen imágenes. Para mí, cuando lo hacen, supone ser la antesala del sueño: falta muy poquito para entrar en ese mundo aparte que es el sueño de la noche y donde vivimos en otras historias.

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  7. Oye ese señor o bien tiene un labio leporino operado o le dieron un kaot en los dientes tiene los labios fruncidos y no se porque me resulta conocido

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    1. Muchos de los comentaristas han pensado lo mismo que yo, que es una imagen del emérito que ha llegado a mi fuego a través ¿del éter?. Y es verdad lo que dices, los labios están un poco rebujados, pero claro, no se va a esperar que la chimenea sea como una pantalla en tecnicolor. Bastante hace apareciéndose así. :-D

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  8. Lali Gil Rodríguez22 de marzo de 2021, 19:37

    Uffff!!!!! Si que veo un rostro y me recuerda....al "emerito" un tanto perjudicado y con craneo quemadito!!!!
    Yo también soy de las que veo figuras, animales, caras...en nubes, fuego, rocas...
    Como siempre genial tu relato. Buena tarde. Besos

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    1. La imaginación es la loca de la casa, dicen. Pero si no fuera por ella, la vida se haría muy aburrida. Así que sigamos usándola y viendo imágenes enriquecedoras en el fuego, el agua, el aire y la tierra. Algo saldrá de todo eso, digo yo.
      Gracias, Lali, y un abrazo grande.

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  9. Isa, me encanta la cara de las llamas pero ¡yo le veo hasta una oreja! Un poco desfasada pero al fin y al cabo una oreja. Está muy bien, me encantó.

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    1. ¡No te digo! Cuanto más miramos, más encontramos. Ahora una oreja. No me extraña que si seguimos así, encontremos hasta el carcañal izquierdo. Al tiempo.
      Gracias, Luchi.

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  10. Era un día de invierno y la chimenea hablaba de dos enamorados ¿Misterios? ¡Qué va! Saqué la conclusión de que el fuego del amor de esa chimenea, de esa casa, de ese hogar que tanto quiero y que ha albergado tanto cariño, se reflejaba en ese fuego. Así que de yuyus y miedos, nada. Que el amor siga reflejándose en el fuego.
    Gracias, amigos, gracias, Isa, por tus post y por tus caras. Y cada uno ve lo que quiere ver, me encanta ver cosas buenas en estos tiempos en que no se ven sino cosas malas por todos lados.

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    1. Ay, Nievitas, tú sí que tienes imaginación. Y lo mejor, tu optimismo y entusiasmo te salvan de las mezquindades de la vida. Es verdad que el fuego aparece muchas veces como el símbolo del amor (el corazón en llamas, por ejemplo), del amor apasionado más bien. Pero la cara del señor ese que se ve no tiene pinta de estar enamorado. Yo diría que más bien está un poco contrariado. Y no es para menos, ahí en medio de llamas y chispas.
      Gracias a ti por ser como eres. Ya sabes cuánto te queremos.

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  11. Es verdad lo que dices acerca de que nuestros cerebros están programados para reconocer patrones, especialmente rostros, pero es que aquí ni siquiera hay que apelar a esos mecanismos internos ¡claramente es una foto carné del emérito! hasta para mí que no estoy tan familiarizado con su regio rostro como lo estarán ustedes Ja ja!!

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    1. Yo también lo pienso. Ignoro por qué se le ocurrió presentarse en mi chimenea porque ni le podemos prestar dinero ni somos monárquicos. Para mí que pretendía llegar a otras esferas y, con el follón de las tormentas de primavera, se equivocó de canal.

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