Célula madre ejerciendo |
El jueves pasado, en mi paseo mañanero, oí por la radio una entrevista a Amaya
Ascunce, una periodista y bloguera muy simpática, a la que Planeta edita un
libro titulado “Cómo no ser una drama mamá. Las 101 frases de tu madre que
juraste no repetir”. Amaya ha acuñado el término genial de drama mamá,
refiriéndose con él a todas esas madres que, durante toda la vida, te aconsejan,
te reconvienen y te amonestan, con frases contundentes, siempre poniéndose en lo
peor y echándole un poquito de drama a la cosa. Es decir, Amaya ha hablado de
mí, de mi madre, de mi abuela…, de todas nosotras.
Y es que, con respecto a nuestros retoños –que lo siguen siendo, así tengan
cerca de 40 tacos, como los míos-, las madres tenemos un rol fundamental, que es
el de preocuparnos. Las drama mamás somos, en esencia y por encima de todo,
madres preocupadas.
Nos preocupamos por el asunto de la comida y mostramos esa preocupación con
el “¡Come y calla!” universal o con las respuestas a la eterna pregunta que te
hacen toooodos los días: “¿Qué hay para comer?”. “¡Comida!”, o, más
finamente:”¡Mierda frita pinchada en un palo!”. De chicos, cuando no queríamos
cabezas fritas (de pescado o conejo), vísceras, lengua o demás porquerías por el
estilo, las madres siempre decían: “¡Pero si es lo mejor!” (“¡Pues comételo tú,
guapa!”, le hubiéramos dicho si nos hubiéramos atrevido, que no era el caso).
Nos preocupamos por el baño, como una vecina mía que, cuando venía a recoger
a su hijo que jugaba con los míos, siempre le decía: “¡Y ahora, a bañarse! ¡Y
con jabón!”.
Nos preocupamos por las relaciones con los amigos o con el otro sexo y aquí
hay drama mamás para todos los gustos. Desde el “Date tono, mi hija Zoila”, con
el que despedía la madre de una amiga a su hija, a ver si pescaba marido, hasta
el “Vas a estar más vista que el TBO”, de otra, que quería que su hija fuera más
recatada. Y estaba también el consejo de mi abuela para que no nos fiáramos
nunca de un chico por mucha labia que tuviera: “Prometer hasta meter y, después
de metido, se acabó lo prometido”.
Hay que entender a las drama mamás. Nuestro principal objetivo no es dar la
vara, como parece, sino que los hijos salgan para adelante “más derechos que una
vela”. Con un “ten fundamento” me despedía siempre mi abuela Lola. Y el “¡porque
lo digo yo!” cerraba el capítulo de cualquier negociación. Todas esas frases
forman parte del catecismo obligatorio que todas las drama mamás aprendemos, por
ciencia infusa, desde el primer mes de embarazo.
Yo siempre he ejercido de drama mamá. No hay vez que no les diga, cuando se
van de casa, lo de que “vayan con cuidadito” y, si se van lejos, siempre les
pido que manden un mensaje de que llegaron bien. Se suelen olvidar, esa es la
verdad, porque tampoco he tenido tanto éxito como drama mamá. Ustedes han oído
eso de que, en todas las parejas, uno hace el papel fuerte y otro, el flojo.
Bueno, pues yo soy la floja. Cuando me enfadaba, en alguna ocasión hasta les
daba la risa. Mi nuera ahora, cuando quiere que su hijo la obedezca, sólo tiene
que decir un verbo: “¡Mírame!”. Y la cosa le funciona, oye. Pero yo no tengo la
mirada hipnótica… A lo más que llegaba con mis hijos era a decirles, para que
hicieran algo, el “¡Cuento 3!”. Pero, cuando llegaba al “¡2!” y veía que como si
oyeran llover, seguía con el “¡2 y medio!”, “¡3 menos cuarto!” y así.
Amaya Ascunce en su blog dice que, con él, quiere liberar a la drama mamá que
hay en su interior para que sus hijos no tengan que soportarla. Pero… Ayer
estaba en casa de mi hija. Los niños habían terminado de hacer la tarea y ella
les decía que recogieran libros, lápices y cuadernos y los metieran en la
mochila, para después ducharse. Ante el remolonear de ellos, mi hija pronunció
una frase que me emocionó hasta lo más profundo, porque significa que, a pesar
de todo, existe un hilo de unión entre las generaciones, un reconocimiento de
que todas formamos parte de una sociedad de drama mamás que se extiende a lo
largo de los siglos. Algo así debió pronunciar Eva a Caín, Cleopatra a Cesarión,
Isabel la Católica a Juana la Loca.
La frase fue: “¡Cuento 3!”.
¡¡¡¡Cielos, Leoncio, me he convertido en una drama-mamá!!!! De ahí al "no me gusta cómo te queda esa falda tan corta" y al "¿Y no hay nadie más gracioso en tu clase?" va sólo un paso....
ResponderEliminarAy, hija, yo te he de ver (y tú has de ver a Susanita más adelante) diciendo lo de "mucho cuidadito", "no te pintes tanto", "¿y ese quién es?", "no llegues tarde", "no te quedes leyendo hasta las tantas", "ponte algo encima que hace frío", "¿y esa falda no es demasiado corta?"... A lo mejor, dinero no heredamos, pero frases de madres y abuelas... Repetirlas es una ley inexorable de la naturaleza, igual que la de la gravedad.
EliminarGenial, Jane, como siempre. Me identifico plenamente. Y ahora que tengo lejos a mis hijos, no he mejorado nada: les sigo diciendo las mismas cosas... por el Skype.
ResponderEliminarYo creo que no se trata tampoco de mejorar: somos así y a mucha honra y ya está. Fíjate que he leído las cartas que mi abuela le mandaba a mi padre (él tenía 18 años y estaba trabajando en el Ayuntamiento de Garafía en La Palma) y parece que me oigo a mí misma: "Abrígate, que las tardes ahí son frías", "no te quedes levantado hasta muy tarde por la noche, que luego tienes que madrugar", "ayuda a los tíos y échale una mano con los niños"... Cartas, emails, Skipe o en persona, las drama mamás somos incombustibles.
EliminarHola Jane
ResponderEliminarMuchas gracias por dedicarme el post. Me he llegado por varios sitios porque parece ser que tenemos una conexión en Bruselas.
Y yo creo que ningún niño del mundo llegó a oir ese 3, como mucho llegaron al 2.5. Al menos no ninguno que esté vivo
besos nena
Hola, Amaya. Cuando compré tu libro, el librero de aquí, de Tenerife, se quejaba de que no había llegado a tiempo para el Día de la Madre (llegó el lunes). Así y todo, tenía un montón reservado, así que mi enhorabuena por el éxito. Y gracias a ti, por pasártelo estupendo escribiendo de nosotras, las drama mamás del mundo entero, por el humor con que te tomas los drama consejos (después de todo, madre no hay más que una) y por haber escrito un libro tan divertido, con un tema tan universal. Y aunque una drama mamá que conozco decía "no te rías a carcajadas, que luego te arrugas", me ha encantado hacerlo (con lo de los disfraces, lloré). En estos tiempos, la risa es higiénica y muy liberadora. Gracias, gracias, gracias.
EliminarAh, y vete con cuidadito, no te asomes a la ventana, no te tragues el chicle, etc, etc.
Qué bueno! Tendrías que tener en cuenta también que llega un momento en el que somos los hijos los que le pedimos a los padres que llamen en cuanto lleguen a casa para saber que están bien... cómo llamaríamos a eso?... jajaja incluso también contamos hasta 3 jajaja
ResponderEliminar¿Serás una drama hija? Una de las cosas de las que nos quejamos las de nuestra generación es que antes dependíamos de nuestros padres (yo tenía que estar en mi casa a las 9 y media con 22 años) y ahora dependemos de los hijos ("¡Pero, mamá! ¿Dónde estabas que te he llamado 10 veces y no contestas?" "¿A estas horas?") Debe ser el eterno retorno ¿te acuerdas? Un abrazo.
EliminarEso mismo iba a comentar yo. Soy una drama hija en toda regla. Y si lo hago con mis padres, qué no haría con mis hijos si los tuviera jajaja.
EliminarBesos
Tendremos que dedicar un post a las drama hijas. Cuando mi padre se quedó viudo nos tocó a mis hermanos y a mí serlo. Que si no te pongas esa camisa que no te pega, que si no bebas más de dos vasos de vino en la comida, que si esto, que si lo otro ¡Pobre papá! No sé cómo no nos mandó a donde nos tendría que haber mandado...
EliminarEl mío lo hace. Y mi madre también. No me dicen "vete a paseo" pero hay muchas maneras de mandar a alguien a un sitio sin decir las palabras mágicas jajajaja. Se aprovechan de la distancia, mis dramas pierden fuerza por el camino.
EliminarA mí me parece que los drama consejos no son seguidos nunca ni por padres ni por hijos. Como si oyeran llover. Pero para algo sirven cuando luego nos vemos repitiéndolos de generación en generación. A lo mejor para tranquilizarnos a nosotros mismos. Por lo menos, yo no me quedo tranquila si no les digo el "vayan con cuidadito".
EliminarUna vez fui a visitar a su casa de una amiga que había tenido una niña recientemente, cuando acababámos de comer, sin levantarnos de la mesa, dijo:
ResponderEliminar- Me voy al otro cuarto a dar de comer a la niña, que si no está tranquila no come ¿te importa que te deje un momento?
Y a sus otros hijos, les dijo:
- No hace falta que recojáis la mesa, ya lo hago yo cuando vuelva, ved la tele un rato con mi amiga, y después a los deberes.
Se fue y ¿sabes lo que pasó? Que se miraron los hijos entre ellos y dijeron
- Recogemos la mesa ¿no?
- Sí, sí.
¡¡Y recogieron la mesa aunque su madre les dijo que no hacía falta!!
¡¡Esa sí que tenía poderes hipnóticos!!
Cuando volvió le dije
- Y estos niños ¿qué son? ¿contratados?
pd. A veces me pregunto si no lo soñaría, pero ni subconsciente es tan optimista.
¿Niños que recogen sin decirles que lo hagan, o todavía peor, diciéndoles que no lo hagan? Imposible, eso no existe. Lo soñaste, Loque, seguro. Mi madre siempre me decía que, cuando yo me casara (era impensable que me fuera de casa sin casarme), ella tendría que entrar en mi casa dándole patadas a todas las cosas que yo dejaría tiradas por el suelo. El rol de las madres es preocuparse y dar sabios drama consejos. Y el de los hijos es el no hacer caso de ellos.
Eliminar"Estás malcriando a la niña", dijo el drama papá a la drama mamá.
ResponderEliminarAh, lo de los drama papás merecería un capítulo aparte. En casa (acuérdate de que yo soy la floja) el drama papá es el que decía a mis hijos cosas como "Te voy a dar un cogotazo para que tengas motivos para llorar". Y, sin embargo, mi padre era como el de Amaya Ascunce: un no drama papá con ausencia total de consejos: "¿Que la nena fuma? Déjala, que se fastidie".
EliminarYo también soy un drama hijo, pero sobre todo un drama hermano :(
ResponderEliminarNo le queda nada a Jaime :)
En todas las familias siempre hay alguien así, alguien que se preocupa más que los demás por todo el mundo, y en la tuya ese eres tú, qué le vas a hacer. Pero Jaime tiene suerte de tenerte como padre.
Eliminarholaa Jane,
ResponderEliminarNo me identifico mucho como drama mamá, aunque claro, los demás puede que sí me vieran así, jajaja. Intento recordar qué frase les decía a mis hijos para que no se perdieran por las ramas... pero no recuerdo ninguna. Creo que más bien era de las de mirada hipnótica, jeje También el cambio de tono en la voz y cómo no, el nombrarlos con nombre y apellidos. Eso causaba normalmente un buen efecto.
Encontrar la fórmula adecuada en cada familia es toda una odisea, que depende de muchas cosas...
Besos
El nombrarlos con nombres y apellidos, el tratarlos de usted y, sobre todo, la mirada hipnótica imponen mucho, sí. Hasta mi sobrino utiliza ésta con su hija. Lo malo es que las miradas son de ida y vuelta y los hijos pueden revirarse. El otro día oí a mi sobrina-nieta, un fisco chico de 3 años, decirle a su padre (que le había denegado algo antes), mientras se ponía en jarras: "¡Papá! ¡Mírame a los ojos!". Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte
EliminarEl problema fundamental de las madres es que sus retoños suelen tenerles sorbido el cerebro y les pasan carros y carretones. Mi madre, que era una mujer de carácter, no conseguía meternos en cintura a partir de cierta edad y, sobre todo mis dos hermanos y yo, acabábamos riéndonos de ella, la pobre, que intentanto ocultar la sonrisa que se le escapaba nos decía: ¡Pues a mí no me hace ninguna gracia!
ResponderEliminarSi la cosa llegaba a más, doña Isabel invocaba el principio de autoridad y decía ¡Ya verás cuando llegue tu padre! lo que suponía, por una parte la vuelta al orden inmediata -nombrar al viejo eran palabras mayores- pero por otra era una pérdida absoluta de autoridad.
En fin, amiga Jane, me da que hay cosas que no cambiarán nunca.
El recurso al padre es el último que nos quedaba a las drama mamás blandas. Mientras las madres dicen: "¡Cómo me quite la chola...!", los padres no dicen nada: actúan. Yo ahora lo empleo con mis nietos, pero apelando a mi hija: "¡Cuando se lo cuente a tu madre...!".
EliminarMi hija y mi yerno llevan con los niños una curiosa cuenta de puntos arriba y abajo, según se porten bien o mal. Un 10 en las notas es un punto más; un suspenso, un punto menos (una vez el Terro perdió de una sentada 21 puntos). Entonces, cuando lidio con ellos, como este fin de semana, les digo: "¿Cómo que no obedeces? ¡Un punto menos!" "Las "abas" no pueden bajar puntos", me dicen ellos. "Pues cuando se lo cuente a tu madre...". A veces surte efecto.
Hace mucho tiempo( no me acuerdo dónde) vi a una mujer de unos 40 años,con hijos adolescentes, tirandole una bronca a uno de sus hijos, y que acababa con una frase genial: "¿Sabes lo peor de todo que mi madre tenía razón?".
ResponderEliminarClaro, madre no hay mas que una porque si hubiera dos no hay quien las aguante.
Las drama-mamás han existido siempre, y siempre exixtirán, debe ser genético, el instinto de protección.
Yo hay algo que siempre me acuerdo que decía mamá (y seguro que las demás también). En medio del almuerzo, cuando ya te habías comido el primer plato(generalmente la sopa o el potaje "que es bueno para crecer), mamá preguntaba: ¿Y mañana que comemos?, y claro comenzaba el follón, y la llamábamos pesada. Ahora que soy padre y generalmente me toca cocinar, yo hago la misma pregunta, y mis hijos me dicen que me calle y que soy un pesado.
Lo dicho, es genético.
Un abrazo Jane.
Sí que tenemos razón en muchas cosas, pero somos unas pelmas, lo reconozco. Me he estado acordando de frases que yo les decía a mis hijos y algunas eran para encerrarme, pobrecitos míos. Me acuerdo de decirles que no se pusieran bizcos, que, si les daba un aire (que vete a saber qué es eso), se quedarían así para siempre. Les dije también que, si el día de fin de año, a las 12, no estaban comiendo uvas con todos, estarían tontos todo el año (cosa que preocupó un montón a mi hijo, una vez que no llegó a tiempo porque había ido al water). Y, como no aprendo, ayer, que mi nieta no quería las zanahorias del potaje de lentejas, le dije que eran buenas para la vista y que, si no las comía, ya la vería yo, de mayor, andando a tientas. Menos mal que no me hacen caso porque, si no, hasta los traumatizaba y todo.
EliminarUn abrazo, Juan.
Casualmente escuché hace poco en la radio algo de esto y con intervenciones de gente que llamaba contando sus experiencias como hijas, y es que está clavado. Además se comprueba que son cosas de las mamás de todos los lugares, no tiene fronteras.
ResponderEliminarUn beso.
No me extraña que la hayas escuchado. Lo del libro ha sido un boom y la propia Amaya está que no se lo cree. Cuenta todo lo que le ha pasado en la promoción del libro en un post divertidísimo que recomiendo leer (también, para que veamos que hay gente famosa que no se toma en serio, como tiene que ser).
EliminarY tienes razón. Las drama mamás mundiales somos así tal cual. Un beso.
¡Glorioso! me he reido muchísimo...y es que, cada vez soy más dramamamá y cada vez que pronuncio el ¡cuento 3! y el ¡peinaté que se te note que te has peinado! mi madre se me representa como si la tuviera delante
ResponderEliminarSi es que lo que no se roba...se hereda!
Pues ya podíamos heredar latifundios ¿verdad? Y es verdad que las dramamamás nos metemos con los pelos de las hijas. Amaya, la dramahija por excelencia, dice que su madre siempre le dice que se quite el pelo de la cara, tú que se note que se ha peinado, mi madre de chica me lo rizaba (¿querría que me pareciera a Shirley Temple?) y yo a mi hija siempre quería que llevara el pelo cortito (para no tener que peinárselo). Ante todo eso, las hijas han encendido la mecha de la rebelión.
EliminarTienes razón, es que nos pasamos la vida preocupadas por los hijos y que si cuídate mucho, ten cuidado, no vuelvas sola, etc, etc.
ResponderEliminarSupongo que será el Amor y el afán de protegerlos. Bufff, pero ¡¡¡¡qué agonía!!!
Un beso.
Eso no es lo peor. Lo peor es que esa agonía es ¡para toda la vida!. Como dices tú, ¡buffff!.
EliminarJAjajajaja .. me declaró drama mamá, muy buen narrado. Gracias.
ResponderEliminarAquí, América, que levante la mano la que nunca ha dicho lo del "¡cuento 3!". No se escapa ninguna. :-D
EliminarYo forofa del "tenga fundamento"!
EliminarYo también. Y hay muchos forofos del "porque lo digo yo". El padre de Melchor añadía "que soy la verdad, la justicia y la razón".
Eliminar¡Cuánta razón en esas reflexiones amiga mía! Yo sigo teniendo en la boca cada vez que salgo a la puerta a despedirlos: «Pórtate bien» y ellos responden: «vale maaaaaa» jajaja. ¡Ay, las madres!
ResponderEliminarA mí, de tanto oírme, cuando no se los digo, me lo dicen ellos. "¿Y lo de "vete con cuidadito"?". No tenemos remedio :-D
EliminarBuenísimo como siempre, Isa. Soy una DRAMA MAMÁ . Y suscribo todas esas frases que se dicen. Por supuesto levanto la mano por lo de " cuento hasta 3"
ResponderEliminarY más frases que hay, Nélida. Ahora por el Día de la Madre estuvo circulando por las redes lo de "Todo lo que aprendí de mi madre". Supongo que lo habrás visto pero te lo pongo aquí por si acaso no, y porque tiene su gracia. No pongo la autoría porque no la dice en ningún sitio, pero en el fondo las autoras somos todas las madres:
EliminarTodo lo que siempre necesité saber, lo aprendí de mi Madre:
Mi madre me enseñó a APRECIAR UN TRABAJO BIEN HECHO:
"Si se van a matar, háganlo afuera. Acabo de terminar de limpiar!"
Mi madre me enseñó RELIGIÓN:
"Mejor reza para que esta mancha salga de la alfombra."
Mi madre me enseñó LÓGICA:
"Porque yo lo digo, por eso... y punto!!!!"
Mi madre me enseñó PREDICCIONES:
"Asegúrate que estás usando ropa interior limpia y entera, en caso que tengas un accidente."
Mi madre me enseñó IRONIA:
"Sigue llorando y yo te voy a dar una razón verdadera para que llores."
Mi madre me enseñó a ser AHORRATIVO:
"¡¡¡ Guarda las lágrimas para cuando yo muera!!!"
Mi madre me enseñó ÓSMOSIS:
"¡¡¡¡¡ Cierra la boca y come !!!!!"
Mi madre me enseñó CONTORSIONISMO:
"¡Mira la suciedad que tienes en la nuca, vuélvete!"
Mi madre me enseñó FUERZA Y VOLUNTAD:
"Te vas a quedar sentado hasta que te comas todo."
Mi madre me enseño METEOROLOGÍA:
"Parece que un huracán pasó por tu cuarto."
Mi madre me enseñó HIPOCRESÍA:
"¡¡ Te he dicho un millón de veces que no seas exagerado!!"
Mi madre me enseñó EL CICLO DE LA VIDA:
"Te traje a este mundo, y te puedo sacar de él."
Mi madre me enseñó MODIFICACIÓN DE PATRONES DEL COMPORTAMIENTO:
"¡¡¡¡¡ Deja de actuar como tu padre !!!!!"
Mi madre me enseñó ENVIDIA:
"Hay millones de chicos menos afortunados en este mundo que no tienen una mamá tan maravillosa como la tuya!"
Mi madre me enseñó habilidades como VENTRILOQUÍA:
"No me rezongues, cállate y contéstame: ¿porqué lo hiciste?"
Mi madre me enseñó técnicas de ODONTOLOGÍA:
"¡¡¡ Me vuelves a contestar y te estampo los dientes en la pared !!!"
Mi madre me enseñó RECTITUD:
"¡¡¡ Te voy a enderezar de un sólo tortazo!!!"".
Y todavía no han dicho el "no me, no me... que te, que te...". :-D
No puedo estar más de acuerdo. Cuento hasta tres y no me hace caso ni mi perra.
ResponderEliminarJajaja, Victoria, ¡quién nos verá contando hasta 100 a ver si así imponemos algo! Y las nuevas generaciones viene peor: de docilidad, nada de nada.
EliminarIsabel. A estas alturas a uno no le hacen pugnetero caso ni cuando dice "vete por la sombrita...." Imáginate si les largo con voz seria a los nuevos retoños "Te lo digo yo que soy tu abuelo!"
ResponderEliminarLos nuevos retoños nacen ya aprendidos. Y no te extrañe nada que alguna vez nos digan "¡te lo digo yo que soy tu nieto!". Miedito me dan. :-D
EliminarFantástico como siempre... No sé si las demás tenían la coletilla de... "A llorar al Valle" Aún la digo a veces... Mamá drama total... Besazo!
ResponderEliminarPues eso no lo he dicho, pero sí lo de "Algo habrás hecho", "ni "chocolate ni chocolata", "Y si Martita se tira por la ventana ¿tú te tiras también?", "Y en África pasando hambre...", "te lo digo por tu bien"... Y cosas así.
EliminarEso, drama mamás totales.