martes, 5 de junio de 2012

Tanto trajín... y total, chole




Emilia, una de mis mejores amigas de los tiempos de Colegio Mayor, siempre decía, cuando algo no respondía a sus expectativas: “Y total… chole”. Una vez que le pregunté que de dónde había sacado semejante palabra, me dijo que Chole era una tía de su novio. La tía Chole, que era soltera, sin hijos y muy rica, le pagó la carrera a su sobrino, alardeando, eso sí, siempre que podía, de su generosidad (¡Mecachis, qué buena soy!) Pero, cuando el sobrino terminó, le pasó la cuenta con todos los gastos y él tuvo que trabajar un año entero para poder saldarla.

“Total, chole” pasó desde entonces a formar parte de mi léxico familiar. No es, como podría parecer, una expresión amargada o resentida. Es más bien una frase irónica, acompañada de un ligero encogimiento de hombros, que constata y acepta con resignación que así es la naturaleza humana y así funciona el mundo.

“Total, chole” pueden decir los españoles que votaron a la derecha creyéndoles y creyendo que todo se arreglaría en un pispás, y que ahora ven cómo se transforma alguien de ser el Gran Pitufo en campaña electoral a ser el Pitufo Llorón en cuanto toma el mando. Tantas ganas de quítate tú pa’ponerme yo en el sillón presidencial y total… chole.

Lo dice mi marido cuando, después de meses de preparar a sus palomas mensajeras, manda 50 a Fuerteventura y le vienen sólo 30, porque las demás se quedan echando una plumita al aire por aquellas dunas de Corralejo. Tanto silbar y agitar una bandera (hecha con una bolsa de El Corte Inglés, como ven en la foto) para entrenarlas, y total… chole.

Lo pueden exclamar los que se han quedado, por esto de la crisis, sin poder saltar y brincar en el Festival Rock Coast, que se iba a celebrar ahora en Tenerife, con Marylin Mason y compañía. Tanto ahorrar –hay tuiteros que escriben que han pasado un mes a pan y a agua para pagar la entrada- y total… chole.

Lo digo yo cuando me peso una vez a la semana, ahora que estoy como siempre a dieta preveraniega, y veo que, después de llevar un mes caminando, nadando y a verduritas, sólo bajo 1 kilo mondo y lirondo. Tanta croqueta despreciada y total… chole.

Lo dicen los forofos de Eurovisión –los hay a montones, lo juro- que pensaban que todo iba a ser “Spain, twelve points” porque Pastora Soler iba a ganar, según las encuestas. Tanto “quédate conmigo” y total… chole.

Mi amiga Emilia murió joven, hace ya cerca de 40 años. Pero su presencia –voz en mi recuerdo- parece decirme, como si estuviera aquí ahora mismo, echando una mirada curiosa a todo este panorama que tenemos alrededor: “Oye, perdona que te lo diga, pero este siglo XXI, que en aquel entonces imaginamos tan glamuroso ¿no te parece que está cayendo demasiado en el cholismo?". 

20 comentarios:

  1. Qué bueno lo de Chole, y qué pena que tu amiga se fuera hace ya tanto tiempo.

    Hace poco, subió al autobús un anciano y le dio al conductor una moneda de dos euros.

    El conductor le dio el billete y para de contar (hasta el día anterior, le hubiera devuelto 40 céntimos) y el señor se puso a despotricar, como si el conductor fuera el que sube las tarifas de transporte.

    Yo pensé: Y este hombre ¿a quién habrá votado?

    Vale, él no sé, pero alguien habrá votado al PP, digo yo. Y mira, si no se quejan... pero ¿Y todos los que después de votarles, se sorprenden?

    Yo tuve una vecina que un día me dijo:

    - Hay que ver este alcalde, es un sinvergüenza.
    - Sí, sí.
    - Yo, le he vuelto a votar.

    Pues nada mujer, entonces Chole.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí que fue una pena. Emilia era una chica joven, vital, apasionada y divertida. Se casó cuando todavía las demás estábamos en el Colegio Mayor y recuerdo aún la primera merienda pantagruélica a la que nos invitó ¡Nos puso 1 kg. de paté en una tarrina! "Coman, coman -nos decía-, que en ese colegio se pasa mucha hambre!". Era estupenda y así la recordamos, riendo y sin envejecer nunca.

      Ese "total, chole" resignado que ella acuñó es muy típico de la situación que cuentas. En lugar de indignarse con un alcalde sinvergüenza y decir que la próxima vez lo va a votar su abuela, dicen que todos son así, que total, chole... y lo vuelven a votar. Si es que somos de un incoherente que asusta...

      Eliminar
  2. Respuestas
    1. Gracias, Jorge. Se hace lo que se puede y, de paso, me lo paso muy bien.

      Eliminar
  3. Pues si, cholé. Me la apunto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así, con acento, hasta le das un toque folklórico, ¿no? ¡Nuevos matices al "cholismo"!

      Eliminar
  4. Alemania está a punto de "cholearnos".

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy bueno. El "cholismo" puede ser esa actitud, después que Alemania diga "Vamos a darles unas migajas a estos necesitados que se portan tan bien, recorta que te recorta", lo cual produciría que digamos: "Tanto rogar y total... chole". Pero también podría significar, como parece apuntar tu comentario, "darnos con la chola en el culo", como hacían nuestras madres. Cada vez le vamos encontrados más significados al "cholismo"... Definitivamente, se va a convertir en el movimiento de moda del siglo XXI.

      Eliminar
  5. El cholismo y el 15M, los dos grandes movimientos de lo que va del siglo XXI ¡Casi nada...!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entre los dos movimientos, prefiero el segundo, la verdad. El "cholismo" significa resignación, encogerse de hombros, pensar que, hagas lo que hagas, no sirve para nada. En cambio, el movimiento 15M no se resigna, está vivo y promueve iniciativas, como por ejemplo la de esta semana, en la que ha recaudado 14000 euros en 24 horas para presentar el 14 de junio una querella contra Rato ¿Será éste el 1º de una lista, como han hecho en Islandia?

      Eliminar
  6. Mi esperanza, Jane, está en que no surjan más tías cho-listas, que alardeen de lo generosas que han sido con sus sobrinos del alma y después, cual cuervos prestamistas, pasen factura por todo lo que "donaron".
    Esta otra posible acepción del "cholismo" me preocupa tanto como la de la resignación que puede llevar al pasotismo por sentirnos impotentes ante grandes pitufos, pitufos llorones o rato-nes de banco (que no de biblioteca), que pueden seguir saliéndonos al paso, a poco que hagamos del "chole" una aceptación de lo inaceptable.
    Buena, simpática y profunda entrada, lo cual no es nada nuevo en ti, sabia amiga. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si para algo sirven los malos tiempos es para poner de manifiesto esas actitudes de las que hablas y las grandes diferencias de trato entre los grandes personajes y los de a pie. Si hasta en el Vaticano cuecen habas... Mi esperanza es también que no maniaten a los periodistas y podamos seguir enterándonos de lo que pasa para luchar contra ello. Hoy, 8 de junio, había una consigna de ponernos una cosa al revés (camisetas, chaquetas, pantalones, ¿calcetines?) como testimonio de que queremos cambiar el mundo. Ojalá fuera tan fácil, pero creo que las ganas de hacerlo las tenemos muchos. Un abrazo.

      Eliminar
  7. Recuerdo a mi hermana mayor , en los soleados veranos laguneros y el campo de La Manzanilla antiguo, con sus pistas de tierra y sus viejos vesturarios, sus gradas obsoletas y su siempre muribundo césped a cargo de Maestro Pedro. Mi hermano mayor le había prometido que si daba la vuelta al campo en menos de un minuto y medio, entonces le premiaría con un helado fresquito de la Cantina. Mi sufrida hermana tan sólo consiguió dar la vuelta al estadio en un minuto y treinta y un segundos, para mi hermano una marca del todo insuficiente. Al ver mi hermana que todo su esfuerzo había sido en vano, le espetó : Pa ésto! Pa ésto!, entre lágrimas y sudores. Me suena un poco a tu chole. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy con tu hermana. Los hermanos mayores son unos abusadores, pobrecita. Pero es verdad que el "total, chole" es apropiado para cuando uno hace un esfuerzo para nada, sean ejercicios físicos o un examen o la preparación para un concurso o un plato en el que te has estado esmerando toda la tarde o prepararte para una cita que resulta ser una pifia... "Total, chole" es igual al "¡Pa' esto, pa'esto!" de tu hermana.

      PD: Yo también recuerdo ese polvoriento campo de La Manzanilla y a mi hermano haciendo una carrera en él y llegando de los últimos.

      Eliminar
  8. Creo que yo también me voy a quedar con la expresión, es especialmente pegadiza. Un abrazo Jane.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí que se pega. Hasta mi madre la decía (y luego se reía). Mi amiga Emilia se hubiera quedado pasmada si hubiera visto que todavía recordamos a Chole. Y no te digo cómo se hubiera quedado la propia Chole.

      Un abrazo, Soraya.

      Eliminar
  9. Juan Pérez Pérez3 de junio de 2016, 10:03

    Querida Jane. Pues claro que ahora nadie le votó al Presidente. Ahora se han desencantado, pero no por los recortes en Sanidad y Educación, tampoco porque nos quite derechos que ha costado a muchos conseguir. Ahora están desencantados porque creían que con este todo sería como antes, y podrían medrar, corromper...
    que era lo que les interesaba.
    Lo peor es que si además lees la prensa extranjera, ves los noticiarios de otros paises, siguen pensando que somos unos filibusteros, que sólo nos interesan las subvenciones, y creo que algo de razón tienen.
    No hay sino que mirar la cantidad de cosas que compramos o hicimos con el dinero que venía de Europa: casas de la miel, vino, papas....Faltó la de los chorizos, pero claro los chorizos estaban mandando.
    Total,chole. Un beso Jane.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando hiciste este comentario, Juan, fue hace 4 años. Ahora estamos otra vez en vísperas de una votación y parece que la cosa, como dicen por aquí, va "a peor la mejoría". Y un día hablamos del dinero que vino de Europa y de los disparates que se hacen en La Laguna que, como siga así, le van a quitar el título de "ciudad patrimonio de la humanidad". Tanto título, tanta subvención... y total, chole.
      Un beso, Juan.

      Eliminar
  10. ¡Genial entrada! Me encantan esas expresiones que son casi míticas para un grupo de gente, que tienen un significado más allá del que entienden los que no pertenecen a él.

    un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, sí, a mí también. La última me la contó una amiga. Su bisabuelo llevaba a las amantes a una finca que se llamaba algo así como Trejiño. Y a partir de entonces hasta nuestros días, en su familia, cada vez que alguien se va a echar una canita al aire, todos le dicen: "¿Qué? ¿te vas de Trejiño?".
      Un abrazo, Dorotea.

      Eliminar

google-site-verification: google27490d9e5d7a33cd.html