lunes, 5 de febrero de 2024

Viajar es descubrir



A veces, cuando pensamos en un viaje y se lo comentamos a los amigos a ver si se animan, nos dicen: "No, yo ya he estado allí" e ignoran que todo viaje es un camino de descubrimiento, que siempre hay hechos que te asombran por más que hayas estado veinte veces. Y si no, que se lo digan a mi consuegra, que casi siempre va a París y de cada  viaje trae más ganas para volver otra vez.

Hace 7 años hice un viaje a Cádiz del que les hablé en el post "¡Mira, mamá!" (enero de 2017). La semana pasada volví a ir con el Imserso y me trajo más descubrimientos (y más ganas de volver). Repetí, eso sí, dos eventos especiales que solo por ellos merece la pena todo. Uno, tomarme un jerez en Jerez, mientras recuerdo la frase atribuida a Fleming: "La penicilina cura la salud, pero un jerez resucita a un muerto". Otro, comer a cada rato tortitas de camarones, ese delicioso encaje culinario que merece un monumento.

Y además me traje, no solo la memoria del paisaje de esta tierra generosa, con sus humedales, marismas, salinas... (Y ya estarán los esteros rezumando azul de mar... nos decía Alberti, otro gaditano), que salpican la costa hablándonos de otras formas de vivir, sino también nuevas experiencias: un paseo en catamarán desde Cádiz al Puerto de Santa María (dónde nos quedábamos), gozando de un atardecer con pinceladas rosas y naranjas sobre la Bahía de Cádiz y el Puente Nuevo. Una visita al barco "Unión" de la Armada Peruana, un velero de 4 palos atracado en el Puerto de Cádiz y en el que nos atendieron cadetes guapos, serios y entorchados que nos contaron su viaje por el mundo (uno, hasta nos habló de su enamorada, que lo espera en Lima). La visión de un jinete solitario en la arena húmeda de la Playa de la Calzada en Sanlúcar de Barrameda, con el Guadalquivir y el parque de Doñana en el horizonte. Las risas con la gracia gaditana, como la de un cartel que vimos en un bar cerrado (imagen final): "Mañana cerramos por el bautizo de mi hijo: Perdonen las molestias". Y debajo pone: "¡¡Abre, becerro, que el niño no es tuyo!!" Firmado: La Madre".

Me traje también historias que nos fuimos encontrando: Nada más empezar en la cola de facturación del aeropuerto, a una pareja le dijeron que no podía viajar porque no había pagado la señal de 30 euros de reserva. Imagínense, a mí me dicen, después de preparar un viaje, con todo el jaleo que implica, que me tengo que quedar en tierra, y me da algo. Sin embargo, ellos reaccionaron con humor y la mujer dijo uno de los yaques más positivos que he oído: "Pues ya que estamos aquí, vamos a ver si nos podemos ir a Madrid o a cualquier otro sitio". Y allá que se fueron con sus maletas a ver. O encontrarnos, cuando íbamos a desayunar en el hotel (un antiguo monasterio del siglo XVIII) a un hombre dormido en un sillón del pasillo, envuelto en un edredón y con su mochila al lado ¿Lo habría echado su mujer durante la noche? ¿O se había colado? Hipótesis no faltaron.

Pero lo mejor fue la gente: el magnífico grupo que formamos todo el viaje y con el que compartimos mesa, charlas, risas, aperitivos, paseos y una estupenda cena de despedida con su correspondiente pescaíto frito. La grata compañía de mi amiga del colegio Esperanza y de su marido Mane, que tienen casa en el Puerto de Santa María y que me descubrieron la inmensa playa de Vistahermosa (imagen inicial), con sus arenas doradas y su chiringuito abierto todo el año (y sí, lo reconozco, comí allí tortitas de camarones. Otra vez). El encuentro con mi alumno Gonzalo, que no solo me alegró sino que me hizo reflexionar sobre el sentido de la vida: Créanme, sentirse mayor no depende de canas, arrugas o artrosis. No, sentirse mayor es encontrar que uno de tus alumnos ya viene al Imserso.

Hubo de todo (hasta cansancio) y fue un viaje estupendo que volvería a repetir encantada. Porque viajar es descubrir: historias, lugares, comidas, amigos...


Dedicado a todos los que contribuyeron, más si cabe, a hacer tan agradable este viajito:  A Noelia, nuestra guía y ángel de la guarda, y a los guías locales, Dani, Begoña y María Jesús, tan sabios; al estupendo grupo de amigos María Victoria, Sixto, Miguel Ángel, Mari Cruz, Ángela, Cristi, Paco y Mari Carmen; a Esperanza y Mane por su cariñosa acogida; y a Gonzalo, con mi bienvenida al grupo de "mayores". Gracias de todo corazón.


28 comentarios:

  1. Bravo Isabel. Es que hacerse mayor es la fortuna de acumular recuerdos, vivencias y saberlas contar con la maestría con que lo haces. Sigue viajando, viviendo y narrándolo

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    1. Mientras el cuerpo y la mente aguanten, lo procuraré. De un viaje viene una remozada, con la memoria llena de imágenes, ideas y palabras a las que puedes volver ¿por qué no?. En un cómic de Alfonso Casas leí: "Viajar es crear recuerdos a los que viajar".

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  2. Charo Borges Velázquez5 de febrero de 2024, 9:59

    Cómo te envidio, Jane, por haber estado en ese "Cai" dos veces.
    Llevo intentando conocerlo, desde que ustedes me animaron a apuntarme al lmserso, pero hasta ahora no he tenido suerte. Me parece que voy a tener que hacerlo por mi cuenta, porque no quiero abandonar este mundo sin haber estado en la "tacita de plata" unos pocos días. Y más aún, después de este estupendo post tuyo...

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    1. Si puedes, sigue intentándolo con el Imserso (o Turismo Social, como creo que se llama ahora). No solo por el precio al alcance del bolsillo de una jubilada, sino también porque los guías son estupendos y te enseñan un montón. Nosotros tuvimos 3, uno para Sanlúcar, otra, para Cádiz y una tercera para Medina Sidonia. Y aparte, Noelia, la guía que venía siempre con nosotros y nos resolvió papeletas y dudas, nos dio buenas informaciones y nos enseñó un montón sobre la historia de su tierra. Búscate una buena compañía y pídela para el próximo año. Merece la pena.

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  3. Gracias ,Isabel
    Me alegra saber q has pasado unos días muy agradables en esa tierra donde te hacen sonreir con cualquier bobada q digan ...tienen "una grasia q no se puee aguantá "...
    Fuimos con Binter a Jerez y disfrutamos de Sanlúcar, Cádiz, Doñana...y me encanta...volvería ahora mismo...

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    1. Es bueno que la gente sepa que existen esos vuelos a Jerez con Binter, que es una compañía que está funcionando muy bien, más cómoda y encima, te dan de comer, algo que antes se hacía en todas las compañías y ahora, na de na. Cádiz es, como toda Andalucía, la tierra más cercana a nosotros, la más alegre y abierta.

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  4. Hola Isa!! Me ha gustado mucho.
    La verdad que da gusto leerte, escribes muy bien.
    Un besito y a ver si coincidimos en otro viaje.

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    1. Ojalá, Cristi. Los buenos compañeros hacen mucho por el éxito de un viaje y los de este fueron inmejorables. ¿Te imaginas como te arruinaría un viaje alguien gruñón que no hace otra cosa que protestar e intentar que los demás le sigan en esa línea? Menos mal que nosotros nos tomábamos todo con sentido del humor. A ver si coincidimos alguna otra vez, sí.
      un besote.

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  5. En la foto, al fondo el puente Nuevo, o el puente de La Pepa. ¿Para qué perder el tiempo en decir El puente de la Constitución de 1812?.

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    1. Eso dice mucho del sentido común de los gaditanos. Pasa lo mismo con la Catedral Vieja y la Catedral Nueva. Al pan, pan y al vino, vino.

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  6. Catalina Trujillo La Roche5 de febrero de 2024, 15:57

    Preciosa descripción. Bonito viaje. Besos

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    1. Es verdad, un viaje muy bonito. Tú lo sabes bien que hiciste el mismo recorrido unos días antes que nosotros. Salir del rincón siempre es bueno.
      Un abrazo.

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  7. Jane: me has dejado en shock cuando has dicho que un alumno tuyo viajaba en el Imserso.
    Me encantan tus entradas de viajes. Estoy segura de que aunque se hubiera infiltrado algún gruñón, nos habrías regalado otra entrada estupenda, pero esa gente mejor lejos.
    Un abrazo.

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    1. Es comprensible lo de mi alumno (aunque yo de entrada también me quedé en shock). Cuando empecé a dar clase a los 22 años mis alumnos tenían 16, 17, 18 años (la filosofía era para los mayores). O sea que ahora que tengo 75, tengo alumnos de 70 años, seguro. Este es de 61, le di clase años más tarde. Y afortunadamente esta vez no había ningún gruñón y la guía y el chófer, un encanto de personas. Tuvimos mucha suerte.
      Un abrazo.

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  8. Gracias Isabel por mostrar tu habilidad para relatar una experiencia maravillosa en la que tuve la suerte de reencontrar a una excelente profesora y mejor persona a la que ya pude abrazar antes en “La Bruma”. Realmente me siento honrado de contar con tu cariño a pesar de que cuando fui tu alumno era un niño bastante “desinquieto” y algo más que travieso, pero ahora solo tengo buenos recuerdos de casi todos los que influyeron muy positivamente, como tú, en mi desarrollo como persona, Ponciano, Don Jesús, Pepe Cabrera, Don César, Don Miguel, Don Jacinto, Fela, …, y tantos otros que aunque suspendiera alguna evaluación los tengo como excelentes personas que supieron transmitirnos no solo conocimiento, sino unos valores que me han acompañado y he podido transmitir a mis hijos y del los que me siento orgulloso. Solo deseo que en nuestra vejez podamos seguir compartiendo momentos tan estupendos como los de estos días. Con todo mi cariño, un beso fuerte.

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    1. Querido Gonzalo, comentarios como este tuyo son las joyas de la corona que todo profesor desea guardar en la memoria. Por supuesto, sabes que me has emocionado. Me alegró muchísimo encontrarte y haber compartido contigo y tu mujer este viajito, corto pero lleno de experiencias buenas. A ver si otra vez tenemos la suerte de volver a coincidir (y si no, siempre nos quedará "La Bruma"). Un abrazo muy grande.

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  9. Aquellos viajes continentales en autostop, cuando estudiante, durmiendo donde saliera, a veces cubierto con periódicos (que mantienen la temperatura), cuán diferentes a los de la etapa laboral con todas las previsiones cubiertas. Recuerdo que al volver a las islas se me planteó la duda si había actuado correctamente, comparándome con los compañeros de la promoción, ellos eran ya jefes en alguna entidad y viajaban con su salario y su coche, y yo comenzaba de cero. Si volviera atrás haría lo mismo. Nada tan emocionante como vivir improvisando el rumbo que coges.,.

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    1. Tienes razón, Antonio: hay viajes y viajes. Yo no los hice tan aventureros como los tuyos, pero también tuve mis viajes en que íbamos haciendo camping por Francia, por España y por Portugal, improvisando sobre la marcha y los recuerdo muchísimo, más que algunos más organizados.Ya no puedo hacerlos pero nadie me quitará conservar esos momentos en que viajábamos ligeros y descubríamos cada día una maravilla nueva. Como dices, era emocionante.

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  10. Me encantó lo que pusiste sobre el viaje, se nota que eres una buena redactora. Con pocas palabras se puede decir mucho y en este momento la verdad es que me encantó porque has resumido casi todo perfectamente. Un saludito.

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    1. Se hubiera podido decir mucho más porque el vaije fue intenso: las historias que nos contaban, cómo vivimos el viaje de Elcano, la cercanía de Doñana, las vistas de Vejer, pisar donde pisaron los romanos en la calzada conservada de Medina Sidonia, los alfajores y dulces, mmmm, que nos fueron tentando en conventos de monjas... Pero solo fue una pincelada para guardar en el recuerdo (ya que ahora no hacemos álbumes).
      Otro saludito para ti y mil gracias por tu compañía, tus fotos y tu buen humor.

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  11. Me alegro con ese precioso viaje. Algo así hicimos hace un tiempo..y por supuesto comimos las tortillitas de camarones. Pero ahora creo que no viajaré en grupo por no seguir el ritmo. A disfrutar.

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    1. El ritmo lo marcas tú, Carmita, no renuncies a los viajes en compañía. Esta vez nosotros renunciamos a los pueblos blancos que ya conocíamos por descansar un poco y conocer otra zona del puerto de Santa María con amigos. Lo mismo puedes hacer en otros viajes, no tienes que ir por obligación con todo el mundo.
      Un beso y gracias.

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  12. Hola Isabel, comentarte sobre tú escrito, me ha parecido una entrañable visión, con una fluidez de pensamientos, fenomenal. Para mí fue sencillo y rápido, pero suficiente para fortalecer los ánimos....Un abrazo para ti y para tú esposo.

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    1. Sí, Mari Carmen, un viaje es un paréntesis en la vida diaria en el que recargamos pilas. Me alegré mucho compartirlo contigo y con Paco. ¡Qué ratos más buenos pasamos! Un abrazo para los dos.

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  13. Es que Cai está hecho para disfrutar. ese clima, ese mar, esos cafés y chiringuitos, ese humor, esas tortitas de camarones, ese pescaíto frito... ¡Es que no se puede aguantar! :-D

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  14. Marilú Díaz Estrada9 de febrero de 2024, 12:28

    Recuerdo hacer unos de nuestros viajes desde Oporto, y toda la costa Cantabrica, estar unos días en el País Vasco, sur de Francia y seguir de nuevo por la costa desde Barcelona hasta Sevilla, nos quedabamos más días según nos gustaban la ciudad, desde Málaga salimos a Tenerife, a ver a mi hija, recordar ese viaje es revivirlo, con juventud y energía. Fue maravilloso, como nos reíamos y disfrutamos esa vez no estuvimos en Madrid. Para mí el mejor de mis viajes. Viajar es vivir y que no, nos quiten lo bailado

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    1. Sí, siempre hay alguno que conservamos mejor en la memoria, por las novedades, por la juventud, por la compañía... Yo, como tú, guardo unos cuantos preciosos. Antes eran más largos, duraban un mes por lo menos; ahora son más cortos, de 5 a 8 días. Pero no es la duración sino la calidad del viaje lo que importa. Viajar es un privilegio que nadie debería perderse.

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  15. Muchísimas gracias, Noelia. Ya sabes que gran parte del encanto del viaje depende de una buena guía y tú lo fuiste con creces. Pudimos ver que te encanta tu profesión: resolviste dudas, nos ayudaste siempre y nos hiciste conocer tu tierra de una manera bastante cercana y amena. Tenerte con nosotros fue un lujo.
    Ojalá podamos repetir un viaje así. De todas formas, si vienes por Tenerife, avísanos.
    Un abrazo.

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