lunes, 24 de abril de 2023

No me hables de las fiestas



¿Cómo que no te hable de las fiestas? -le digo a una vecina de mi pueblo a la que encuentro por la calle un día de esta semana en que las dos andábamos de diligencias. Habría que decir que el último domingo de abril, que este año es el día 30, es la fiesta mayor de mi pueblo, la Romería, que abre camino a todas las demás romerías de la isla. Después de esta va a ser un no parar. Mi vecina es una chica joven y animosa y no parece ser de esas que se pierden una fiesta así, sin más ni más. Y sin embargo a mi pregunta de si ya está preparada para darlo todo, va y me suelta, malhumorada, ese "¡No me hables de las fiestas!"

- ¿Y eso por qué? -le digo-. Pero si vives hasta en la calle principal del pueblo, un sitio envidiable con vistas privilegiadas a todos los eventos...

- Pues esa es una. ¿Tú sabes que desde el día 1 de abril hasta mitad de mayo estamos de fiestas con todo lo que eso conlleva? Tengo ventorrillos abiertos para la ocasión al lado y enfrente de mi casa, todo el día con el olor de carne cochino frita en las narices y con las conversaciones de los noveleros hasta las tantas de la noche, guitarras incluidas a veces. ¡Y una tiene que dormir, que a la mañana siguiente hay que trabajar, digo yo! Y luego los cohetes, todos los días de Dios cohetes van, cohetes vienen, que los sufridos perros del pueblo, incluido el mío, están haciendo cola p'al psiquiatra, los pobres. Si quieres que te diga la verdad, yo el día de la Romería desaparezco, m'hija. Bueno, en realidad voy a casa de mi abuela que, si no voy ese día a probar el conejo en salmorejo a su casa, le puede dar un yeyo. Pero a todos los conocidos les digo que me voy fuera el fin de semana y, en cuanto llego a casa por la tarde, cierro ventanas y todo y, estoy calladita como un muerto, que si no, tengo allí a toda la tropa a hacer pis. ¡Con eso de que vivo en la calle principal...! ¡Quita, quita! Y hay más: desde el día 1 de abril el aparcamiento grande lo llenan de cochitos locos y norias y las calles están atestadas de carromatos de los que vienen con las atracciones y los ventorrillos. Aparcar en el pueblo se hace más difícil que encontrar un cine en el desierto. ¿Y sabes qué? También desde el 1 de abril hay carteles anunciando que el día 30 ¡se cierra la carretera general! ¿Dónde se ha visto semejante disparate? ¡Una carretera general que comunica toda esa zona con el resto de la isla! Procura que ese día no te dé un jamacuco porque igual, para llegar al hospital, tienes que dar un rodeo de padre y muy señor mío, te lo digo yo...

- Pero - le corto- las fiestas están estupendas: paseos de ganado, torneos, conciertos, concursos, galas, exposiciones, actuaciones, un festival folklórico, procesiones, encuentros deportivos de fútbol, baloncesto, lucha y bolas, verbenas, fuegos... !No les falta de nada! ¡Si hay hasta una exposición de palomas buchonas, dónde se ha visto eso! Y luego están las carretas, que son las más bonitas de las islas, no me digas que no.

- Sí, hija, sí, todo eso es verdad. Y además el pueblo se pone precioso con tanta bandera y tanto machanguito. Hasta el Ayuntamiento se disfraza de escenario (claro que para ir a pedir un certificado tienes que entrar por detrás, sorteándolo). Está bien estar en fiestas, yo soy la primera a la que le encanta un baile y una romería con sus carretas, sus papas arrugadas y sus pelotas de gofio. Me encanta ver los patios del pueblo preparados y adornados para el jolgorio. Pero ¡tanto tenderete es pasarse! Que un dulce nunca amarga pero una tonelada repugna un poco ¿no?. ¡Y mes y medio de festejos no hay quien lo aguante!

Y mascullando varias veces lo de ¡no me hables de las fiestas!, se fue mi vecina calle abajo a comprar garbanzos y carne cochino para llevar el día 30 a casa de su abuela.

19 comentarios:

  1. Charo Borges Velázquez24 de abril de 2023, 10:05

    Buena historia, la de tu vecina, Jane. Aunque a mí me da que esa joven es de las personas que protestan por todo (espécimen cada día más frecuente entre los humanos), y a la hora de la verdad, no saben lo que quieren.
    A disfrutar de las fiestas, a pesar de lo incómodas que puedan ser para algunos. Al fin y al cabo, sólo son una vez al año...

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    1. No tiene pinta de protestar por todo mi vecina, yo es la primera vez que la veo contrariada. Y tal vez tenga razón. Yo tengo la suerte de vivir lejos del pueblo y no me molestan tanto pero pienso que sobre todo lo de cerrar la carretera general es pasarse. Fíjate que está cerrada de las 10 de la mañana a las 12 de la noche. Yo estoy invitada a casa de amigos que viven al otro lado del pueblo y me encantaría ir (tú sabes que yo me apunto a un bombardeo) pero tendría que ir en coche y no puedo y no creo que aguante 14 horas de parranda. En fin, es lo que hay.

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  2. Pues yo estoy con tu vecina. Yo vivo en un pueblo( ciudad que me matan), pero no es La Fiesta dek Pueblo, una vez al año, es que tiene 15 barrios, y cada barrio la suya, y los barrios tienen "barritos", que también. En mi puebo empiezan en Abril con San Marcos, patrono de mi ciudad, y sigue con La Cruz, y cada calle es un pequeño barrio, y como tenga santito en una ermita ya está la comisión de fiestas el resto del año pidiendo "pa " voladores y festividacdes varias, casi todas muy ruidosa...Hablo de Ycod y un día voy a hacer índice de todas las fiestas que me conciernen, y que como es un valle ( maravilloso, por cierto, por más que intenten cargárselo ), pudes "disfruto" sobre todo de la música, que no es precísamente la sinfónica, y ruidos diversos ( Voladores, camarotes, fuegos artificiales ( el colofón). Mis perritos, que de día están en los alfrededores de mi casa ( a partir del 20 y tantos de Abril, están dentro porque tiemblan. Enumero de las que me acuerdo: San Marcod ( Ycod, patrono, dos semanas), El Amparo, Santa Bŕbara, La Centinela, Las Canalitas, San Antonio,

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    1. Sí, Elvira. esa es otra, los festejos y festejitos. Cuando se dice lo de "la fiesta va por barrios" se está haciendo una afirmación universalmente reconocida. Total que al final una está de fiesta todo el año.
      A mi vecina se le olvidó además lo de la petición de dinero, jajajaja. Seguro que también protestaba. A casa vienen pidiendo en septiembre que es cuando le toca a mi barrio. Paciencia y disfrute.

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  3. Parece que hay tope de palabras...jdejeje pues no sigo que las canso a ustede también. Pues sí, Isa, es un sinvivir el varano en Ycod.

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    1. Yo pasé un verano en Icod-Ycod, haciendo el albergue en San Marcos. Lo recuerdo como uno de los mejores de mi vida. Claro que entonces una era joven, tenía 18 años, y cuanto más tenderete hubiera, mejor.

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  4. Anónimo= Elvira Tricás, que me he hecho un lío.

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    1. Jajaja, ya te había reconocido, Elvira. Tu estilo te delata. :-D

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  5. Pues si, yo también estoy con la vecina. Hay que reconocer que este país ha cambiado mucho en las últimas cuatro décadas. Como decía Alfonso Guerra, "no lo conoce ni la madre que lo parió", pero hay que reconocer que aún nos quedan tareas pendientes...

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    1. Yo creo que en lo de las fiestas solo ha cambiado en que son más dilatadas en el tiempo y en el espacio. De mi niñez recuerdo todas esas celebraciones, las atracciones, los caballitos, los ventorrillos, los fuegos, la gala de la reina, las competiciones deportivas... Las fiestas eran un paréntesis en la rutina diaria y ocupaban el centro del pueblo. Ahora también lo son pero a lo grande. Y ocupan mucho más-

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  6. Puse un comentario le di a publicar y se esfumó

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  7. Iba de cuando yo vivía en la calle San José. Dios mío!! Que tormento. Cuando no pasaba una comparsa, el de la tómbola de la esquina, a voz en grito con un megáfono, haciendo publicidad de su negocio...en fin, terminé odiando los Carnavales.

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    1. Tuve una compañera que vivía encima de Firpe. Todos los carnavales desaparecía. O se iba de viaje o alquilaba un apartamento en el sur. Y otros amigos, que vivían en la Plaza del Cristo, terminaron odiando "La Chochona, me gusta la Chochona...". Son efectos colaterales de vivir en sitios privilegiados a efectos de ciudadanía.

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  8. Sí mi hija, son las dos caras de un mismo duro.
    Las fiestas que tanta vida dan a los pueblos y tanta alegría a sus habitantes, son las mismitas que temen otros vecinos, que ven como se interrumpe su paz y los lleva derechitos a la farmacia a por melatomina y tapones para poder descansar, ellos y sus animalitos a punto de sufrir un infarto, cuando viven en el epicentro de la celebración.
    Nadie dijo que fuera fácil contentar a todos.

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    1. Es el precio que hay que pagar por vivir en sociedad, Cande. Todos los sitios y todos los eventos tienen sus más y sus menos. Mi vecina seguro que lo pasa estupendo en casa de su abuela o si en la Plaza toca algún grupo que le gusta. Pero démosle y respetemos su derecho al pataleo por ese otro montón de inconvenientes.

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  9. Nosotros vivimos en el Sur porque trabajábamos allí.
    Y no solo eran las Fiestas de Semana Santa. En Julio y Agosto empezaban a llegar"Los Rusos" ( así los llamaban) con sus bolsos y niños.Nos quitaban el aparcamiento, aguantando esas charlas interminables en las terrazas.
    Los niños en la piscina ' Mamá, mira como me tiro " y nosotros: "Por favor, señora, mire al niño".
    Esto casi siempre coincidía con alguna Fiesta.
    Nos bajábamos al garaje, cerrábamos todo y dormíamos en el coche.

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    1. Esa sí que era una solución drástica, Esther. ¿Dormían bien? Yo de ustedes me mudaba de apartamento. O de pueblo. O de país.
      Menos mal que te jubilaste y te fuiste al campo. Que nadie te obligue a dormir donde no quieras.
      Un abrazo.

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  10. Te faltó hablar del lunes del Carretero!

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