Una de mis películas favoritas, vista y revista
un montón de veces, es “La princesa prometida”.
Me gusta ese aire de cuento antiguo que
tiene, esos nombres cautivadores que nos llevan a la infancia, como el reino de
Florín, el Pantano de Fuego, los Acantilados de la Locura , el Foso de la Desesperación. Me
gustan sus personajes malos malos, como el inteligente Vizzini, que presume de
ello diciendo: “¿Habéis oído hablar de
Platón, Aristóteles, Sócrates? ¡Unos
incultos!”. O el cobarde Príncipe Humperdinck y el malvado Conde Ruger con
sus 6 dedos en la mano derecha… Y me gustan los malos buenos, el español Iñigo
Montoya (“Hola, me llamo Iñigo Montoya.
Tú mataste a mi padre. Prepárate a
morir”, la frase más famosa de la película) y el gigante Fezzik que habla
con rimas malas (“Fezzik, ¿hay rocas
delante? “Si las hay, son horripilantes”).
¡Y los secundarios…! Ese obispo fañoso que habla
de “¡el madrimoñio, eze zueño dendro de un zueño…!”; ese rey que, como
muchos reyes, no se entera de nada; ese Billy Cristal irreconocible dando vida
al Milagrero Max, que resucita a un muerto con una píldora de chocolate; o ese
invisible y temible pirata Roberts, que cede su nombre (que es lo que
verdaderamente da miedo) y se retira, forrado, a La Patagonia.
Es un cuento contado por un abuelo (Peter
Falk, el Colombo de nuestra época) a su nieto (el niño de “Aquellos
maravillosos años”), que está en la cama con gripe y al que lo que le interesa son
los videojuegos y no un libro, ante el cual pone cara de asco, diciendo “Para, abuelo, ¿es una novela de besos?”
y preguntando si trae algo de deportes. “¿Bromeas?
–contesta el abuelo- Esgrima, peleas,
tortura, venganza, gigantes, monstruos,
persecuciones, fugas, amor verdadero, milagros…”
Y me encanta lo optimista que es. Cuando
Westley y Buttercup, el chico y la chica, van por el Pantano de Fuego, un sitio
espantoso con arenas movedizas, fuegos repentinos que te incendian los bajos de
la falda y unas ratas del tamaño de vacas, muertas de hambre, Westley dice: “No
me construiría una casita aquí, pero los árboles son preciosos”.
La vida no es una fiesta. No hay día en el
que los periódicos no anuncien desgracias e infortunios sin fin que te dejan el
alma encogida: muertes, desahucios, recortes, malos pronósticos, paro,
privatizaciones de lo que debería ser público y universal… Así que mi propuesta
hoy es que, para los ratos grises que el mundo está empeñado en proporcionarnos,
lo mejor es sentarnos ante la tele, bien repanchingados en el sillón favorito
con los pies estirados, y regalarnos esta joyita. No me digan que no anima un
diálogo como éste, dicho en medio de un bosque de calamidades:
Buttercup: Nunca sobreviviremos.
Westley: ¡Tonterías!
Sólo lo dices porque nadie lo ha logrado nunca.
Pues eso.
Di que sí, humor, buen rollo y creatividad para los malos momentos.
ResponderEliminarBueno, los malos años... lustros...
En fin, que me leí el libro hará unos tres meses y me encantó, me gustó incluso más que la película.
Menos una especie de continuación que se llama "El bebé de Buttercup", eso mejor no leerselo.
Por cierto, hoy mismo he leído esto y me ha una gracia: http://cinemania.es/blogs/detalle/14434/el-dia-que-inigo-montoya-me-revento-una-clase
Querida Jane, La princesa prometida es una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Últimamente la están dando mucho por la tele porque hace 25 (¡25!) años que se estrenó y he aprovechado para verla un par de veces con mis hijos a los que por cierto, también ha conseguido cautivar. Me encanta que le hayas dedicado un post.
ResponderEliminarUn saludo,
Yaiza.
Por cierto, te veré mañana en Lemus? A ver si Jomeini me firma un libro.. ;)
Loque, yo también me leí el libro hace tiempo. Me acuerdo que era de William Goldman, pero he visto tanto la película que se me solapan. A ver si lo releo otra vez. La película tiene el encanto de los viejos cuentos y para una tarde lluviosa, como las de ahora, está estupenda. Se olvida una de las majaderías y se aprende a decir lo de Íñigo Montoya. Hasta mis nietos se lo saben de memoria. Y es mejor que cualquier telediario, donde va a parar...
ResponderEliminarYaiza, no sabía lo de los 25 años ¿Tanto? A estas edades el tiempo parece volar. Pero sí, debe hacer tiempo porque el otro día vi una foto del apuesto y delgado Westley y estaba como una foca. Cómo se estropean los cuerpos...
ResponderEliminarY sí, mañana me verás en Lemus, entre otras cosas porque soy la presentadora del evento. Pero no te asustes, que sólo voy a hablar 5 minutos y ya está. Jomeini todavía no me lo ha firmado a mí, a todas estas...
Ahora mismo se lo mando a mis hijos
ResponderEliminarNo sé ni las veces que la vieron de pequeños, junto con "Charlie y la fábrica de chocolate" y "Willow". Son las que me vienen ahora mismo a la mente. Ya de adolescentes,las niñas también "Top Gun",
Muy oportuno.
Un beso y hasta la tarde en Lemus
A mí me pasa, Arista, que aprovecho el llevar a los nietos al cine para ver películas "de niños" que son estupendas ("Up", "Ratatouille", "Shreck"...). Con mis hijos, igual. De "Charlie y la fábrica de chocolate" me gustó más el libro que las 2 versiones que he visto, pero "Willow" me encantó, con la malvada reina y Van Kilmer haciendo de héroe chulito y Willow con el bebé a cuestas y la maravilla de efectos especiales y personajes curiosos... Otra para tener guardada para tardes de frío.
ResponderEliminarHasta luego en Lemus. Un beso.
Me encanta esta película; es mi favorita del mundo.
ResponderEliminarPero te tengo que decir que este verano leí el libro por primera vez, ¡¡y me gustó todavía más!! Imagínate más diálogos, más aventuras, el Zoo de la Muerte, más peligros, más de todo!
Pues ideal también para alegrarse el día, de verdad.
Hola, Isi, qué bien verte por aquí.
ResponderEliminarYo me acabo de releer el libro después de que Loque me hizo el comentario más arriba. La verdad es que está muy bien. Me encantaron los 3 finales: el romántico, que el padre lee al niño ("Y vivieron felices para siempre"); el abierto al suspense y a nuevas aventuras ("Tras ellos, la noche se llenó con los sonidos crecientes de la persecución"); y el real como la vida misma, que pone el autor: cómo se estropean los cuerpos al paso de los años.
Como dices, tanto una como otro son dos opciones perfectas para una tarde de invierno en casa.
¡Hola! Tu cuenta de Twitter me ha traído hasta aquí. Me ha gustado mucho lo que cuentas de esta película: "para los ratos grises que el mundo está empeñado en proporcionarnos, lo mejor es sentarnos ante la tele, bien repanchingados en el sillón favorito con los pies estirados, y regalarnos esta joyita.", pues eso, a disfrutar de La Princesa prometida, tanto en peli como en libro ;-), y a olvidar por un rato los problemas del día a día.
ResponderEliminarSaluditos :-D.
Gracias por entrar por aquí, Marsar. Ahora que estoy leyendo el libro ¡por tercera vez! vuelvo a reírme con Humperdink, con el siciliano, el turco y el español que cobran nombre en el capítulo IV, con la simplona de la princesa prometida, con Westley... Vuelvo a pasármelo pipa. No leer el libro o ver la película... ¡es inconcebible!
ResponderEliminar"My name is Iñigo Montoya…" Adoro esta peli.
ResponderEliminarLa frase más famosa de la película y una de las secuencias de culto para mucha gente. Mandy Patinkim, el actor que la pronuncia, ha actuado hace poco en la última película de Trueba, "La reina de España". Pero me da que, por ahora, no ha repetido un papel que se haya hecho tan famoso como el del español de "La princesa prometida". Genial.
Eliminar¡Magnífica!
ResponderEliminar¿Ves como somos un montón los fans de la `película? Y eso que el próximo año va a hacer 30 años desde que se estrenó. Para mí, no ha perdido frescura ni magia. Y cada vez que la vuelvo a ver descubro algo nuevo.
EliminarMe encanta .Divertidísima.
ResponderEliminarPara mí hay pocas películas en las que suelto la carcajada, pero esta es una de ellas.
Eliminar¿Sabes que mis dos hijos se sabían los diálogos de memoria? La veían una y otra vez, también Lady Halcón.
ResponderEliminarTengo también las novelas: "La princesa prometida" de William Goldman y "Lady Halcón" de Joan D. Vinge. A mis hijos también les encantaban las dos. Y lo de los diálogos de memoria, me los sabía hasta yo. "Lady Halcón" tiene también ese aire de cuento que la hace entrañable. Y la película tiene la gran baza de los tres intérpretes principales: Michele Pfeiffer en estado de gracia, Matthew Broderick y Rutger Hauer (el genial androide de "Blade Runner").
EliminarLa de veces que la habré visto...en aquel VHS viejo y multiressistente. Hace unos años la vimos mi madre y yo América en un centro comercial en DVD y la compramos. No puede faltar en la estantería de cualquier casa.
ResponderEliminarPor supuesto que no, yo también la tengo.
EliminarEn todos los días de reyes siempre procuro comprar alguna película clásica para guardar. Este año tocarán "Mucho ruido y pocas nueces" y "Con faldas y a lo loco". No me importa verlas muchas veces.
Y lo más divertido es cuando los fans nos reunimos y nos ponemos a "¿y cuando el obispo los va a casar, jajajaja?" ¿y la conversación tan fina cuando Íñigo Montoya está esperando a Westley en lo alto del acantilado para matarlo?". Y más risas...
¡¡Que divertido!! Esas dos nuevas son otras imperdibles!! Deberías cobrar entrada Isabel, yo ya la tendría comprada!����
EliminarCobrar entrada no, pero no me digas que hay algo mejor que una tarde de películas así, con mantita y un té con bizcocho casero, bien acompañada de gente a las que también les gusten las mismas pelis que a ti.
EliminarMuy interesante post. Procuraré ver la peli cuando la repongan.
Eliminar¿Cómo no me enteré de la presentación del libro de Ana?
¡¡¡Felicítala!!!
No te la pierdas, Milo. Es de las que nos gustan.
EliminarNo sé a qué libro te refieres. Hace poco no ha presentado ninguno. El último fue el de "Leyendas de la Tierra Límite: las Tierras Oscuras".