lunes, 7 de octubre de 2024

¿Quién se acordará?


Ustedes saben que Bécquer no era la alegría de la huerta ¿verdad? Pero francamente con la rima LXI se pasó. Basta acordarse de "¿Quién en fin al otro día, / cuando el sol vuelva a brillar, / de que pasé por el mundo / ¿quién se acordará?". Si él viera la cantidad de gente que se acuerda de él, las calles y plazas que llevan su nombre y los libros que todavía repiten sus poemas, le habría dado un patatús y se le habría quitado la depre de un plumazo.

Aparte de eso, al pobre le tendríamos que haber explicado que, según la sabiduría popular, hay además tres vías para que se acuerden de nosotros: tener un hijo, plantar un árbol, escribir un libro. Y él de eso último está sobrado. Así que cuando nos dé el melancólico y nos pongamos a suspirar en plan Bécquer, repasemos nuestra vida y miremos a ver si hemos acatado los tres consejos. 

Yo, por mi parte, del primero no me puedo quejar, lo he cumplido con creces. Hay en este mundo 6 personas (mis 2 hijos y mis 4 nietos) que existen porque yo existo. Espero entonces que recuerden a la madre con la que jugaron y cantaron y a la abuela que les enseñó a hacer pizza.

Por lo de plantar árboles, esta semana he plantado, con la ayuda de mi marido, un mandarino, un aguacatero y un nectarino. Con los 3 tenemos ya en la huerta unos 40 árboles (sin contar la palmera, el drago y el falso pimentero) que nos dan sombra, descanso, refugio ¡y frutas de vez en cuando! Leí que un árbol enfría igual que 10 aires acondicionados funcionando continuamente, que absorbe 2900 litros de agua de lluvia (será cuando llueve) y que filtra 28 Kg. de polución en el aire. Solo por eso, y no por el recuerdo de quién lo plantó, ya merece la pena rodearse de ellos. Y me gusta pensar que todos mis árboles están conectados entre sí por medio de las raíces. como dendritas en una red neuronal (como describe Peter Wohlleben en La vida secreta de los árboles) y que en el fondo saben quiénes somos sus cuidadores y nos recuerdan a su manera.

Y respecto a escribir un libro ¿creen que el que quiera que juzgue si hemos obedecido los tres preceptos me lo convalidará  por los 800 posts (801 con este) que cumplí la semana pasada? Desde el 2008, año de mi jubilación, aquí he estado semana tras semana. Creo que solamente por el empeño y la constancia me tendrían que firmar el papelito ¿no?

Y aunque luego "al otro día, cuando el sol vuelva a brillar" no se acuerde de nosotros ni el chico de la gasolinera, consuela pensar que, quieras que no, vamos dejando una huella por aquí, un arbolito por allá y una sonrisa como recuerdo de que pasamos por el mundo. Alguien lo captará, seguro. Y si no, ¿quién se va a enterar?

22 comentarios:

  1. Querida Jane, cómo me gustan tus artículos. El de la semana pasada, sobre tu sobrina, me parece uno de los más tiernos que he leído (pero como de costumbre, no tuve tiempo de decírtelo). Y este también es certero, emocionante y divertido.
    Sobre los hijos y los nietos, yo apuntaría además lo que dice Tita en "Como agua para chocolate": nunca nos iremos del todo, mientras alguien cocine nuestras recetas. Así que mira, lo de la pizza daría puntuación doble, según eso.
    Tengo un amigo que cada cumpleaños va y planta un árbol en terreno público. Luego se pasa todo el año llevando garrafas de agua reciclada para asegurarse de que sus "niños" salen adelante.
    Es inevitable que la gente como él o como tú dejen un rastro tras de sí, porque el mundo es indudablemente un poco mejor tras su paso ❤️

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras, Alicia, son como esos abrazos cariñosos que sabes que son sinceros.
      Yo pienso que esos tres consejos para asegurarte la posteridad son limitados porque ¡hay tantas cosas que se recuerdan de los que nos precedieron! por supuesto, la comida: los dulces de mi abuela, el arroz amarillo de mi otra abuela, las comidas de mi madre, las recetas "secretas" de mi familia que han pasado de generación en generación... Pero también las casas que mi padre construyó (era aparejador y contratista), entre ellas la mía, tan firmes que en el último terremoto ni me enteré; o los actos generosos de amigos que se recuerdan siempre; o un bordado, una canción o cualquier trabajo bien hecho...
      Uno de mis amigos, que murió hace poco, se conocía todos los senderos de la isla y plantaba dragos por donde pasaba. Las huellas de los que sueñan caminos...

      Eliminar
  2. Muchas gracias, me encanta lo que escribes, salud y besitos para todos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti, eso anima a seguir y a ver si una llega a los 1000 post. Salud y besos para ti también.

      Eliminar
  3. Veamos. Para mí los lunes, como para todo el mundo, es el día que comienza la semana. Y qué mejor manera que leyendo tu relato, el que siempre sorprende, el que da alas para la semana que empieza. Me he acostumbrado tanto a iniciar el lunes con tu cuentito que me falta gasolina si no lo leo no tengo fuelle. Luego sigue suministrandonos esa ilusión que nos regalas cada día de la Luna.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oooohhhh, qué gran responsabilidad. Porque convertir los lunes, con la mala fama que tiene, en fuente de ilusión (y de fuelle) es un gran compromiso. Se hará lo que se pueda. :-))

      Eliminar
  4. Mi querida duquesa, una exquisitez como todo lo q escribes. Por supuesto que has cumplido con creces los requisitos para ser recordada. Y no olvides la huella que vas dejando en las personas que hemos compartido contigo momentos de la vida y te queremos. Un abrazo, sigue con tu trabajo de repartir cariño y optimismo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú sí que dejas huella, mi realeza querida, con tu sonrisa y tu buen humor. Y tienes mucha razón, muchas veces lo que perdura de las personas es ese talante abierto, o la generosidad con la que se comportó con los demás, o la inteligencia con la que supo hacer frente con dignidad a los escollos de la vida.
      Gracias por tus palabras que sé que nacen del cariño. Un abrazo.

      Eliminar
  5. Charo Borges Velázquez8 de octubre de 2024, 17:54

    Cierto, Jane.
    Yo, como parte del título de un peliculón español dirigido por Agustín Díaz Yanes, "Nadie se acordará de nosotras...", creo que por un par de libros, un par de palmeras y ningún hijo, nadie me va a recordar. Prefiero que lo hagan por los buenos ratos pasados con risas incluidas, las charlas mantenidas, los paseos y comidas compartidos...
    Mejor quedar en las cabezas y los corazones de los que nos han conocido, que en las hojas de un libro y la tierra de un jardín, aunque espero que los que tienen hijos, siempre se acuerden de sus progenitores.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una amiga, que no tiene hijos pero sí un montón de sobrinos, me comentó ayer, a propósito de este post, que lo que tal vez importe en la vida más que el hecho de tener hijos es dar amor. Por supuesto, le di la razón. No es el acto da dar a luz o de transmitir tus genes, sino cuidarlos y quererlos. Lo que bien dices: quedar en las cabezas y corazones que quienes te han conocido. Buena herencia.

      Eliminar
  6. Así es . Hay q dejar recuerdo de nuestra sonrisa , bondad y amabilidad detrás de nosotros ....como mínimo...😜
    Buena semana!!
    Un abrazo😘😘😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Cuánta razón! ¿Te imaginas dejar recuerdo de todo lo contrario? Cuando vemos a dirigentes mundiales alimentando guerras, odio e intolerancia muchos nos preguntamos cómo dormirán cada día, cómo los recordarán las generaciones futuras, qué concepto tendrán de sí mismos... El recuerdo de nuestro paso por el mundo debe tener como mínimo lo que propones.
      Un abrazo y buena semana para ti también.

      Eliminar
  7. Querida amiga, a pesar de todos los "baches " eres muy afortunada por todas las cosas buenas que te ha dado la vida...👏🏻❤️ un besito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pienso que sí, Paqui, doy gracias a la vida que me ha dado tanto, como dice la canción. Porque es verdad que no es un camino de rosas y que en cualquier vida hay penas, problemas y preocupaciones. Pero que merece la pena, también.
      Un beso.

      Eliminar
  8. No te lo pierdas. Una amiga a la que también le gustan mucho las plantas me regaló este libro: "Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal" de Stefano Mancuso y Alessandra Viola. Es muy interesante, abre la mente.
    Te mando la foto porque se ve exactamente lo que dices en el post. ¡Qué cosas!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué interesante, Arista!. La pena es que en los comentarios no se ven las ilustraciones ni imágenes, así que explico a quienes nos leen que la portada del libro son dos árboles cuyas raíces se dan la mano.
      Es curiosamente la misma idea que defiende Wohlleben en el libro que nombro, esa comunicación entre los árboles a través de las raíces. A través de estas se mandan señales eléctricas, sincronizan la velocidad de la fotosíntesis, ayudan a los miembros enfermos de su comunidad canalizando minerales y se avisan cuando un predador los está atacando.
      Tal vez habría que ir al bosque más a menudo.
      Gracias, Arista.

      Eliminar
  9. Querida Jane:
    Esa rima del señor Becquer me ha hundido en la miseria, demasiado identificada en este momento, me temo. :( Tú texto, para compensar, me ha calentado el corazón. :)
    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo siento mucho, Dorotea. La verdad es que, como digo, Bécquer (y de paso todos los románticos) no es la alegría de la huerta. Pero tú ni caso. Y si no acuérdate de la rima XI, que después de no querer a la rubia ni a la morena, va y le dice: "Oh, ven, ven tú" a la "incorpórea e intangible, vano fantasma de niebla y luz, no puedo amarte". Quita, quita.
      Pienso que todos dejamos una huella en el mundo. Cuando nos reunimos los de mi familia, recordamos muchas veces a los que no están, sobre todo los golpes de humor que tuvieron (no los hijos, los árboles o los libros) y lo que nos querían.
      Ánimo y un abrazo grande.

      Eliminar
  10. Me encanta tu post de hoy, creo y espero que de mí se acordara alguien, no se porque motivo pero podrían ser múltiples lo tendrían que decir mis hijos, nieta y sobretodo mis amigas, un abrazo y como siempre un placer leerte amiga

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tus amigas te recordarán, seguro, por tu sentido del humor, por la lealtad hacia ellas y por la pasión que le echas a la vida. Yo también, además, por tu estilo (por eso sé quién eres a pesar de que salga anónimo el comentario) :-D
      Un abrazo.

      Eliminar
  11. Querida amiga, ése libro está convalidado no sabes cuánto. Es más tú has hecho una acción dentro de otra y no sólo has traído seis vidas, sino que una de ellas, vino con el libro bajo el brazo. Y bueno, si hablamos de los árboles preciosos que rodean tu casa, yo doy fé. Serás recordada seguro, pero para mí, no por ninguna de ésas cosas, sino por todo lo que me haces reflexionar cada lunes con tus bonitas palabras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Cande. También tienes razón con lo del libro bajo el brazo. Seguro que tener una hija escritora con más de 20 libros en su haber convalida lo de "escribir un libro". :-D
      Los árboles alrededor de casa están un poco de capa caída por este tiempo tan seco (creo que hasta los brezos de Las Mercedes lo están), pero todavía hay limones, mandarinas, naranjas y algunos aguacates. Y café en los cafetos. Algo es algo.
      No tengo palabras para agradecerte las tuyas, siempre tan cariñosas. Solo mandarte un gran abrazo con toda mi gratitud.

      Eliminar

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html