En muchas casas, la más pequeña de la familia o la única es la niña (o el niño, claro), el eje, el centro de atención, aquella por la que se iluminan las miradas. Y muchas veces ese nombre, la niña o nena, sigue usándose toda la vida. A dos de mis amigas las llaman Nena por eso mismo y a mi tía Nena nadie la conoció nunca por su verdadero nombre.
En mi familia la niña fue mi hermana, la más pequeña, y 20 años después mi hija, primera hija, sobrina y nieta. Pero después, durante mucho tiempo, la niña fue Isa, mi sobrina, a la que pueden ver en la imagen inicial cuando era pequeña. A ella le dedicó mi hija Ana una "Oda a Isabel" en agosto del 91, cuando la niña tenía casi dos años:
La niña tiene un pez
en la mirada,
un pez atado
de pies y manos a la vida.
Una casa sin umbrales
que ensombrece
la nariz dulce y pequeña.
Isabel,
el viento te hiere las alas
y tu risa,
anclada en el silencio,
te salpica la espuma
de la infancia
por la cara.
La "niña" es ahora médico rehabilitadora y esta semana pasada ha cumplido 35 años. Sigue teniendo la mirada dulce y la sonrisa ancha y esa alegría contagiosa y vital que Ana supo adivinar. Pero ya no es "la niña". El título ha pasado ahora a su hija de 5 meses, Lucía, un bebé precioso de ojos almendrados y sonrisa luminosa que nos tiene embobados. En Galicia cuentan que existen unos duendes, los meniñeiros -visibles solo a los niños-, que enseñan a reír a los pequeñitos. Solo así se explica que se rían tanto y sin motivo aparente. Y nosotros les devolvemos el eco de sus sonrisas.
Dichosas las familias que se perpetúan y en las que nacen niñas y niños que llenan las casas de ternura y risas. Dichosas las familias que coleccionan infancias y llenan de amor a sus niños, porque estos irrumpen en su vida y la transforman, la descolocan y la enriquecen. Y una infancia feliz, como diría Camus, hace adultos sin resentimientos.
"Estos días azules y este sol de la infancia". Es el último verso que escribió Antonio Machado.
Que post tan bonito y tan especial como tú, no he podido evitar que salieran un par de lagrimones leyéndolo. Te quiero mucho MTP
ResponderEliminarYo también te quiero, MSP, mi niña bonita, a la que nunca he visto en 35 años ni una mala cara ni un enfado. Vas a ser una mami estupenda. Lucía no sabe la suerte que tiene.
EliminarUn abrazo muy grande.
Me faltan palabras para aplaudirte este post dedicado a las niñas de tu familia y hoy a Lucía...es hermoso, dulce y lleno de amor. Felicidades, Isa!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Soy afortunada porque las niñas de la familia son estupendas. Y me faltó hablar de Eva, mi primera nieta, que es una persona muy dulce y cariñosa. Pero fue por muy poco tiempo "la niña". Enseguida vino David y le quitó el trono :-D
Eliminar¡Qué bonito, Isa, y qué envidia! Es lo que me falta en mi tranquila vejez para completar mis edades...Que los disfrutes
ResponderEliminar¿Y tampoco tienes sobrinos? Aquí hablo de hijos, sobrinos, sobrinos-nietos... Ellos También forman parte de ese entramado familiar que al final hace que la vejez no sea tan tranquila, pero que, como dice mi hijo cuando habla de la lata que le dan sus hijos (de 11 y 9 años), "compensa, eh, compensa". :-D
EliminarSi, sobrinos nietos si, que tengo...pero los disfruto poco, porque ahora los niños tienen muchas ocupaciones... Ahora una, la mayor, está en Terranova , becada por sus extraordinarias notas . Las niñas de las que va a ser el futuro...
EliminarAy, sí, esa es la pena (y también la alegría), que crezcan y emprendan vuelo. Y en eso tiene razón el viejo proverbio: "A los niños hay que darles raíces y alas".
EliminarY enhorabuena por esa sobrina. ¿Y si la fueras a ver a Terranova?
Ellos son bendición y regalo de Dios el http://xn--mo-nja.es/ varón ( el niño ) y me dió una niña ( mi nieta ) pero Dios me regaló otra niña y le digo mi niña grande ( Gina la de Mizar tu prima ) Bendiciones a todos y a usted también.
ResponderEliminarLos niños de la casa no siempre son los nietos, sino también los que hacen el papel, aquellos a quienes queremos tanto como si lo fueran. Afortunados aquellos que tienen niños a quienes amar y que nos enseñen a reír y jugar.
EliminarSiii de hecho yo nunca la nieta la he podido tocar ni ver ,( solo gracias a las tecnologías modernas por cámaras ) vive en la Habana y mi salud no me permite viajar ,yo en Banes ,
EliminarQué pena, pero qué bueno las facetimes y los aparatos de ahora que nos permiten hablar con los nietos cara a cara aunque estén lejos. Ahora mismo acabo yo de hablar con la mía que me estaba contando sus partidos de baloncesto. Espero que te reúnas con ella alguna vez.
EliminarBanes fue el pueblo en el que nació mi padre.
Un abrazo.
Ohhhh ! Precioso escrito hermanita , lleno de amor y ternura y del buen hacer de una gran escritora!!! Muchísimas gracias!!! ❤️❤️❤️❤️❤️❤️
ResponderEliminarMuchísimas gracias a ti, mi hermana querida, tenerte al lado, juntas pero no revueltas, es uno de los mejores regalos que la vida me ha dado. Estoy feliz por mis sobrinos, que son como hijos, y por esos nietos preciosos. Mamá, con lo cariñosa que era y lo que le gustaban los niños, estaría privada de ver la gran familia que tenemos y el montón que nos juntamos cada vez que hay que celebrar algo. Y orgullosa de ver que has heredado de ella la generosidad y la novelería. Muchísimas gracias.
EliminarEy , que cuando yo era “ la niña “ , tres zangalotes grandes se aprovechaban contándome historias de miedo donde aparecían manos misteriosas por la ventana del patio de la casa del Pilar !!!
ResponderEliminarEn aquellos momentos me chijaba de miedo , sinverguenzas
Jajajaja, es que el ser "la niña" tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por un lado, el mimo de todos, el que eres lo más importante del mundo y todo eso. Y por otro, que se te tiene que instruir en la vida y que contarte historias de miedo forma parte de esa educación. ¿Y te acuerdas de la ventana del patio' Por ahí aparecían también misteriosos papelitos cuando en navidad nos portábamos mal, que decían: "Si se siguen portando mal, no les traeremos ningún regalo. Los Reyes Magos".
EliminarY tampoco éramos tan grandes...
La verdad tuvimos una infancia superfeliz , con unos padres maravillosos y unos tíos y abuelas q nos mimaban hasta la saciedad !!! Los cuatro lo pasábamos de lo lindo y cuando se unió Mingo al grupo , ya éramos lo más !!
EliminarEs verdad, qué bien lo pasamos y cuánto jaleo armábamos cuando estábamos todos juntos (más los amigos que se agregaban). Nuestra casa estuvo siempre llena de gente.
EliminarNosotros fuimos tres varones, no hubo niña.
ResponderEliminarDespués en mi casa si apareció “la niña”, Mercedes, posición que más tarde cedió a su hija Paula que se mantuvo ahi durante mucho tiempo hasta que cedió el puesto a su prima Ahinoa que pronto lo cedería a su prima Abril, que a su vez lo cedió dos o tres años más tarde a su hermana Vera, puesto que acaba de pasar a Senda, un precioso cachorrito de Braco de Weimar, que en estos momentos es la “niña” de la familia.
Bueno, la fiesta continúa, así que no te asombre que aparezca una niña nueva a quien mimar. No te acomodes demasiado que, aparte de los mimos, dan un trabajazo que no veas. Enhorabuena por esas 6 "niñas" que has tenido la suerte de tener en tu familia.
EliminarQuerida isa,muy tierno tu "niña "! Me identifico muchísimo con la "niña "... yo fui la niña en mi casa...Recuerdo,cuando tuve a mi primera hija...(yo tenia 27 años!)hermano mayor (éramos siete!) Sus primeras palabras..."mira tu...ella " ya con una hija y todo "!!!fue precioso 💖
ResponderEliminarYo fui "la niña" también, pero ni me di cuenta :-D
EliminarSer la hija pequeña es lo que hace posible ser la niña casi toda la vida. Las "niñas" crecen sintiéndose seguras y amadas. Es una gran suerte.
El mi niño/a de la "madre canaria" es a veces posesivo y asfixiante y termina por agobiar, que no es el caso que ocupa a nuestra apreciada Isa Duque que, magistralmente, nos muestra la diferencia afectiva existente entre madre hija/o nieto/a y otros "piojos pegados "como decimos en canarias
ResponderEliminarFreud dijo que, en muchos casos, ese excesivo celo y mimo corta las alas al infante o niña haciéndoles dependientes de por vida. En las zonas rurales los hijos /as son siempre asociados a la madre, en un afán protector ,nunca al padre .
yo era y soy Alvarito el de Efigenia .
Otros : Juan el de Adela, Pepe el de Ana , Isa la de Isabel.
y en el caso de tener el mismo nombre (homónimo) que el padre o la madre se recurre, casi siempre al diminutivo
Así tenemos: arturo / arturito, ana /anita, pepa /pepita ,isa-/isita, Juan/ Juanito , Kanda/kandita, Elvira/Elvirita( mi amiga ycodense) y cuando el nombre es largo se recurre a la simplificación
VG. Francisco /a no es Francisquito/a sino Paco /a ,Isabel en Isa y no Isabelita (nuestra autora)
sal-u-2
alfa
Concepcion en Concha
Me encantan tus análisis, Alvarito el de Efigenia.
EliminarYo soy de decir "mi niño" y "mi niña" de toda la vida, y espero que nadie lo tome como posesivo ni agobiante porque se lo digo hasta al que me viene a vender algo: "Ay, no, mi niño, no me interesa".
El predominio de la madre se ve mucho también en La Palma. En mi casa mi madre era el eje alrededor del cual la casa giraba. Cuando murió dejó un vacío difícil de llenar.
También yo fui la primera hija, nieta y sobrina, Jane, pero el "reinado" sólo me duró un año y 18 horas, porque llegó el segundo de la saga.
ResponderEliminarPero, por fortuna, después hemos tenido unos cuantos niños y niñas, y lo mejor, es que seguimos teniéndolos. Con menos frecuencia, es cierto, pero por lo mismo, mucho más celebrados.
El post de esta semana te ha quedado tan bonito como esos críos y crías que exaltas. Enhorabuena.
A mí también me duró poco, Chari: 17 meses. Así que no me enteré nunca de haber sido la niña. Todo lo contrario, haber sido la mayor a veces era una lata y protesté mucho por eso: que si tenía que cuidar a la niña, que si tenía que ser responsable, que si no me dejaban ir a sitios que a mis hermanos les dejarían después... Un rollo.
EliminarGracias por tus palabras, sé que a ti también te gustan los niños.
Isa que precioso, no me cansaré de darte las gracias por enviarme tus maravillosos escritos 🥰🥰🥰🥰
ResponderEliminarMuchas gracias, Mingui, a mandar. Un abrazo.
EliminarIsa, que bonito relato, y cuanta verdad encierra. Ahora, a disfrutar de esa pequeña muñeca, que ha llegado a la familia.
ResponderEliminarSí, estar con ella te alegra la vida. Tan chiquita y cuánto lugar ocupa.
EliminarUn abrazo, Esperanza.