lunes, 23 de agosto de 2021

Falsarius Chef



Ha muerto Falsarius Chef, a quien mucho conocía. O mejor, no lo conocía de nada porque nunca lo vi, excepto en fotos. Y ahí siempre aparecía con esa nariz grandota de pega, gafas cuadradas de pasta negra y gorro de cocinero. O sea que, si me lo encontrara por la calle sin esos aditamentos, probablemente no lo reconocería, a pesar de que sus ojos azules tenían un brillo de humor inconfundible. Pero cuando alguien se ha metido en la cocina de tu casa, enseñándote recetas divertidas, a aprovechar los restos, a manejar el laterío de tu despensa o a improvisar un banquete, es como si fuera un amigo de toda la vida.

Falsarius Chef figura en mi Blog en la lista de Blogs preferidos (su última entrada fue en marzo) y es el autor de "Cocina para impostores", que él inició más o menos cuando yo empecé con mi blog (nos estrenamos juntos hace 13 años) con esta "Procelosa Declaración de intenciones": Para comer bien no hace falta mucho tiempo, ni productos caros, ni saber cocinar. Ni siquiera nitrógeno líquido, aunque pueda parecer mentira. Y no sólo se puede comer bien sino que, además, se puede quedar como un príncipe ante las visitas recurriendo a algo tan sencillo como la impostura. Engañar, eso es lo que aquí pretendemos. Engañar a la vista, al olfato, al gusto y hasta al bolsillo. Pura farsa, aunque esta vez por la noble causa de la gastronomía y el cuidado de nuestro ego.

Porque a Falsarius Chef le gustaba a rabiar cocinar. Y también escribir. Antes de darte una receta, te explica, con un humor envidiable, algo de ella. Como, por ejemplo, que las sardinas de lata me ponen. Mucho. Igual soy un poco raro (que seguro que sí), pero yo desde luego no cambio la visión de una sardina de lata por la sonrisa de la Gioconda. Y sigue con lo moderno que hubiera quedado Goya en "La maja desnuda" si en vez de una duquesa hubiera retratado a una sardina. O manda a tomar por saco el largo régimen post-navideño (las 48 horas más largas de mi vida, dice) y propone las "Costillas Gordo Feliz" con un sobre de sopa de cebolla y Coca-Cola, un gozoso deleite de los de mancharse los dedos y rechupetear los huesos. O explica cómo hacer las "Trufas fáciles" (chocolate, leche condensada y virutas de chocolate) para cuando te vienen visitas que no esperas, que la gente es muy puñetera y va diciendo: "Sí, todo muy rico pero al final nos quedamos con ganas de algo dulce".

En las "Gulas en vinagreta" empieza diciendo que hace tanto tiempo que no como angulas que ya no sé si me las he inventado, como cuando recuerdas la mansión y el jardín palaciego de tu abuelo de cuando ibas de pequeño y, al verlo de mayor, descubres que era una chabolilla y un patio con dos macetas. ¿Mira que si lo que yo recuerdo como angulas eran en realidad espaguetis al ajillo?. Aconseja comprar latas de berberechos de las caras, que de vez en cuando uno tiene que hipotecar su futuro y una lata de esas merece la pena: Son caras y lo saben. Avisa cuando copia una receta a otro cocinero, como en "Chupitos de berberecho a lo Sacha": Puede parecer un homenaje pero, en realidad, es un plagio. Y, cuando cuenta que él tiene hambre en todas las estaciones, proclama: Yo en lo del hambre soy muy de Vivaldi.

¿Cómo no adorar a este hombre? Nos da hasta viejos trucos para arreglar el exceso de sal, para hacer cebolla caramelizada con trampas, para sacar las legumbres del bote, para cocinar pasta rápida, para hacer postres fáciles y resultones (como las "Torrijas impostoras").

Pero es que, además, en el artículo de Obituarios en El País me entero de que fue el guionista de Mot, de Goomer y de Memorias de Gus, unas series de cómics que me encantaban por su originalidad y sentido del humor. Publicó libros con muchas de sus recetas (Cocina para impostores, Cocina sin humos, El rey de las latas, Recetas de verano...) y hasta una novela, Fabada mortal con el nombre de Ignacio M. Cuñat. También abrió un restaurante, "Verbena",  en el Puerto de Santa María con vistas a la Bahía de Cádiz, al que iré en otra vida que vivamos, lo juro por Dios.

Ha muerto Falsarius Chef, el Rey de las latas. Dijo una vez: De hecho he comido tantas conservas que seguro que, cuando me muera, me mantendré incorrupto y la gente dirá, míralo, era un santo. Y de eso nada. No sería un santo, pero era un hombre extraordinario, inteligente, divertido y creativo. Se llamaba en realidad Nacho Moreno, tenía 64 años cuando una enfermedad repentina se lo llevó. Y el mundo está un poco más oscuro sin él.


Goomer, cómic con guión de Ignacio Moreno y dibujo de Ricardo Martínez.


16 comentarios:

  1. Carmen María Duque Hernández23 de agosto de 2021, 8:54

    Muchas gracias, mi niña, salud y besitos para todos

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    1. Gracias a ti, que casi siempre eres la primera en saludar mi blog cada lunes. Un besote grande.

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  2. Charo Borges Velázquez23 de agosto de 2021, 9:22

    Bonito homenaje, Jane, el que le has hecho a este profesional de la cocina, tan peculiar y extraordinario. Yo sólo lo conocía de oídas, pero a partir de hoy sé algo más de él, gracias a ti.
    Buscaré su blog, para dedicarle una atención póstuma y pasarlo tan bien como tú lo has hecho. Seguro que me gustará y que aprovecharé muchas de sus recetas.
    Si Falsarius pudiera leer tu post, no dudo de que te felicitaría como yo lo hago, también...

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    1. Sí, Chari, busca su Blog y diviértete y aprende con él. Que podamos seguir disfrutando de su humor y sapiencia es un lujo. Y verás que por menos de nada te haces un pote asturiano, o un helado de chocolate (a ti que te gustan), o unas lentejas con calabaza (Con este guisote, dice, te llevas al príncipe de calle aunque calces un 47), o un arroz con sepia en su tinta.
      No tiene desperdicio.

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  3. Rosa Henríquez Fernández23 de agosto de 2021, 15:05

    Buenos días Isabel, cada día te superas.
    Yo leyendo a la extraordinaria jugadora de baloncesto Charo Borges, no puedo añadir nada más, yo tampoco lo conocía pero voy a hacer lo mismo que ella.
    Muchas gracias de nuevo y como siempre, me encanta leer tu blog. ����������

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    1. Gracias, Rosa, te contesto como a ella. A aprender platos curiosos y facilitos. Hasta para la "Operación tipazo", como la llama él, tiene una ensalada de lentejas muy buena. Lo único es que hay que estar bien surtidos de latas y conservas. Y por menos de nada, te conviertes en un chef y dejas boquiabiertas a las visitas.
      Y como hoy es tu día (¡muchas felicidades!), si eres golosa, búscate para celebrarlo el dulce de leche casero que también es muy apañadito.
      Un beso, Rosa.

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  4. La Cándidaeréndira23 de agosto de 2021, 15:07

    Querida Jane:
    Qué pena me ha dado la muerte de Falsarius. ¡Cuánto le tengo que agradecer, sobre todo, cuando llegaba alguien de improviso; les ponía sus "suculentas fabes" (de frasco), con almejas (de lata), que no tenían nada que envidiar a las de Arzak (supongo, porque no he probado las de Juan Mari, pero las de Falsarius están muy ricas).
    Falsarius no tiene ninguna estrella Michelin (¡ni falta que le ha hecho!) Era un cocinero genial, creando platos sencillos y estupendos; y como él decía: "sin usar nitrógeno líquido".
    Anoche, en el Chat de "Las niñas del Colegio" (¡qué casualidad!) estuvimos hablando del cielo y las estrellas que se veían, después de los días y noches de calima... Que si aquella es el planeta Júpiter, que si la otra era Sirio, ¡que no, que Sirio es más de octubre o noviembre!...Y así seguimos divagando un rato, sobre aquella brillante estrella a la que no pudimos identificar ni darle nombre... Es la estrella de Falsarius, al que no le ha hecho falta una Michelín. Seguro que está allá arriba en el Olimpo de los Cocineros y Sibaritas que a lo largo del tiempo han hecho un divertimento del cocinar cotidiano y no un laboratorio de Física/Química.
    Se habrá encontrado con Apicio (el más célebre gastrónomo romano) o con los Cocineros del que nos hablaba Plauto en su Mercado de cocineros...Y no desentonaría ¡en absoluto! en los Convites en casa de Trimalción que nos describió Petronio en su "Satiricón".

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    1. Y qué pena, Cándidaetc, que no lo hayamos tenido con nosotras en los tiempos en los que trabajábamos. Nos hubiéramos montado un plato estrella en un pispás. Yo también he hecho las fabes con almejas. Si las conservas son buenas, con darles un toquito por aquí y otro por allá, sale algo suculento.
      Pues tienes razón, la estrella de anoche es la de Falsarius. Cenamos al aire libre y allí estaba ella, mirándonos desde lo alto y tal vez poniéndonos un pero a la tortilla francesa que nos estábamos comiendo. Qué sosería, pensaría. Con lo bien que le hubieran quedado unas hierbitas, un jamón serrano y alguna latita de espárragos navarros... Seguro que lo habrá comentado con los ilustres colegas que nombras y algunos más.
      ¡Cuánto lo vamos a echar de menos!
      P.D.: Me da que la estrella era el planeta Venus pero nunca se sabe :-D

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  5. Un post muy sentido y merecido para este bloguero tan original y simpático. Desde donde esté, te lo agradecerá!

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    1. Me gustaría mucho más que estuviera aquí y mandarme un vaso de buen vino con él, mientras hablamos de recetas facilonas (yo le contaría lo de mis sardinas empanadas) que cualquier agradecimiento ultraterrenal.
      Gracias, Milo.

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    2. Pero como no es así, hay que buscar consuelo por donde sea!

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    3. En eso tienes razón, Milo. Pero creo que sus recetas, sus elucubraciones sobre la comida, incluso sus cómics, sirven de consuelo. Nadie se va totalmente si ha dejado una obra detrás y gente que lo recuerde.

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  6. Domingo García Verano23 de agosto de 2021, 21:26

    Compraba latas de Isabel, porque el Isabel no ocupa lugar.

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    1. Pues una vez nuestro común amigo Juancho me hizo un poema precioso sobre mi nombre y, acompañándolo, me regaló un lote de latas Isabel. Ocupaban lugar y estaban riquísimas. Otros motivos para comprarlas. :-D

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  7. La verdad es que además de ser un gran chef,era un polifacético increible.
    Creativo en la cocina de aprovechamiento y muy simpático.
    Ocurrente como el que más!!.
    Que penita!!.Una gran pena su pérdida!!
    Un besote.

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    1. Estoy contigo. Fue una de esas personas extraordinarias que nacen de vez en cuando. Alguien así hace la vida más placentera y fácil al resto de la humanidad. Me ha dado una gran pena que ya no esté, pero nos quedan sus recetas y ocurrencias, su sentido del humor, sus libros y guiones. Qué suerte haberlo conocido, aunque sea virtualmente.
      Otro besote.

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