lunes, 29 de julio de 2024

¡Organícense!



Este título es el final de un chiste verde que no pienso contar porque ya lo destripé diciendo cómo termina y porque fui una niña de colegio pago y no cuento esas cosas. Pero a cuenta de eso, voy a hablar de otro tipo de organización, la de aquellos a quienes preguntamos siempre: "Pero ¿cómo haces para que te dé tiempo de todo?".

Ahora a los que no nos da tiempo de nada nos llaman procrastinadores, un derivado del verbo procrastinar, que en mis tiempos no existía y que significa "posponer deliberadamente tareas importantes pendientes a pesar de tener la oportunidad de llevarlas a cabo porque se tiene el tiempo y la ocasión". Es decir, somos los que dejamos para mañana lo que podíamos haber hecho hoy.

Enfrente están los que ejercen el time blocking (otra cosa que tampoco existía en mi juventud) y que básicamente es el ¡organícense! del título. Por ejemplo, mi hija, Ana González Duque, que es la persona más organizada que conozco, es escritora, editora, lectora editorial y tiene una empresa de Marketing online para escritores (MOLPE) ¿Cómo puede con todo? Pues tiene una plantilla (por colores) en la que cada semana apunta hora por hora lo que va a hacer cada día y lo cumple a rajatabla. Le pedí que me mandara, por ejemplo, lo que hizo un día concreto, el martes 9 de julio, y la cosa fue tal que así:

A las 7, levantarse y desayuno. De 7,30 a 8,30, caminar (mientras oye un audiolibro). De 8,30 a 9, ducha. De 9 a 9,30, corrección de textos (manuscritos, editoriales...). De 9,30 a 10,45, grabación del episodio del podcast (entrevista a un escritor). De 10,45 a 13, escribir. De 13 a 15, limpieza de la casa y comida. De 15 a 17, trabajo de edición de libros médicos con Anestesiar (una Fundación de formación para anestesistas). De 17 a 19, 2 horas de sesiones de estrategia de marketing para escritores. De 19 a 20, 1 hora de su programa de formación para escritores profesionales. A partir de las 20 horas, tiempo libre para estar con la familia, leer, cenar... Cada día es distinto y solo es igual el tramo de 2 horas de escritura, que los viernes son 3. Ha escrito un libro, "Productividad para escritores", sobre métodos para organizarse y la clave es priorizar las cosas que son importantes y dejar hueco para los imprevistos.

Comparemos ese mismo martes en mi caso. De 8 a 9,30, levantarme y desayunar despacio, mirando la niebla que baja desde las montañas de Guamasa. De 10 a 11, pilates, único momento del día con horario (porque no hay más remedio). Después de las 11, ir a La Laguna, aparcar, caminar un rato y coger el tranvía a Santa Cruz. A la 1, tomar el aperitivo en la Plaza del Príncipe. A las 2, comida en un argentino con mis amigas del colegio. Sobre las 7, volver. Cenar, ver algo de tele, ducharme, leer en la cama... Los buenos propósitos de ordenar el garaje, los libros, los armarios... se posponen. Y a procrastinar como una loca.

Y eso no puede ser. Porque otros días hago siesta posdesayuno y posalmuerzo y, además, sin remordimientos, que es peor. Así que me he propuesto pedirle prestada la plantilla a mi hija, hacer yo también eso del time blocking y tener todo al día. Por lo pronto, lo que he hecho es desempolvar un machanguito que tenía en otros tiempos en mi librería (imagen inicial) y volver a ponerlo a ver si me motivo. Como ven, en el cartelito dice: "Voy a organizarme. Un día de estos empiezo".

19 comentarios:

  1. Charo Borges Velázquez29 de julio de 2024, 18:46

    Ay, Jane, quien me iba a decir a mí, tan organizada toda mi vida activa, que terminaría conociendo y practicando esa palabreja tan moderna.
    Llevo cerca de 10 años procrastinando y poniendo en marcha lo que reza en el cartelito de tu simpático monigote.
    A veces, me invade un cargo de conciencia y dejo de procrastinar por unas horas, pero la carne es débil y vuelvo a las andadas.
    Igual, cuando menos me lo proponga, dejo de "gandulear" y recupero aquello que tan bien hacía: organizarme.
    Este post de hoy me ha llegado al alma, porque siento que me han descubierto...

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    1. Creo, Chari, que has acertado. En lugar de procrastinar, esa palabra tan fina, nosotras decíamos gandulear. E incluso nuestras madres y abuelas decían "palanquina", que en el Diccionario de canarismos la definen como "persona que anda de un lado a otro sin oficio ni beneficio". Ganduleando, vamos.
      A ver si cogemos fundamento y nos ponemos a organizarnos. Con este post he empezado a hacerlo porque reconocer la procrastinación es el primer paso para dejarla.

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    2. Charo Borges Velázquez29 de julio de 2024, 19:38

      Me da, Jane, que también a mí me ha venido bien leer tu post, porque hoy le he dedicado un ratito a organizar mi destartalado estudio. Espero no volver a él "un día de estos...".

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    3. ¡Oye! ¡No me des envidia! Yo hoy he ido a nadar, después a comer con unos amigos, luego una siesta tardía y ahora a contestarles a ustedes. Ni golpe en todo el día. Me recuerda a la cigarra y a la hormiga... Acabaré sepultada en papeles en mi despacho.

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  2. Rosa Henríquez Fernández29 de julio de 2024, 18:50

    Perdón las últimas palabras no están bien escritas pero tengo que cumplir el horario que a las 10 voy al tenis

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  3. ¡¡¡Jajaja!!!!
    Pues yo recomiendo un librito de un filósofo británico, Jonh N. Gray. de 76 años (tu edad, Jane, dos años menos que yo) titulado ."Filosofía felina. Los gatos y el sentido de la vida". ¿lo conoces? Me adhiero a su planteamiento . Por su título ya supondrás de qué va...
    ¿Te imaginas a un gato haciendo un planing? ;)) Pues eso

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    1. No lo conozco, Arista, y me lo apunto ya , seguro que conectamos.
      Yo oí esta semana hablar de otro libro que tampoco he leído (pero mi hija, sí) que se titula "Céntrate" del profesor Cal Newport y que es todo lo contrario, una defensa del organizarse para no trabajar horas extras, cumplir con los objetivos y tener tiempo libre.
      Sería interesante leer los dos y compararlos. A ver si me organizo y lo hago.

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  4. Carmen María Duque Hernández29 de julio de 2024, 18:57

    Muchas muchas gracias, salud y besitos para todos

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    1. Te estaba echando de menos, Carmelita. Sé que siempre estás ahí.
      Un abrazo grande.

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  5. Toda la vida organizandome... Ahora lo tomo con tranquilidad y con una ayuda va uno con tranquilidad. Saludos.
    Mucha tranquilidad se me fue...

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    1. La jubilación tiene eso: tranquilidad a punta pala. Sigue disfrutando de ella, querida Carmita.
      Un abrazo.

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  6. Es verdad, Rosa, lo que importa es hacer las cosas a nuestra manera. Y ya sabes que, cuando me jubilé hace 16 años, ya dije que ni un horario más. Hasta hace muy poco lo cumplí pero la edad no perdona y ahora hay que ir a pilates y a otras majaderías con su correspondiente horario. Qué se le va a hacer.
    Pero mientras pueda, relax total, lectura al atardecer, un baño cuando apetece, alegar con los amigos y escribir este post, no como obligación sino como un ejercicio saludable de diálogo con todos ustedes.
    Gracias por tus palabras. Un beso.

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  7. Procastinar sí, está muy de moda el término. No hacer hoy lo que puedas dejar para mañana...En fin, a poder ser llenarse de gestiones al día.
    Mi padre decía que más de dos, fuera de nuestras obligaciones diarias, no podía ser sano.
    Ya estaba adivinando el estrés que nos caería encima..
    Si te organizas y pones ese horario como tu hija, pues claro que todo se va resolviendo y tiene su rutinas bien definidas pero también es verdad que nosotras no estamos, o yo no estoy, para planes muy juntos en cuánto a horas, porque me gusta en esta etapa ir a mi ritmo, que es lentito y procastinar lo que no tenga ganas para mañana, que seguro vendrá otro día. Será que soy de pocas revoluciones.

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    1. Yo, aunque soy muy de agenda (¡No sin mi agenda!), también soy mucho de ir a mi ritmo. Una cosa que procuro hacer es tener las tardes libres. Y nada de estrés, como decía tu padre.
      Un beso, Cande.

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  8. Juan Antonio Núñez31 de julio de 2024, 17:59

    ¿Sabes que te digo? Yo procrastino cada día. La época del time blocking (sin llegar a semejantes extremos) hace doce años que pasó

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    1. Yo creo que sí, que ya estamos en otra etapa. Leí hace poco cómo se organiza un pastor de ovejas que está todo el día con ellas. Fíjate: "Vivo en una cabaña, tengo luz para una bombilla, cojo el agua para lavarme de un riachuelo que tengo a 50 metros, me aseo en el campo, duermo en unos tableros tipo litera, tengo una cocina de butano, una chimenea antigua y un foco de placas solares. Puede parecer raro, pero a mí me gusta".
      Como puedes ver, y como decía aquel torero, "hay gente pa to".

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  9. María del Pilar Valenzuela García31 de julio de 2024, 18:12

    Procrastinar es de sabios y tu hija es un crac

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    1. Y lo bueno que tiene, Pili, es que uno no se arrepiente de hacerlo.
      Lo que sí es verdad de Ana es que sabe lo que quiere y trabaja por conseguirlo. Y además, ama lo que hace. Es una buena filosofía de vida.

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