Sí, sí,
ya sé que por ahí hay un montón de escritos sobre “Los prohombres que conocí” o
“Los escritores que conocí”, e incluso sobre “Los criminales que conocí”. Pero
qué quieren que les diga, una no alcanza tales dotes intelectuales en estos
momentos y de vez en cuando afloran, cual semilla, las lecciones del “Hola” y
nos acordamos de esas veces (pocas, es verdad) en las que nos hemos codeado con
la fama. Que en mi caso fue con tres Misses.
La
primera Miss con la que me tropecé en la vida fue con mi amiga Ani, que al año
siguiente de dejar el colegio fue elegida Miss Santa Cruz y, después, Miss
Tenerife. Es la única a la que todavía veo y les doy mi palabra que sigue tan
estilosa y tan guapa como antes. Eso de ser Miss debe imprimir carácter, como
el sacerdocio, porque en las fotos en las que salimos “las niñas del colegio”,
todos saben, nada más verlas, quién fue la Miss y quiénes no fuimos Miss.
La 2ª
fue Ángeles, a quien llamábamos Pucho, que, cuando estábamos en Preu en el año 65, fue la primera
Reina del Carnaval de Tenerife con el espectacular traje en blanco y negro que
Audrey Hepburn lució en “My fair Lady” (después vendrían los “Fantasía Pavo Real
colgado de los cuernos de la Luna ”
y cosas así). Su elección sirvió para que, al día siguiente, Don Juan Álvarez,
nuestro profesor de Latín, se pasara
toda la clase hablándonos de los posibles orígenes de la palabra “carnaval”,
desde el “Carro Naval” en el que montaba Baco hasta el “carne levare”, o sea, dejar
la carne para mejor ocasión (¿?).
La 3ª
fue Noelia, tres años más chica que yo, que era de mi barrio y a la que
recuerdo en el colegio con los calcetines escurridos y la blusa por fuera del
uniforme, corriendo por el patio y comiéndose bocatas enormes en el recreo. Era
una niña siempre sonriente, con un semblante muy dulce, que caía bien a todo el
mundo, y sigue siendo un misterio para mí cómo se transformó de repente en una
belleza para llegar a ser Miss Tenerife, Miss España y luego, en 1970, Miss
Europa.
Alguno
puede reprocharme el ramalazo de frivolidad que supone sacar este tema, pero no
me negarán que también se las trae. He presenciado intensos debates con
opiniones a favor y en contra de los concursos de misses, que no han llegado a
las manos de milagro.
Hay
quienes piensan que la belleza, igual que la inteligencia y la memoria, es un
don de la naturaleza y que, igual que usamos unas dotes para estudiar o
participar en “Saber y ganar” o “Pasapalabra”, también podemos participar en
otro tipo de concursos a la hora de buscarnos la vida. Por ejemplo, ahí tienen, dicen, a
alguno que empezó marcando músculos como “Míster Universo” y acabó de
gobernador de California.
Pero
hay otros que, desde la óptica feminista, piensan que las pasarelas de las
misses son concursos de carne que degradan a la mujer y la convierten en seres-objetos
y que deberían desaparecer.
Y mira
por dónde, lo que no han conseguido nunca las críticas feministas, lo ha
conseguido la crisis. Este febrero el Concurso de Miss y Míster España ha
quebrado, después de estar en los últimos años dando bandazos que si sí, que si
no.
Mecachis,
justo cuando yo estaba pensando en presentarme.
Ja, ja, ja... Lo que es la vida!
ResponderEliminarYo también la recuerdo como mayor que yo: pegona, desgarbada y como era una enana me resultaba hasta peligrosa para un ser insignificante como yo. Después un día le oí a mi tía hablar de ella y no me podía creer que el milagro se produjo. ¡Sorpresas te da la vida!
De todos modos todas éramos monísimas de jóvenes. He visto una foto de carnet mía de cuando empecé magisterio y me he asombrado de que fuera tan guapita. Eso sí no era tan alta y me habían tirado los dientes de lejos. Pasado el tiempo resulta que me los arreglé, soy una señora de 1,65 y ya no estoy para esos trotes.
Supongo, Carmen, que hablas de Noelia, aunque yo no la recuerdo pegona pero sí desgarbada. Y luego, el cisne.
ResponderEliminarY es verdad que todas teníamos un pasar pero me pega que eso de las misses y la fama ni se nos ocurría. Me quedé asombrada cuando hace unos años hubo un casting para Operación Triunfo al que algunas de mis alumnas se presentaron y me contaron las colas grandísimas que se formaban ¿Hay ahora más afición a la fama que entonces?
Me has hecho retroceder algunos años. Fuimos todas al teatro Guimerá a la elección de Ana M. Maceda. Chari recordará, fué a decirle que sonreyera, estaba muy seria. Ganó. A Pucho también la ví ganar con aquel precioso traje. Y a Noelia no la recuerdo pegona, Carmen Delia debe retroceder cuando eramos más pequeñas. Pero sí estaba a menudo castigada. Ella vivía en la calle Miraflores?, la perpendicular al puente Serrador cuando yo vivía en la Residencia militar, y haciamos el recorrido juntas. ¡Qué tiempos!. Sin embargo no recuerdo más que a Carmen Delia en el grupo de ciencias, me faltan dos niñas.¿ Las recordáis?.
ResponderEliminarLa Carmen Delia que comentó más arriba no es la de nuestro curso, sino que era del curso de mi hermana Chari, o sea que Noelia era mayor que ella. ¿Y ves lo que digo? Cada una recuerda una cosa y juntas hacemos la escena completa de aquellos años. Yo no recordaba, por ejemplo, haber ido a ver a Ani en su elección de Miss pero me lo puedo imaginar, todas allí de noveleras.
ResponderEliminarChari te dirá quiénes eran de ciencias y quiénes de letras; ella tiene una memoria impresionante. Yo me acuerdo de todas, pero no sé, por ejemplo, si Ligia era de Ciencias (creo que sí).
Me resultan curiosos los detalles que tú, Esperanza y Carmen (Carmen Dolores, que no Carmen Delia, como la nuestra), recuerdan sobre Noelia, Jane. Coincido con todas en lo de desgarbada, sonriente y dulce, pero por lo que más la recuerdo yo es por su permanente costumbre de llevar abiertos los primeros botones de la blusa del uniforme y sujetar, una de las puntas del cuello, con sus dientes, lo cual hacía que siempre estuviera mojada por su saliva. Imagen muy alejada de la de glamurosa Miss Europa y que siempre asocié a la de la sorpresa que me produjo su elección. Las monjas le llamaban contantemente la atención por aquella manía, pero ella, siempre que podía, volvía a las andadas.
ResponderEliminarTambién la recuerdo como una niña muy cariñosa, que le encantaba estar con las mayores (o sea, con nosotras) y a la que vi, muchísimos años después, un par de veces por Santa Cruz, saludándome con mucho afecto y cercanía. Creo que nunca se le subió a la cabeza aquel acontecimiento y, aunque entonces me sorprendió su nombramiento, hoy me alegro de que lo hubiera recibido una paisana y compañera de Colegio.
En cuanto al "missato" de Any, tampoco yo recordaba el que la acompañáramos en el Guimerá, aunque al decirlo Esperanza, no me suena a nuevo lo de pedirle que sonriera.
Como ves, Jane, no anduviste sola en eso del codeo con la fama y, por mi parte, es un placer haberlo compartido contigo. En aquel tiempo y en este.
Recuerdo siempre cuando fuimos al Teatro Guimerá a ver a nuestra Any, no recuerdo bien si ese día fue el de su elección o era un homenaje o algo parecido, pero estábamos todas super contentas y orgullosas del éxito de nuestra compañera. Por ahí hay alguna foto. Ella nos lo puede aclarar.
ResponderEliminarY sobre Noelia, una niña simpátiquísima era del curso de mi hermana, y es verdad la recuerdo con unas piernas largas y los calcetines cortos. Yo creo que ya era muy mona de cara. Pocas veces he comprado el Hola pero cuando ella estuvo en el candelero de la fama, lo compré varias veces y lo enseñaba como si fuera alguien de mi familia que había alcanzado la fama.
Es increíble cómo puedes aportar algo nuevo a cualquier tema, sea el que sea. Y realmente, poca gente puede decir que haya conocido a tres misses, incluso algunos podemos decir que a absolutamente ninguna.
ResponderEliminarRespecto a que acabe el concurso, creo que no lloraré amargamente, y siempre nos quedará (además de París) recordar cuánto nos reíamos de una pobre chica de Soria, que no tenía nada de malo, y de la que decíamos "Anda, que no hay ninguna más guapa en Soria!"
Oye, buenísimo lo de las fantasías de pavo real bailando la conga.
Acabo de recordar el chiste de los mises... Mis mismo sueldo, mis mismo coche, mi misma ropa, mis mis... En fin, tengo una día "pál" otro lado.
ResponderEliminarNunca he tenido ni la suerte ni la potra de ver "in person" o conocer a alguna de ellas. Sólo recuerdo cuando allá por el 75, en el cine Parque una mis se despelotaba en una peli insulsa y como todos, pueblo, intelectuales, catedráticos, y lo más florido del elenco gritaba: ¡Oooooohhhhhhh! Curioso, ¿no? Con el tiempo la belleza es efímera, la silicona duradera.
ResponderEliminarCehachebe:
ResponderEliminarNo me acordaba tampoco de que Noelia se comia las puntas de la camisa. Un dia de estos hablo de las manias que todos tenemos.
No he vuelto a ver a Noelia desde el colegio pero si la vi en una entrevista que le hicieron hace poco y en la foto estaba estupenda. Creo que los de nuestra generacion en general nos conservamos bastante aceptablemente. Vamos, que no somos como mi abuela que con 50 y pocos ya parecia una viejita.
PD: estoy escribiendo en un ordenador ajeno y no encuentro ni acentos ni enes de Espana.
Anonimo I: Buscaremos fotos para ilustrar el pasado. Hay que ver lo noveleras que eramos, no nos perdiamos ni un evento. Aunque si lo pienso, lo mismito que ahora.
ResponderEliminarAy, Loque, yo tambien me asombro del rollo que tengo. Y lo de decir que habrìa alguna màs guapa, pura envidia, seguro.
ResponderEliminarLas Fantasias de las reinas de carnaval son para hacer una Antologìa. Eso sì que es imaginaciòn.
Oye, y es una soluciòn para los acentos en este ordenador tan raro ponerlos para el otro lado.
Guille:
ResponderEliminarEn el Instituto de mi marido de vez en cuando en una de esas fiestas de navidad hacian concurso de misses, tanto para profesoras como para profesores. Eran muy divertidos. A mi marido lo nombraron Miss Ojos, no te lo pierdas.
Anonimo II: Creo que era Severo Ochoa el que decia que habia que enamorarse de una mujer con sonrisa bonita porque la belleza se va pero la sonrisa perdura. Creo que acertò porque hay que buscar en la pareja cosas que perduren: la mirada comprensiva, las manos que saben acariciar y consolar, la inteligencia...
ResponderEliminarDe Anónimo II:
ResponderEliminarEl tal Ochoa era un tío listo, pena que la miss no lo conoció, porque tanta belleza no le sirvió para vivir. La belleza y la vida son efímeras, insisto, la silicona perdura.
No creas, se está poniendo de moda entre las famosas retratarse sin photoshop o sin maquillar para parecer más cercanas y naturales. Hasta hay una web (XoJane)que tiene un contenido fijo que son las fotos recién levantadas, que ya te puedes imaginar legañas y despelujes. Le oí decir una vez a un hombre. "Es una mujer con la que se puede desayunar". Me pareció un buen piropo porque va más allá de la belleza (y creo que la silicona tampoco es tan duradera, llegará al final el momento del descolgamiento)
ResponderEliminarTengo un sueño desde hace tiempo: presentarme a miss de la 3ª edad. Como soy del 48, a partir de este año tendrás la posibilidad de incrementar tus relaciones con esa casta.
ResponderEliminarTodo a su tiempo. Las viejitas garbosas están en alza.
Oye, de mi misma quinta. Igual me animo y nos presentamos juntas a ver quien se emperifolla más. Una de mis primas, de 75 años, hace pocos años fue elegida reina del carnaval de la tercera edad de Santa Cruz. Y que ni poca guapa iba... Se puede ser garbosa hasta en esos años.
ResponderEliminarHablando de misses, mis primeros recuerdos lascivos y mi primera carrera ante los grises fue por una mujer guapa, saucera, llamada Acidalia. Reina de La Palma y de la provincia, fue engañada por un locutor de Radio Club Tenerife, el odiado Somar, que retrasó su viaje a Madrid para que no pudiese llegar a tiempo al concurso de Miss España, con el objetivo de beneficiar a una chica chicharrera. Esto sucedió al comienzo de la década de los sesenta. Acidalia llegó cuando el concurso prácticamente había acabado. Fue de tal calibre el engaño para el palmero, que se formó espontáneamente una manifestación por la calle Real en Santa Cruz de La Palma, comenzando en el Apurón y acabando, debido a una carga policial, en la Plaza de España, frente al Ayuntamiento. Aquello fue una revuelta, un alzamiento contra el centralismo de Tenerife. En la cabeza de la manifestación iba un señor con un palo enorme y en el extremo una cabeza de un mascarón que se suponía era el tal Somar. De vez en cuando la bajaban y le daban una tunda de golpes. Había algo de pitorreo mezclado con cabreo generalizado de los sectores ultras. Yo estaba alli, esquivando las porras en la plaza. Más de un adulto alcanzó, sobre todo mujeres. Debo decir, que cuando sale el tema en alguna tertulia, siempre hay un palmero que reivindica, sintiéndose orgulloso, que en plena era franquista hubo una manifestación contra el régimen establecido.
ResponderEliminarEl año siguiente Acidalia se volvió a presentar al concurso nacional y la nombraron Miss Simpatía. El honor del palmero se restableció. Que cosas...
¡Qué buena historia, Enrique, no la conocía aunque sí me acuerdo de Acidalia y de Somar! Los palmeros siempre fueron muy críticos en aquellos años (a mí me llamaba la atención la cantidad de gente progresista que había) y, si un tema como el de la miss servía para atacar el centralismo y los manejos de los que mangoneaban, les faltaba poco para armar una buena. Y además con chirigota, cachondeo y carreras, como tiene que ser.
ResponderEliminarLo triste es que se hay restablecido el honor con tan poco ¿verdad?
Muy interesante, Isabel!! Me ha hecho mucha gracia esa visión de patio de colegio de una chiquilla que se hizo después famosa. Tuve curiosidad por ver la cara de Noelia, la busqué en Google y descubrí que la canción "Noelia" que cantó Nino Bravo la compuso Augusto Algueró inspirándose en ella. Y que se casó con un mandamás del sur de la isla y ahora es propietaria de varios hoteles, incluyendo, supongo, el Noelia. ¡Qué cosas!
ResponderEliminarNoelia, no sólo tiene la canción de Nino Bravo y un Hotel con su nombre, sino también hasta una calle dedicada a ella. No te imaginas lo famosa que fue en nuestros tiempos mozos.
EliminarYo no la he vuelto a ver desde el colegio, pero las compañeras que sí lo han hecho dicen que sigue siendo encantadora y dulce. Así es como la recuerdo yo. Tiene una sonrisa de las que perduran.
Noelia también estuvo conmigo en la Academia Cervantes intentando hacer Secretariado, pero creo que fue la época en la que empezaba a mariposear porque de repente despareció y yo quedé.
ResponderEliminarPues no sabía que intentó hacer Secretariado, ni siquiera sé si siguió en el Bachillerato Superior. La dejé con su bocata en el patio del colegio y la volví a ver coronada como miss. La vida te va llevando...
EliminarSi....yo era de Ciencias Isa......
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