martes, 26 de diciembre de 2017

Portadas que abren mundos




Hace poco me encontré con una portada que me sorprendió, a pesar de ser la de un libro archiconocido, "Mansfield Park" de Jane Austen. El autor de la portada es Fernando Vicente, un ilustrador que confiesa disfrutar con el proceso de ilustrar un clásico, "tanto de la lectura como de dar vueltas sobre algo conocido o de buscar documentación".  Y eso se le nota. 

Los lectores de "Mansfield Park" muchas veces se quedan con que es la historia de la pariente pobre, Fanny Price, que ocupa un segundo plano en la vida de su aristocrática familia y que, cuando esa vida se agita con la llegada de una elegante y superficial pareja de hermanos, ella no se deja influir y es el anclaje. los principios firmes, el discernimiento claro. Pero además Fernando Vicente, con esta portada, va más allá y muestra a Fanny Price perdida en un laberinto, y me obligó a mí a releer el libro con sus ojos y a centrarme en la presión que ella recibe, incluso por parte de los que la quieren bien, para hacer lo que no quiere hacer: casarse con un buen partido, un hombre seductor, rico y agradable que además está muy enamorado de ella, y en un momento y entorno social en el que el matrimonio es la mejor, y a veces la única, solución en la vida. En la portada hasta en el cuello se ve la tensión de ella al ver que no hay salida.

Me encantan esas portadas de buen lector e ilustrador, que se alejan de clichés y que te invitan a disfrutar de lo que hay detrás de ellas. Y sin embargo, hace poco leí un artículo sobre portadas de Víctor Selles, en el que dice que lo que importa en ellas es que sea un reclamo publicitario y que "Esto se consigue con clichés. Se logra con colores pastel en las novelas románticas y naves espaciales con planetas al fondo en el caso de la ciencia ficción. Se consigue con fotomontajes para la literatura juvenil e ilustraciones para la infantil, y con el mismo cuadro de Hopper de la mujer bañada por la luz de media tarde para la ficción literaria". Como lectora, no estoy muy de acuerdo. Cuando daba clase, muchas veces animaba a mis alumnos a que cuidaran la presentación en sus trabajos. Les decía que igual que un plato con una gracia por aquí o un perifollo por allá anticipa el disfrute, un trabajo sin faltas, bien escrito y con una ilustración original, predispone a su favor a quien lo tiene que calificar. Lo mismo pasa con la portada de un libro: es el primer paso, el umbral para que esperemos con expectativas burbujeantes lo que va a llegar después. Que igual es un churro y una decepción, pero también, por qué no, puede responder a nuestras esperanzas y nadie nos quitará esa gloriosa entrada en un mundo nuevo.

Esta semana en la que finalizamos un año como quien cierra un libro (un libro un poco caótico este 2017, todo hay que decirlo), abramos el próximo con una portada más conciliadora, más acorde, estoy segura, con lo que casi todo el mundo espera. Yo haría esa portada a 2018 con los bellísimos versos que el poeta José Miguel Junco Ezquerra ha publicado estos días:

"Ojalá que se ponga por su lado más cóncavo de tu parte la vida
y que en esa hondonada se prodigue el abrazo
y se fundan de veras con tu sangre otras sangres
y al convite se sume con su canto un jilguero
y el dolor te sea leve y la paz sea contigo."

Feliz año.


8 comentarios:

  1. Me gusta, aunque no estemos de acuerdo ��. Hay dos cosas a tener en cuenta: se pueden utilizar los clichés de un género y aun así hacer una buena portada, y también se puede conseguir transmitir el contenido de un libro de género sin necesidad de utilizar los clichés del mismo (pero obviamente es mucho más difícil). Al final, lo único que quería transmitir es que una portada debe funcionar como publicidad y reclamo rápido, más que como pintura extraordinaria de sala de museo. Pero si alguien consigue ambas cosas, pues oye, mucho mejor.

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    1. Creo que estamos más de acuerdo de lo que pensamos. Sobre todo en que lo deseable es una portada original y creativa y que despierte la curiosidad del futuro lector (e incluso, como me pasó a mí con "Mansfield Park", la del pasado lector) ¿Utilizar clichés y que casi todas las portadas de un determinado género se parezcan? No sé, a mí me echaría para atrás. Y pienso también que el ilustrador es otro elemento importante en la creación del libro: debe ser bueno.
      De todas formas, tu artículo es esclarecedor y te lo agradezco.
      Un saludo.

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  2. ¡Felices Fiestas y mucha vida en el Año Nuevo!

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    1. Gracias, Esther, y también mucha para ti. Nada de hacerse mala sangre con las noticias de los periódicos (que no hay una positiva ni que la busques con lupa), nada de escuchar quejas ni de hacer caso a malas caras, nada de hacer caso a anuncios agoreros sobre lo tremendo que va a ser todo. Tú ahora a disfrutar de todo lo bueno, de la naturaleza, de los amigos, de tus hobbies y del buen comer y buen beber ¡Salud y un año feliz!

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  3. Hola Jane. Es cierto que una portada te crea "curiosidad" y te dan ganas de leer el libro, y muchas veces te llevas un "chasco".Pero a veces coincide con el "espíritu" de lo que lees, y entonces agradeces la portada.
    Lo que hago cuando termino de leer un libro que me gusta es "acariciarlo" entre mis manos y me quedo pensando en lo que he leído (esta acción es automática y me doy cuenta que lo he hecho cuando ha pasado un rato) ¿Será el subconciente?.
    Una Feliz Navidad para tí, para tus seres queridos y para todos aquellos que nos acercamos a leer tu blog. Un gran beso Jane. Juan.

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    1. A mí, cuando me gusta mucho un libro, soy capaz de releérmelo sobre la marcha y regodearme con las escenas que más me han impactado. Y sí que hay una preferencia física. Si la portada no responde a la esencia del libro es como si perdiera puntos. Todo tiene que ser perfecto. Me pasa con algunos de mis primeros libros, que me han regalado alguno igual más nuevito y no me gusta desprenderme del antiguo, con su portada de antes y su letra y traducción. En cambió de otros ("El hobbit", "Persuasión"...) soy yo la que compro nuevas ediciones que me atraen más. Igual es el subconsciente, sí. O que amamos los libros.
      Feliz Navidad, Juan, y que sigamos encontrándonos en este lugar (y en otros igual de apacibles). Un beso.

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  4. Maravillosa la despedida. Feliz año.

    Un beso

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    1. Me parece un poema precioso, Pili. Resume todo lo que quiero para el próximo año. José Miguel Junco Ezquerra es un poeta con una enorme sensibilidad y no me pude resistir a citarlo.
      Feliz año para ti también. Un beso.

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