lunes, 15 de mayo de 2023

El hijo de la mar



De todas las novelas de García Márquez la única que he releído y varias veces (ustedes saben que solo lo hago con las que me gustan muchísimo) es "Crónica de una muerte anunciada". Esa novela tiene uno de los comienzos más sencillos y a la vez más estremecedores que he leído: El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5,30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Todo el relato tiene algo de fatum, de la fuerza del destino, de que, hagamos lo que hagamos, no podemos evitarlo porque es nuestro sino. Así de frágiles somos los humanos.

Lo he recordado ahora porque este mes sentí lo mismo cuando vi morir en el mar a uno de mis amigos. Y como en la "Crónica...", hubiera podido contarlo diciendo que, media hora antes de perderse en el mar, Eduardo nos saludó con su cordialidad habitual, mientras mi marido y yo nos sentábamos en hamacas a su lado frente a las piscinas naturales del club de Bajamar. Hablamos de que ese día, el 3 de mayo, nos habíamos animado a bañarnos por primera vez en el año. El día estaba soleado, con una brisa agradable que se agradecía y la temperatura del agua, 20º, era ideal. En Bajamar al lado del mar hay 4 piscinas naturales: 2 pequeñas, la grande y otra, también grande, a la que llamamos "la negra" porque su fondo es de rocas. Cuando es la pleamar, como aquel día, la mayoría nos bañamos en esta, a la que el agua llega con menos fuerza. Pero a Eduardo le gustaba la otra, con las olas retumbando sobre su cabeza y la sensación de estar en el centro del mundo, sintiendo caer la espuma sobre el cuerpo.

Eduardo era del grupo de amigos con los que solemos hablar en el club. Hemos hecho viajes y comidas juntos y él fue, aunque nunca lo supo, mi "amigo invisible" en la fiesta de Navidad. Era afable y muy querido por todos y, aunque no tuve grandes conversaciones con él, sé que adoraba dos cosas. Una fue la música: un cuarto de hora antes de morir, mandó a un amigo común cuatro wasaps con el Bolero de Ravel, "Suspiros de España" de Rocío Jurado, "Los cuatro muleros" de Pepe Marchena y "La mazurca de las sombrillas" de la zarzuela "Luisa Fernanda". Otro de sus amores era el mar y ese día no veía la hora de bañarse, no quiso ni pararse a comprar fruta -contaba su mujer, conmocionada- por la prisa por llegar.

Cuando nosotros ya nos íbamos a la 1, él, que había estado hablando con unos y con otros, se despidió, dijo que ahora le tocaba a él y se dirigió a la piscina grande. Nosotros lo vimos caminando tranquilo por el borde exterior. La marea estaba muy alta pero nada que ver con las grandes mareas de septiembre. Me paré para verlo meterse dentro de la piscina y lo vi tirarse allí de pie, en una gozosa zambullida, de esas que alegran el alma. Fue la última vez que lo vi vivo. Cuando a los 10 minutos salí del vestuario ya no estaba.

Después vendría el rescate del mar, los esfuerzos inútiles por revivirlo y el llanto desconsolado de los suyos. Pero yo sé que siempre recordaré la zambullida, ese momento de gloria del que disfrutó plenamente antes de que el mar lo reclamara como suyo. Tuvo una vida larga y feliz, y al final murió como Machado pedía hacerlo en su "Retrato": Y cuando llegue el día del último viaje, / y esté a partir la nave que nunca ha de tornar, / me encontraréis a bordo ligero de equipaje, / casi desnudo, como los hijos de la mar.

52 comentarios:

  1. Lo siento mucho, Jane Lo que más me asusta, las muertes gratuitas ,inesperadas, que no obedecen a una causa, evitables Las muertes de las que podrían no haber sido si no hubieras ido ese día , si no hubieras estado alli de forma fortuita.porque esas te dejan con el porqué en el alma y no hay nada peor que no tener una respuesta.

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    1. Vete a saber de cuantas muertes nos hemos librado también por esa "casualidad". Al final, ninguna es evitable.
      A mí me gusta, más que la respuesta, la pregunta. Y entre ellas la que se hacían los filósofos existencialistas, concretamente Camus: ¿La vida merece la pena de ser vivida? Si pensamos que sí, hagámoslo plenamente, porque en el momento de morir ya no estamos

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  2. Son historias que impactan y nos recuerdan la fragilidad de la vida. Un relato precioso a pesar de su dureza. Espero no hacer daño con mis palabras, pero habiendo visto a tanta gente irse, con esta historia he recirdado una frase de una película que me encanta, Leyendas de Pasión, en la que tras el relato de la muerte del protagonista, un anciano sabio dice "tuvo una buena muerte".
    Un abrazo, Profe. 💚

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    1. Querida Sara, tú, que por profesión has visto tantas, nos podrías ayudar a los demás a relativizar y a pensar que la muerte es una parte más de la vida. Una buena muerte debe ser la de quien lo sabe y lo asume.
      Un abrazo grande.

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  3. Rosa Henríquez Fernández15 de mayo de 2023, 14:08

    Qué triste. DEP.

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    1. Sí que es triste, pero sobre todo para los que nos quedamos. Delibes decía: "Morir no es malo para el que muere; es tremendo para el que queda navegando por la estela que el otro trazó".

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  4. He leído muchos libros de él, pero este concretamente, no. Gracias por compartirlo👌

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    1. "Cien años de soledad" es su Obra con mayúsculas, una maravilla. pero esta está más cerca de mí. Te gustará, creo. Se lee en un pispás, y aunque sabes desde la primera línea cómo termina, no puedes dejar de leerlo. Es adictiva. :-D

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  5. Isa , que bonito homenaje a Eduardo , nosotros también lo conocíamos y nos impresionó mucho , se fue como había vivido disfrutando mucho del mar que le encantaba , decía su hija , “era muy atrevido “

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    1. Él conocía bien las mareas y había hecho lo mismo muchas veces. Pienso que fue cuestión de mala suerte: una ola mucho más grande que no se esperaba. Pero es verdad, sus últimos momentos fueron de disfrute y pienso que no se enteró del final. Siempre lo recordaremos.

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  6. Charo Borges Velázquez15 de mayo de 2023, 14:11

    Ay, Jane, debe ser muy duro e inolvidable haber presenciado la pérdida, para siempre, de otro ser humano. Si además es alguien allegado, la experiencia debe ser mucho peor.
    Yo también conocí a Eduardo en esos viajes y su desaparición me ha dejado perpleja, porque su vitalidad era arrolladora y cuesta aceptar que, en segundos, pueda acabarse para siempre.
    Triste relato, el tuyo, pero bonita conclusión a la que llegas, por su amor a la madre mar...

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    1. Mientras lo recordemos tal como era, no morirá. Yo conservo en la memoria la vitalidad de mi madre, la bondad de mi padre, la risa de mi primo Mingo, los dulces de mi abuela... Tanta gente querida que se me ha ido y lo cercanos que los siento. La muerte no existe mientras siga llegándonos la luz del que se fue.

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    2. Inés Parejo Sabina15 de mayo de 2023, 19:45

      Totalmente de acuerdo, me pasa lo mismo. Un beso grande mi niña 😘

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    3. Charo Borges Velázquez15 de mayo de 2023, 19:46

      Cierto, lsa. Tienes mucha razón. Mientras los recordemos y hablemos de ellos, siempre estarán con nosotros.

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    4. Provi García Delgado15 de mayo de 2023, 19:47

      Siempre en nuestra memoria y nuestro corazón… ♥️

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  7. Un beso, Mari. Lo siento.

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  8. ¡Qué triste, pero qué bonito relato , Isa! También leí La Crónica y me gustó mucho, y ahora que me lo recuerdas, la releeré.

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    1. Yo soy de mucho releer y lo sigo pasando bien cada vez que lo hago. No me importa saber los finales, a veces lo prefiero.
      Un abrazo y disfrútalo.

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  9. Maravilloso relato, hermosa reflexión… yo si he leído: Crónica de una muerte anunciada. A Luisa, una querida amiga sólo me queda darle mi cariño y que los recuerdos de los años vividos y disfrutados con él Sean el bálsamo que alivie ese profundo dolor.Cada uno de nosotros estoy convencida que tiene su hora marcada… y puedo hablar desde una experiencia muy dura por la que he pasado hace 2 años. No daban nada por mí… me moría, y aquí estoy viviendo cada día como si fuera el último

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    1. Yo también una vez pensé que me iba en el 92, pero aquí estoy, dando gracias por el milagro de vivir al día.
      En la memoria es donde encontramos a quienes quisimos y ya no están. Mientras los recordemos vivirán en nosotros.

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  10. Qué tristeza. D.E.P.

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  11. Qué impactante, cuánto lo siento, Isa, un abrazo.

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    1. Todavía no se me ha quitado el susto del cuerpo. Parece mentira pero es algo que nos recuerda lo hermosa, pero también lo frágil y débil que es la vida.
      Un abrazo.

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    1. Sí, Carlos, pena, tristeza, desconsuelo... Pero así es la vida.

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  13. Soledad Villalobos15 de mayo de 2023, 19:41

    Lo siento Isabel. Descanse en paz.

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  14. Francisco Guerra de Paz15 de mayo de 2023, 19:42

    Lo siento mucho, Isa.
    D.E.P.

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  15. América Esperanza León González15 de mayo de 2023, 19:43

    Me lo contó una prima que estaba allí, muy impactada estaba.Lo siento mucho Isabel Duque. Te dejo otra frase de esa novela a la que haces referencias..." La fatalidad nos hace invisibles". Precioso relato de un hecho triste 😢. Esa inmersión en el mar 🌊 y el cariño con la que lo describes.

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    1. Quería escribir sobre él (y pedí permiso a Luisa, su viuda) porque no me lo podía quitar de la cabeza. Impactante de verdad.
      Un abrazo.

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  16. Muchas gracias Isa por este emotivo recuerdo. Que frágiles somos como dices. Tu escrito me llega al corazón. Cuando se va un amigo tan inesperadamente es muy difícil.

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    1. Espero que todos juntos remonten la pérdida. Es un tesoro contar con amigos que comparten pena y cariño. Ánimo para todos.

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  17. Qué pena, Isa. Qué impacto te llevaste ese día. Un hijo del mar que llevaba prisa por reunirse con su Neptuno. Las pérdidas en el mar tienen algo trágico y misterioso, pero si él disfrutaba como un pez, piensa que mientras no sufriera sería la muerte feliz que tal vez hubiera elegido.

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    1. Ese es mi consuelo, el momento feliz que vivió, como digo, antes de que el mar lo reclamara. Espero de todo corazón que no haya sufrido en absoluto.

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  18. Mi sentido pésame, que en paz descanse.

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  19. Yo también conocía a Eduardo, del baloncesto sobre todo y también de saludarnos y hablar siempre que nos encontrábamos..... Muy triste pero maravillosamente escrito y contado por tu parte.... DEP

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    1. Era una persona vital y con muchos intereses. El baloncesto fue uno de ellos. La cantidad de gente que fue a su funeral mostró lo conocido y apreciado que era.
      Gracias, Ángel. Un abrazo.

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  20. Catalina Trujillo La Roche16 de mayo de 2023, 17:37

    Precioso homenaje, pero muy triste. Un abrazo muy fuerte para toda su familia

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  21. Isa, el relato tan exacto que has hecho, lo he revivido desde que se nos fué Eduardo .
    Amigo entrañable con el que hemos compartido durante muchos años celebraciones importantes en mi casa : Las bodas de mis hijas ,en La Quinta, Finales de Año, comidas en casa, salidas a restaurantes y guachinches,con amigos comunes , los fines de semana...etc...etc..
    Muchísimos recuerdos entrañables!!.
    El momento fatídico también lo vivimos juntas y eso me pareció ,una película de ficción.
    Quedan los buenos recuerdos y Creo que ahora ,nos estará viendo y cuidando a todos.
    ""Cuando un amigo se va, algo se muere en el Alma ,cuando un amigo se va"".
    Luisa es el Angelito que nos queda!!

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    1. Qué bueno, Yoli, es tener amigos de toda la vida, que conoces y quieres y en quienes sabes que puedes confiar. Afortunados somos los que tenemos esa suerte. Y Luisa especialmente lo es porque disfrutó muchísimos años del amor de su marido y también del cariño de sus amigos.
      Sabes que no se ha ido completamente. La muerte solo llega para los que no dejan recuerdos inolvidables.
      Un abrazo grande.

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  22. Tú, que vives frente a él, conoces bien, Lali, nuestro mar de Bajamar y sabes cómo es: hermoso e imprevisible. Por eso te agradezco infinito que me dieras la foto para ilustrar el escrito de esta semana. Nadie como tú para captar la ola, fuerte, hermosa y temible de este mar del norte.
    Eloy Sáchez Rosillo tiene un poema, "Luz que nunca se extingue", que a mí siempre me consuela y tiene que ver con lo que dices. Te pongo unos versos: "Mira dentro de ti, / con esperanza, sin melancolía. / No conoce la muerte la luz del corazón. / Contigo vivirá mientras tu seas: / no en el recuerdo, sino en tu presente, / en el día continuo del sueño de tu vida.".
    gracias, amiga.

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  23. Una pena muy grande para todos, para su familia y todos sus amigos que vivieron ese momento tan duro. Les conocí en algún viaje y era una gran persona. Lo he sentido mucho.

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  24. El hijo de la mar
    Preciso, sentido y emotivo relato.
    Me ha gustado mucho, Isa.
    Un abrazo.

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  25. Jane: no hay palabras que decir en momentos como este, sólo que lo siento.
    Un abrazo enorme.

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  26. Isa, muy emotivo tu escrito sobre Eduardo. Se lo enviaron a Gerardo sus compañeros del coro del casino. De eso se conocían, nos conocíamos. Como tú, no tuve conversaciones con él pero era tan agradable... Creo que era el puntal masculino más firme de ese coro y de su parranda derivada de los viernes. Se fue una buena persona. Gracias por tu bonito recuerdo. Besos

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