lunes, 29 de febrero de 2016

Un día de propina




Una buena parte del panorama de las lecturas de mi infancia la llenan Guillermo Brown y sus proscritos, los protagonistas creados por Richmal Crompton. Guillermo puede ser la pesadilla de padres, hermanos y vecinos de su pueblecito inglés, pero en nosotros despertaba , no sólo la risa, sino también el ansia de libertad y aventura de todo héroe. Richmal Crompton ve el mundo de los mayores a través de los ojos de este niño de 11 años y lo encuentra lleno de absurdos rituales y de creencias encorsetadas.



Uno de los capítulos de "Guillermo el genial", por ejemplo, se llama "Un día de propina" y se refiere a hoy, 29 de febrero. Guillermo pregunta a su madre por qué se le llama al año "año bisiesto" y ella le responde: "Pues por el 29 de febrero. Es un día de propina". Desde ese momento para él "era de esperar que uno podría hacer lo que le diese la gana en un día de propina". Y con una barba postiza (imprescindible) se va de aventuras. "¡Como que voy yo a ir al colegio en un día de propina, que no se cuenta en el año corriente!".


La aventura es dejarse llevar por lo que el mundo le depare. Y primero, se encuentra con un niño gitano con el que intercambia ropas; luego, con un viejito coleccionista de insectos que, asustado porque Guillermo le cuenta que lo secuestraron los gitanos, lo lleva a su casa, donde lo bañan y lo visten de Reina de las Hadas ("Es lo único que encuentro de tu medida, muchacho"); y al final, escapa de allí con su barba postiza, un abrigo y un sombrero del viejito y debajo el traje vaporoso, terminando sentado en el banco donde está su hermano Roberto con su última novia. El momento en que Roberto le quita el sombrero y el gabán y lo ve vestido de Reina de las Hadas es típico de las aventuras de Guillermo: "Lo que vio entonces fue demasiado fuerte para él. Se dejó caer de nuevo en el banco, exhalando un gemido. La señorita Flower se sentó en la hierba , junto a la carretera y rió hasta saltársele las lágrimas.". Más tarde, el Sr. Brown, después de la bronca que le echan al pobre Guillermo, dice: "Podemos estar agradecidos de que el 29 de febrero sólo se presenta una vez cada 4 años". "Sí; pero Guillermo, no -respondió Roberto, sombrío-. Guillermo se presenta todo el año".

Hoy es un día de propina. Y ahí nos ves a todos nosotros haciendo cosas que no queremos hacer, en vez de hacer como Guillermo. Muchos de ustedes yendo a trabajar y embarcándose en tareas rutinarias; yo, que estoy jubilada y que en teoría hago lo que quiero, levantándome de madrugada porque viene el pintor a casa, cuando lo que yo quisiera es despertarme cuando ya no tenga sueño. Y luego, el día enredado en mil faenas corrientes y molientes: que si hacer comida, que si ir a que reparen la aspiradora, que si ir a recoger una silla que encargué a Ikea, que si llamar a Movistar porque la factura está equivocada, que si ordenar después todo lo que el pintor desordenó... ¡¡¡Señor!!! ¿Es esto lo que le hubiera gustado hacer a Guillermo Brown?

No. Brindémosle hoy un homenaje. Hagamos algo inesperado, salgamos a la calle porque sí, esperando la aventura, estemos abiertos a la sorpresa y a lo insólito. Que la inercia no nos haga como a esos personajes mayores de los libros de Richmal Crompton (la Sra. Bott, el viejo Frenchie...): previsibles, aburridos, snobs, cuadriculados. Y gritemos con nuestro héroe de la infancia: ¡Como que voy a hacer yo lo mismo de todos los días en un día de propina que no se cuenta en el año corriente!

36 comentarios:

  1. El día de propina... ¿tenía que ser lunes? Digo yo que nos habría hecho más gracia si hubiese sido festivo ¡qué digo! Debería haber sido festivo obligatoriamente, que narices!!!
    Me encantan los libros de Guillermo, tengo justo algunos tomos de esa edición que nos muestras en la foto. Eran de mi madre cuando era peque y luego los leí yo, están todos amarillos y se deshacen por las costuras, pero me encantan. Bss

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    1. No, no, Mónica, un día de propina no puede ser festivo. Tiene que ser un día en que teóricamente trabajes pero que prácticamente pases de eso y de obligaciones y de todo. En el que te pongas el mundo por montera y en el que digas que lo que piensen los demás a mí plin. Hay que ser muy valiente para eso y saber arrostrar después las consecuencias, como hace Guillermo. Como dice, todo enfadado porque lo pelean: "Bueno; dijisteis que hoy era un día de propina. Creí que eso no contaba. Creí que nada de lo que hiciera nadie hoy entraba en cuenta. Creí que era un día de propina..." (una de las características de Guillermo es lo repetitivo que es. Los demás terminan diciéndole: "¡Oh, cállate!").
      Yo tengo todos los libros. Algunos hasta los he comprado nuevos cuando han vuelto a reeditarlos (pero no me deshago de los viejos amarillentos) ¡Me encantaaaan!
      Besos.

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  2. Estoy por cerrar el "chiringuito" e irme a casa, Isabel. Ay, si pudiéramos romper la rutina cuando quisiéramos. A ver si convencemos a los gobiernos para que nos den los días de propina festivos.
    Besos

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    1. Lo ideal, Celia, sería trabajar cuando nos apetezca y cogernos fiestas cuando queramos también. Y ganar un sueldo digno, claro ¿Será que nos hemos organizado mal la vida y no tendría que ser así? La utopía marxista hablaba de que las máquinas en un futuro hicieran el trabajo y nosotros sólo aquello en lo que nos realizáramos ¿Sería posible? Desde luego a los gobiernos me pega que no los vamos a convencer de nada.
      Un besote.

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  3. Isa, llevo toda mi vida intentando imitar a Guillermo y me he llevado cada palo......

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    1. Pues, Juancho, si quieres que te diga la verdad, yo siempre te he visto un aire a lo Guillermo Brown que no te va nada mal. Y más de una vez -tú y yo lo sabemos- has hecho lo que a ti te ha parecido conveniente (con días de propina incluidos) por encima de jefes, cabecillas y abusones. Ya lo que no sé es si te las habrás tenido que ver con alguna Violeta Isabel y sus ceceos...

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    2. Sí Isabel, algún que otro chantaje emocional he tenido que superar (“vomitaré y vomitaré hazta enfedmar“)

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    3. Lo tienes dominado, Juancho Guillermo. Me pido ser tu proscrita.

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  4. Qué bonito el día de propina, así tendrían que ser todos los días... Es un regalo la vida y cada día uno más ¡Qué contenta se pone alguna gente cuando das una propina! Esta mañana en un semáforo un chico haciendo cosas con unas pelotas, le di algo, qué cara de contento... Le di un beso volado, la alegría vuelve para ti.
    Qué buena es una propina y a mí la vida me la regala todos los días.
    Isa, sigue entusiasmando a estas amigas que te queremos un montón. Gracias por esa propina tan buena de hoy.

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    1. La propina siempre tiene que ser algo dado voluntariamente, como un pequeño regalo por algún servicio que te hacen: cuidarte el coche, servirte bien una cena, cantar una canción en la calle (o, como en tu caso, que te hagan un espectáculo de malabarismos en un semáforo). Guillermo lo entiende así, como un regalo que la vida te da y que hay que aprovechar.
      Y tienes razón, Nievitas. La vida nos da propinas todos los días: hacer hoy con el frío que hace unas lentejitas compuestas como las hacía mi madre, disfrutar de la compañía de los que queremos, o leer un comentario tan cariñoso como el tuyo.
      Un abrazo muy grande y gracias.

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  5. Carmen María Duque Hernández29 de febrero de 2016, 17:00

    Gracias, hagamos así.

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    1. No es tan fácil, Carmelita. Contra eso están las obligaciones externas e internas, el Deber que nos tira de las orejas, la rutina que nos lleva a hacer lo mismo todos los días... Pero, bueno, por lo menos voluntad no falta. Un día vamos y nos cogemos un día de propina ¿vale?

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  6. Buenas tardes Jane: ¡también a mi me encantaban los libros de Guillermo!. Normalmente se los regalaban a mi primo, pero la que los leía era yo. Sin embargo a mis nietos no les hace mucha gracia.
    Un saludo cariñoso.

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    1. Yo creo que los míos tampoco los han leído ¿Por qué será? Les gustan más los de fantasía tipo Harry Potter y Percy Jackson. Y nosotros en cambio nos los devorábamos. Mi amiga Cae y yo, ya mayorcitas (15 o 16 años), hasta los leíamos juntas para comentar escenas. Recuerdo una vez que incluso intentamos hacer agua de regaliz (y nos pareció asquerosa).
      Me da que estábamos en otra sintonía de onda con los chicos de hoy.
      Un abrazo, Rosa María.

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  7. ¡¡Qué sabio Guillermo !! Intentemos aprovechar todas las propinas que nos da la vida, no solo los 29 de febrero, un abrazo.

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    1. Tienes razón, Úrsula, cualquier día del año nos puede traer una propina inesperada y tú y yo lo sabemos bien. A aprovecharlas y disfrutarlas.
      Un abrazo.

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  8. Querida Jane, Guillermo y sus aventuras también fueron objeto de mis primeros ratos lectores. Ya pocas recuerdo y no sé si todavía los conservo. Que detrás vengan seis hermanos, aficionados también a la lectura, son garantía de que ya será muy difícil que aún quede alguno. No dudo que, igualmente, haya leído lo del día de propina, pero soy incapaz de acordarme, a pesar de su originalidad.
    Por principio, siempre he estado en contra de lo que significa una propina, pero en el sentido en que Richmal Crompton lo incorpora a su joven protagonista, me agrada y, más que una propina, siento que el 29 de febrero es un regalo que nos toca cada cuatro años, para compensar un desfase horario que se produce cada 365 días del calendario que nos rige. Viene a ser como saldar una deuda que la Naturaleza y la Historia nos deben.
    Así, con esa visión tan imaginativa que Guillermo hace de la propina, a partir de tu post de hoy, mi visión sobre ella se dulcifica. Gracias, pues, Jane, por ayudarme a verla de otra manera.

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    1. Pues mira, Cehachebé, no lo había mirado nunca así, como saldar una deuda de la Naturaleza y la Historia. Tú siempre aportando tu mirada original.
      Y a propósito de original ¿sabes que hay un Club Mundial de los Bisiestos? Supongo que ahí no estará Pedro Sánchez aunque nació un 29 de febrero. Por lo que se ve no recibirá como regalo de cumpleaños la presidencia.
      Otra cosa curiosa que leí es que en China los que nacen ese día son algo etéreos, sólo se les considera vivos el año bisiesto.
      Bueno, por lo menos es un día excepcional, en eso nuestro Guillermo tenía razón.
      Un abrazo grande y gracias por tu propina de hoy :-D

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  9. Una entrada que empuja al optimismo y un nuevo autor conocido. ¡No tenía ni idea de la existencia y aventuras de Guillermo Croptom.

    Me anoto ambos consejos :-)

    Un abrazo.

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    1. Gracias, Ana. Guillermo Brown, el genial personaje de Richmal Crompton, es la persona más optimista del mundo. No se le ocurre que algo vaya a salirle mal a pesar de todos los berenjenales en que se mete. Es imposible leerlo y no terminar con una sonrisa. Te lo aconsejo para días chungos y para aquellos en que tengas ganas de reír.
      Un abrazo.

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  10. ¡Como me lo pasaba leyendo sus aventuras!

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    1. ¡Y yo, Merci! Me lo pasaba pipa cuando se le ocurría montar exposiciones de bichos, cuando luchaba con Huberto Lane, cuando hacía chantaje a sus hermanos, cuando quería hacer un favor y le salía rana... Y luego, todo ese montón de personajes -tías, vecinos, maestros, admiradores de Ethel y novias de Roberto, seres extravagantes que forman los clubs más raros...-forman un universo variopinto y original que es una delicia.
      Creo que somos un montón los "guillermistas"...

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    2. Y el pobre sobraba en todos lados.El pelo rebelde jajaja

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    3. Mira una descripción cualquiera de Guillermo: "Al ver a Guillermo con chaqueta y jersey rotos, cara sucia y arañada, sin gorra, con el cabello desgreñado (...) sintieron un estremecimiento de horror". Se refiere a Ethel y a Roberto, sus hermanos, cuando lo ven en una Feria. :-D Así es siempre, el pobre.

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  11. Pues sí, Jane, salí a lo mismo que el tal Guillermo, a disfrutar de ese día de propina, donde él se puso una barba postiza, yo me puse una barba de paciencia, lunes, 20 niños, 6 horas de clase y a la tarde, y esta fue la mejor, reunión en el IES de referencia, ahora nos dedicamos a preparar la transición primaria-secundaria; vamos, al completo.
    A eso de las 19:00 empecé a vivir ese día especial, el de propina, día que, a tiempo vista, nos va a fastidiar montones de cosas que nos agradan, días de fiesta, puentes, y un largo etc.
    ¡Claro, que...! como algunos/as están jubilados/as, no se preocupan de los estragos de los días de propina... Y lo mejor, al llegar a casa, después de 12 horas dando tumbos... a preparar el martes... la propina nos salió cara...

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    1. Carlos Marx hablaba de que lo peor que ha hecho el mundo capitalista era convertir el trabajo en un castigo (hasta la Biblia lo justifica con eso de "ganarás el pan con el sudor de tu frente"). Cuando quería explicarle a mis alumnos en qué consiste el trabajo enajenado les preguntaba: "¿Quién está deseando que llegue el sábado y el domingo?". Todos, por supuesto, empezando por mí.
      ¡Qué maravilla que el trabajo para todos fuera como quería Marx en esa utopía que él entreveía después de la dictadura del proletariado! Todos realizándonos en nuestro trabajo y deseando hacerlo, igual que ahora se desean las vacaciones y los días festivos. Entonces sí, todos los días serían propinas, regalos que la vida nos da. Ahora, incluso los jubilados, estamos sometidos a no poder hacer lo que nos da la gana.
      Te digo, Gerardo, que cuanto más vieja me hago, más marxista me vuelvo...

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  12. Me voy a tomar el consejo dentro de 4 años... Iré pergeñando la aventura... Ya se enterará all the world! JEJEJE C'est magnifique, amie, comme toujours!

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    1. Vete pensándotelo, Gladys. Mira cómo se anunciaba una aventura en la prensa inglesa en 1914: "Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito". Lo publicó Shackleton para su expedición al Polo Sur ¡y 27 se apuntaron! Varados en el hielo, con temperaturas de 40º bajo cero, se comieron hasta los perros que llevaron. Y aunque no consiguieron su objetivo, se salvaron todos.
      Te la pongo como ejemplo de aventura para que sopeses pros y contras :-D

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  13. ISA me ha gustado especialmente, quizás porq nunca he tenido esa sensación ya que siempre he estado en el mismo sitio y puede que añore tener esas vivencias tan enriquecedoras

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  14. Muchas veces, Clari, la imaginación, los viajes, las lecturas... suplen el ser de un solo sitio. He nombrado muchas veces a Kant que, sin haber salido nunca de Königsberg, era capaz de describir el mundo entero. Por todo eso, dudo mucho que tú hayas estado siempre en el mismo sitio... ¿A que no?

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  15. Guillermo el travieso... antes solía pensar que este niño era terrible (y divertido, visto desde fuera, como Mary Poppins). Hace cuatro años cambié de opinión. Sobre el terrible Guillermo y sus desopilantes aventuras y sobre la sobrecitada Mary Poppins.
    ¿Qué por qué? Bueno, el canalla de mi pareja me trajo un hijo de otra relación, no anterior ni posterior a la nuestra, sino simultanea.
    El niño es majo, se llama Iñaki Vladimir, eso además, lo que pasa es que su amiguita Ludmila...
    Bueno, es largo de contar. Largo y complicado. Me desfogo los sábados contándolo en el blog de Ludmila von Vampüren. Digo desfogo, porque escribir sería demasiado decir.
    En fin, Jane y compañía, si os tomáis la molestia de pasaros por allí descubriréis porqué hay desertoras del fabuloso, y divertido mundo de Guillermo Brown. O incluso del de Mary Poppins.
    Un abrazo cordial desde el abatimiento moral.

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    1. Desde luego, Guillermo es mi héroe, pero no quisiera por nada del mundo tener un hijo como él, quita, quita...
      Perdona el retraso de 4 años. No vi el comentario hasta ahora que reviví el post en las redes.
      Un abrazo.

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  16. Francisco Javier González20 de marzo de 2020, 18:34

    También formó parte de mi infancia y, además, referida a La Palma. Veraneaba con 12 o 13 años -fui varios años seguidos- en casa de Miriam Cabrera Medina, en el Moliono del Hoyo de Mazo. Tenía varios de los libros de Crompton de las aventuras de Guillermo. Me tumbaba bajo un nisperero y me quedaba "lelo" con las aventuras de Guillermo. Junto a Selma Lagerlöf y su Nils Horguensson, además de los personajes de Julio Verne, eran el horizonte literario que me permitía viajar sin salir de Mazo.

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    1. En mi infancia también estaban "Antoñita la Fantástica" de Borita Casas y "Celia" de Elena Fortún, que supongo que eran consideradas más "de niñas". Pero todos ellos (también Julio Verne y "La isla del tesoro" de Stevenson) me abrieron la puerta a un mundo del que todavía formo parte. Ellos, los libros de mi infancia, me han acompañado en todas las travesías y más de una vez los he releído. Yo también viajé sin levantarme del sillón.
      Un abrazo, Javier.

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  17. Carmen Paz Gutiérrez Arienza20 de marzo de 2020, 20:20

    También de la mía Isabel, creo que me leí toda la colección, me gustaba muchísimo, gracias por traerme esos bonitos recuerdos de Guillermo el Conquistador....etc.etc.

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    1. Yo tenía algunos y otros los había leído. Pero ya mayor, los reeditó la Editorial Molino y compré los que me faltaban. Y ahora de vez en cuando me releo alguno, sobre todo cuando necesito ánimos. Ahora podía ser un buen momento.

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