Me van a permitir que hoy me ponga filosófica y cartesiana, que una vez al
año no hace daño. Lo hago con el permiso del mismísimo Descartes que segura
estoy de que me lo está dando desde los celajes. No en vano, en cuanto he visto
por esos mundos (concretamente, en París y en Amsterdam) un cartelito en una
puerta donde diga “Aquí vivió Descartes en el año 1600 y pico”, me he apresurado
a posar delante de él con cara de intelectual, tal cual si fuera el Tajmahal; no
en vano les conté su vida, costumbres y pensamientos a mis sufridos alumnos
durante varios años; no en vano hasta les ponía una película de una de mis
series favoritas, “Doctor en Alaska”, en la que el tal doctor hablaba de
Descartes como el genio que se dio cuenta por primera vez de que la mente era
una cosa y el cuerpo otra.
Y también Descartes fue el que dijo el “Pienso, luego existo”
(Cogito, ergo sum), la frase más copiada, parafraseada, cambiada,
alabada, criticada, coreada, mal y bien interpretada de la historia. Es la
trending topic del twitter filosófico.
La he visto como título de un programa de la tele en la 2, en el que mi
profesor D.Emilio Lledó y otros filósofos hablaban, sobre todo, de lo humano.
La he visto en una viñeta de Forges como “Mato, luego existo”,
aplicada con razón, en aquellos tiempos del terror, a los etarras que tenían,
como único motivo de su existencia, el de matar.
La he visto como título de un libro de John Allen Paulos, como “Pienso,
luego río”, que habla de anécdotas, historias, chistes, parábolas y
adivinanzas filosóficas, haciendo caso a la frase de Wittgenstein “Podría
escribirse una obra filosófica buena y seria, compuesta enteramente de chistes”.
La he visto en otra viñeta de Quino pronunciada por un fantasma que, al verse
atravesado por alguien que pasa, termina, torrontudo y más cartesiano que nunca:
“Bien, pero pensar, pienso”.
La he visto, en los 80 como crítica social hecha por Barbara Kruger como
“Compro, luego existo”, y después, paradójicamente, en los años de
consumismo loco, utilizada tal cual por los almacenes Selfridges de Londres,
como propaganda para las rebajas.
La vi en otra viñeta de Forges (ese gran filósofo), en el 95, cuando el
Ministerio de Educación quería borrar del mapa los estudios de Filosofía, como
“Pienso, luego estorbo”.
La he visto en una revista de moda, como “Visto, luego existo”, y en
una canción como “Siento, luego existo”.
Y la he visto en las manifestaciones de los Indignados el pasado año como
“Pienso, luego insisto”.
Y todos nosotros la tenemos en mente cuando caemos en la cuenta de que lo
fundamental de nuestra existencia y lo que nos hace verdaderamente humanos es un
verbo relacionado con el pensamiento: amo, recuerdo, comparto, ideo, lloro,
siento, deseo, sufro, quiero, disfruto, río, imagino, invento, sueño, y yo,
ahora, escribo… luego existo.
¡Grande Descartes!
(A mis alumnos, con los que he recorrido una parte del camino para
conocernos a nosotros mismos un poco más)
Espectacular!!! no dejo de disfrutar leyendo tu blog.
ResponderEliminarPD: leo, luego existo
Impaciente por el próximo artículo
Gracias, Fernando. Y sí, leer es una de las formas más agradables de existir: vives mil vidas, experimentas placer y dolor, ríes y lloras, te enfrentas a retos y aventuras y puedes imaginarte en la opulencia o en la miseria, o viajar hasta mundos más allá de la Tierra. Y, sobre todo, leyendo comprendes algo más de qué va esta vida ¿Se puede pedir más?
EliminarUn abrazo.
Al ver el título,pensé que me disponía a presenciar una de aquellas clases filosóficas que raramente me perdía.En aquella época era muy mala estudiante,pero el profesor que era bueno haciendo su trabajo sabía llegar a los alumnos.Y este era el caso,a pesar de aquellas frías aulas, esta señora supo despertar en mí el entusiasmo por la filosofía.
ResponderEliminarComentarios de texto,grandes resúmenes,muy buenos apuntes e incluso películas como bien cita en su artículo.De aquella época estudiantil alocada,que todo hay que decirlo,luego saqué mi carrera e incluso gran parte de un doctorado,guardo todos y cada uno de los apuntes de su asignatura,una de las pocas asignaturas que para mi entender valía la pena,ya fuese por la filosofía o por la manera de impartirla,(No tengo ninguna duda que fuese esto último).
Reconozco que echo de menos pasar esos ratos con ella,aunque sea rodeada de 30 y pico alumnos más, y aunque sé que ella EXISTE,luego piensa y que bien piensa "la jodia",daría un paso atrás en mi vida para pasar unas horas a la semana entretenidas y aprendiendo todo lo que salia de su boca.
Jane,gracias por existir y sobre todo por pensar,escribiendo cosas como estas no nos haces ver que existes, sino que existimos que eso es mas complicado.
Bss Susana
Querida Susana, una clase no la hace sólo un profesor, por mucho entusiasmo que ponga. La hace también la materia (y hay que reconocer que la filosofía tiene temas apasionantes), pero, sobre todo, los alumnos, con su interés, con su curiosidad y sus preguntas, con su implicación en el tema. Yo a veces he dado la misma clase a dos cursos y, mientras de uno sales contentísima, de otro, ni fu ni fa. Gracias por ser ese tipo de alumna que todo profesor desea y que te hace salir de clase de la primera manera. Y fueron buenos tiempos ¿verdad? A veces, yo también los echo de menos. Un beso.
EliminarIsa, que bien te ha descrito Susana. A mi no me has dado clase pero, he compartido clase en el colegio y en la vida que me ha dado la oportunidad de ser tu amiga y de poder disfrutar de tu sabiduría, de tu generosidad y de tu bondad y como Susana,también digo: qué bien piensa la jodia. Y agrego: qué bien escribe y cuanto sabe.
Eliminar¡Ay, Ani, cómo me has emocionado! Como dicen las Sentencias del Tata Viejo, "la amistad es como el vino, mejor cuanto más añeja". Tener y conservar amigas como tú, que nos conocemos de siempre, es una de las grandes joyas que uno puede atesorar en la vida. Gracias por tus palabras y por tu cariño. Te quiero, amiga.
EliminarJane, me has hecho pensar, o sea que ahora existo un poquito más.
ResponderEliminarOye, qué duro lo de "Compro, luego...", que de crítica pasó a ser publicidad.
Quino, un genio entre los genios, esos libros suyos del tipo "Humano se nace" son auténticas perlas de sabiduría, que solo se pueden explicar utilizando el lenguaje que utiliza.
pd. Susana, te envidio, no sabes hasta qué punto.
No te lo querrás creer, Loque (o sí te lo querrás creer), pero estos de la publicidad ya no respetan nada, ni a los popes de la filosofía. Te juro que he visto un anuncio con Kant, nada menos, tan serio él, haciendo propaganda de unas salchichas alemanas. Se lo llevé en una ocasión a mis alumnos para que vieran hasta qué punto puede degradarse el alma humana (se partían de risa al verlo, la verdad).
EliminarGracias por tus palabras. Los profes (hasta los jubilados) necesitamos los ánimos, que lo tenemos crudo.
Leo, luego disfruto. Sobre todo, cuando leo cosas como esta y todas las demás con las que nos regala cada semana. Como dice Fernando, impaciente por la próxima entrega. Enhorabuena.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el "leo, luego disfruto". Incluso yo por lo menos podría decir: "Releo, luego disfruto". Como leí hace poco ("El temor de un hombre sabio" de Patrick Rothfuss), "No hace falta que las historias sean nuevas para que las disfrutes. Hay que son como amigos de la familia. Algunas son tan fiables como el pan".
EliminarPues eso, a seguir disfrutando y muchas gracias.
Por fin me decido, no sé si en esta ocasión se debe al pienso porque existo ... o a que me cansé de comentarte a través del correo electrónico, o que a veces nos apetece un cambio.
ResponderEliminarEl caso es que hoy estoy aquí, en el existo, jajaja.
Besoss Flor
También podríamos decir "Cambio, luego existo". Y yo me alegro de que estés ahí, en el cambio y en el "existo". Un beso.
EliminarCuando estudié a Descartes, allá por 1972, me imagino que no me enteré de mucho de lo que significó para la Filosofía. No creo que fuera culpa del profesor que me dió Filosofía, sino que tenía otros intereses en aquellos momentos.
ResponderEliminarCon el paso de los años este personaje ha ido apareciendo cada cierto tiempo en mi vida: Los ejes de coordenadas o cartesianos en las Mates, el cartesianismo en las lecturas que me han ido acompañando a lo largo de mi vida. Unas veces el autor criticaba al "cartesianismo" de los personajes, y otras veces parecía algo lógico y hasta bueno.
En fín, casi nunca son malas las teorías filosóficas, somos los seres humanos los que las hacemos buenas o malas, dependiendo si las utilizamos como arma arrojadiza contra otros.
Un abrazo Jane.
Se ha criticado a Descartes por ser muy subjetivo y demasiado racional (algunos dicen que olvida lo chifletas y absurdos que somos los humanos a veces). Por ejemplo, el Hércules Poirot de Agatha Christie podría ser el hombre cartesiano por excelencia: "El Orden y el Método eran sus dioses. Las pruebas tangibles, tales como las huellas de pisadas y la ceniza de los cigarrillos le inspiraban un cierto desdén, y sostenía que, por sí mismas, no permitirían nunca a un detective resolver un problema. Y, enseguida, se daba en su cabeza oval, con absurda complacencia, y observaba muy satisfecho: "El verdadero trabajo se hace desde dentro. Las pequeñas células grises... recuerde siempre las pequeñas células grises, mon ami" ("Asesinato en el campo de golf")
EliminarPero no cabe duda (cartesiana, tampoco) de que fue un gran filósofo, un gran matemático y un verdadero hombre de ciencia. No aceptó lo dicho por los pensadores anteriores y quiso construir algo nuevo. Y creo que, después de él, ya no se pensó igual y somos distintos.
Un abrazo, Juan.
Hoy mi corazón está como el día, tristón y con granizo y con tus palabras me has hecho sentir que yo también existo. Muchas maneras de existir como bien dices pero existencia al fin y al cabo. Gracias por traer a Descartes a mi ordenador, a mis ojos pero sobre todo ami alma que no cabe duda va ella solita por otro camino que no es el del cuerpo...
ResponderEliminarPero qué bueno, Alejandrina, sentirnos vivas aun cuando se está triste. Y qué bueno sentir la mente libre para imaginar y crear. Incluso Hume, que era contrario al pensamiento de Descartes, admite que "el pensamiento, en un instante, puede transportarnos a las regiones más distantes del universo, o incluso más allá del universo, al caos ilimitado... Lo que nunca se vio o se ha oído contar, puede, sin embargo, concebirse". Tu alma puede ir por caminos que no se han transitado y esa es, por supuesto, otra manera de existir.
EliminarScribo ergo sum. Bona magistra tibi! (mi madre... qué latinajo... )
ResponderEliminarOtro latinajo que viene bien en cualquier tiempo y lugar: "Dum licet fruere" ("Mientras se pueda, goza"). Los romanos eran muy sabios, Gladys.
EliminarEn homenaje a Humberto Eco: "La filosofía es una respuesta a un acto de asombro".
ResponderEliminar¡Qué bonita frase, Sole! Es la misma de Aristóteles cuando dice, hablando de los primeros filósofos "... entonces, como ahora, fue la admiración lo que inicialmente empujó a los hombres a filosofar". Eco siguió la senda de aquellos primeros filósofos y posó su mirada de asombro en el lenguaje, en el conocimiento y en la propia realidad.
EliminarLeí en Twitter: "Cuando muere un escritor, cae el otoño sobre las páginas en blanco". Da pena que haya muerto y no nos regale más páginas sabias.