Pasas
por la vida a veces tan despistado que no caes en la cuenta, hasta que ya es
tarde, de que te han quitado algo.
Hace
poco fui a una fiesta en una finca sobre la Dársena Pesquera.
Desde allí se veían los restos de la carretera vieja que llevaba de Santa Cruz
a San Andrés, aquella carretera, estrecha y peligrosa, por la que pasé mil
veces cuando, en los veranos de mi niñez, íbamos a bañarnos por las tardes a
Las Teresitas. Ahora, a los pies de los riscos, no está el mar batiente ni
existe ya la pequeña playa del Trabuco, una joya de arena negra entre las
rocas. En su lugar hay una nueva carretera –más cómoda y transitable, eso
sí- y, más allá, mar adentro, kilómetros
de dársena llenos de naves comerciales gigantes, la mayoría hoy semivacías.
Y
entonces empiezas a caer en la cuenta de que te han quitado el mar, y te acuerdas también de cuando desde el barrio
del Toscal veíamos entrar y salir los grandes buques hacia Venezuela y los
correíllos de las islas. Hasta que un día esa visión desapareció. En nuestro
horizonte se construyó una muralla de edificios de 11 pisos en la Avenida de Anaga, los
vendieron por muchos millones y nos robaron el mar.
Y más
tarde te percatas de que después le tocó
el turno a la Avenida Marítima ,
como si fuera una campaña perfectamente orquestada. Ya no existe ese balcón al
mar al lado de la Plaza
de España, a donde íbamos a ver las olas batir contra las rocas o a los
pescadores echar las cañas. Ahora el mar está tapado por asfalto en el que se
amontonan los contenedores o en donde se ponen las ferias de Carnavales. El
muelle, con su paseo alto, que era un sitio habitual para dar una vuelta
aspirando el salitre, está cerrado a la gente; en la Avenida de Anaga se hace
footing y se camina, pero rodeados de coches y obras; y la Farola del Mar, que marcaba
el hito en el que uno se adentraba en aquel mundo de marineros, de barcos
grandes que cruzaban océanos y de barquitas cargadas de chicharros de plata,
casi está desaparecida entre camiones y señales de tráfico.
¿Quién
nos robó el mar? ¿Quién se empeñó en que los chicharreros –hasta el nombre
mismo con el que se llama a los habitantes de Santa Cruz habla de sus orígenes
pescadores- vivan de espalda a él? ¿Quién ha tratado, en los últimos 40 años,
de que nos olvidáramos del pueblito marinero que se asentó sobre la playa de
Añaza en la que desembarcaron hace 5 siglos los conquistadores?
Y, sin
embargo y pese a todo, muy de vez en
cuando, incluso paseando por la
Rambla , te llega un olor lejano a maresía o escuchas graznar
a una gaviota. Y es que en el fondo del alma de todo chicharrero sigue cantando
un poema que nos habla del mar:
El mar
es como un viejo camarada de infancia
a quien
estoy unido con salvaje amor;
yo
respiré de niño su salobre fragancia,
y aún
llevo en mis oídos su bárbaro fragor…
(Tomás Morales)
(La imagen es de una postal de los años 70. En ella aparece la Plaza de España y la Avenida Marítima, dando directamente al mar)
Es una grandisima pena. Debemos estar gobernados por personas que odian el mar. Fíjate en la Plaza de España, que tras la costosa restauración, el Bar Atlantico (creo que se llama así) en el que nos solíamos sentar a tomar unas cañas en las tardes de verano y comtemplar el mar, le han puesto un mamotreco delante, eso si ¡con plantas en las paredes¡ pero sin ninguna vista. Y los Paragüitas ¿quien no se tomó allí alguna vez unos berberechos, al cobijo de los laureles y muy cerca del litoral. Ya han quitado el bar pero aunque lo pusieran, hay otro mamotreco delante aromatizado con olor a urea, ya saben porqué, y por supuesto con nula visión marina. Y el Balneario ¡pena me da pasar por allí¡ ¡que triste , que insensibilidad tan impresionante¡ En fin ,hace poco estuve de viaje por ciudades centroeuropeas y fue una gozada ver como los litorales de los rios estan arregados para el disfrute, para el paseo, para el deporte ¡Dios, si hubiese un rio en Santa Cruz le pondrian una pared muy alta para que no lo pudiesemos ver¡ Por desgracia, esto es lo que tenemos. Un abrazo
ResponderEliminarTona, qué recuerdos me traes de los berberechos de Los Paragüitas... Y tienes razón, ¡el Balneario! A veces he oído a gente preguntar que por qué no lo rehabilitan ¿Qué van a rehabilitar? Si lo que hay allí es un terregal, si ya no hay mar, si ya no está la playita de arena gorda, ni la balsa hasta la que íbamos nadando contigo detrás diciéndonos: "¡Espérenme, espérenme! ¡Muero!". No sólo deben odiar el mar, sino que tampoco tienen gusto ni sensibilidad ni amor por hacer las cosas bien... ¿Cómo hemos dejado que lo hagan? ¿Cómo no hemos formado murallas humanas con un "¡No pasarán!"?
ResponderEliminarUn abrazo y sí, es lo que hay.
Una de las principales virtudes de una ciudad costera es precisamente su costa. A Santa Cruz se le ha quitado una de sus principales características, esta huérfana. Si se hiciera una lista mundial de las 1000 ciudades y pueblos bonitos del mundo, sin exagerar no estaría, y principalmente por la mala planificación de décadas. Partió de una bonita ciudad Atlántica con diferentes influencias , con un entorno y clima privilegiado , pero q en su desarrollo se ha ido perdiendo
ResponderEliminarTienes razón, Chus. Ha pasado de ser una ciudad asomada al mar, su principal atractivo, a perderlo tontamente. No entiendo por qué no se ha invertido en infraestructuras que apuntalen ese atractivo. Si es por motivos económicos, eso también hubiera sido economía y riqueza para el futuro.
ResponderEliminarLamentable, Isa, y también indignante. Quizá haya que entonar algún "mea culpa" y reconocer que al chicharrero le ha faltado espíritu crítico y peleón, a través de los tiempos. Quizá nos ha fallado la convicción y la fuerza necesarias para defender lo nuestro y lo justo. Quizá habría que haberse echado a la calle y manifestar bien alto el desacuerdo con tanto expolio y tanto desatino. Y, como chicharrera de pura cepa, soy la primera en entonar ese "mea culpa..."
ResponderEliminarTambién es verdad, Chari, que se ha hecho a la chita callando y con el pretexto de que redundaría en beneficio de la ciudad: terreno ganado al mar que vendría bien para grandes naves industriales, sitio amplio para poner contenedores... ¡y adiós a la belleza, al atractivo de una ciudad que era muy bonita, a los ratitos frente al mar...!
ResponderEliminarPero tienes razón, como le dije a Tona en otro comentario: ¿cómo lo hemos permitido? Mea culpa yo también.
¿Es posible tanto cambio en aquella maravillosa ciudad que guardo con tanto cariño en mi recuerdo?
ResponderEliminarPues sí, Esperanza. Tenerife sigue teniendo atractivos, no cabe duda. El mar es siempre un referente en cualquier lugar de la isla y hay rincones en los que el alma se te ensancha. Y también en Santa Cruz los hay. Pero me dan envidia las ciudades y pueblos costeros con paseos cuidados a la orilla del mar. Hemos perdido mucho.
ResponderEliminarSanta Cruz cayó en desgracia desde el momento que la oligarquía chicharrera se apoderó del poder. Vivir de espaldas al mar siempre ha sido la premisa de esta pobre ciudad, con la peor estampa de las ciudades costeras españolas.
ResponderEliminarTienes razón, Carmen, pero sigo sin entender el porqué. Hace poco estuve en la Costa Brava y en todos los pueblitos había paseos con bares, restaurantes, bancos donde sentarse y contemplar el mar. Daba gusto ¿Por qué se ha quitado lo que había? ¿Por qué no mimarlo?
ResponderEliminarLos que no han mirado mas que a su bolsillo y el de sus acólitos !!! y si quieres ver el mar ve a Las Teresitas !!
ResponderEliminarSupongo que habrán ganado mucho, porque si no, no me lo explico.
ResponderEliminarY Las Teresitas tampoco es que esté maravillosa, la verdad.
No veas la brasa que le doy a mis amigos justamente por este motivo...me ha encantado
ResponderEliminarHoy una de mis primas me mandó un guasap diciéndome lo mismo que tú: "Tienes toda la razón. Yo me lo pregunto todos los días". Me mandó también una foto en blanco y negro de la Avenida Marítima frente al Cabildo en aquellos tiempos. Hay un chico joven con una caña de pescar sentado en el muro y tras él unos cuantos más. Me dio un sentimiento...
ResponderEliminarEl mar, ¿qué mar?,
ResponderEliminar- Es eso azul a lo lejos
detrás de la charca y la cruz
más allá de la carretera
donde está el barco blanco amarillo y azúl
después del blanco y rojo.
Ves un muro con farolas
pues detrás está el mar
y debajo rompen las olas
antes por ese muro
paseaba la gente
veías el mar, el rompiente
los barcos, la carga,
podías pescar en la punta del muelle.
Ahora para verlo de cerca
como en las fotos de Miguel Bravo
tienes que tener imaginación,
un yate, o patear bien lejano.
No lo podrías haber descrito mejor, Alejandro. Y lo malo es que nosotros, los que ya tenemos una edad, recordamos muy bien ese antes en que veíamos el mar, el rompiente, los barcos, la carga, los pescadores... "y el leve chapoteo del agua verdinosa
ResponderEliminarlamiendo los sillares del malecón dormido" (otra vez, Tomás Morales)
Gracias Isabel. Yo recuerdo esos paseos por lo alto de la escollera con mi padre. Y cuando las parejas iban a enamorar en los bancos que tenía.
ResponderEliminarYo recuerdo, Alejandro, despedir a mis tíos y primo que se iban a Venezuela y todo el mundo tirando serpentinas desde la cubierta de barcos enormes (o por lo menos así me lo parecían) Y sí, muchos paseos romanticones hice por esa escollera con mi novio...
ResponderEliminaryo por desgracia he vivido una ciudad cerrada al mar. En beneficio de que? del puerto como dicen q lo hicieron a la izquierda, en la direccion opuesta al resto de poblaciones de la isla. No ha habido planificacion en la isla, y sólo el buen urbanismo se remonta a los primeras asentamientos urbanos. El puerto hubiera estado por ejemplo en la costa de Añaza , y no hubiera molestado lo más mínimo, sin apenas impacto visual.
ResponderEliminarLo que da la impresión es que lo que se ha hecho ha sido olvidando a la gente. Y muchas veces eso, la buena vida o la vida buena, es lo que hay que primar en las ciudades.
ResponderEliminarAlgún día alguien tendrá que hablar del daño que le ha hecho al desarrollo urbano armónico de la ciudad, la refinería.
ResponderEliminarSí, Melchor, ese es otro factor que ha influido en lo que podía haber sido Santa Cruz. Ruido, contaminación, espacio... ¿Ha merecido la pena?
ResponderEliminarOjalá yo hubiera podido disfrutar del mar salpicando la plaza España...
ResponderEliminarEra un buen espectáculo, Violeta, a veces pacífico, a veces sobrecogedor. Pero siempre hermoso.
ResponderEliminarHola Jane.Si nos han quitado el mar, pero si fuera eso sólo estaría triste pero no cabreado. Ahora nos quitan la Sanidad gratuita, la Educación gratuita,... y lo que es peor las ganas de vivir, y nos quitan también el horizonte de tener esperanza y futuro. Volvemos a ver a los nuestros cogiendo maletas y marchándose. Mi abuelo fue a Cuba, mi padre a Venezuela, y mis hijos a dónde irán?. Los culpables tienen nombre y apellido, unos son de los de aquí, y otros de un poco mas lejos.Hace poco vimos lo que pasó en Italia, y aquí no nos damos por aludidos. Claro es mejor pensar que aquí nadie se tomará la justicia por su mano, pero o mucho me equivoco, pasará.
ResponderEliminarUna autoridad italiana dijo: "No lo comparto, pero lo entiendo". La sensación que tengo es que aquí muchos lo entenderían, y lo que es peor lo compartirían. Un beso Jane.
Sin saber cómo, me he acordado de Benidorm. Me pregunto por qué.
ResponderEliminarMe suena la foto, años 70, cuando fui "lagunero"; recuerdo el momento, la avenida y el mar, el mar y la escollera que paraba las olas, olas que rompían cerca, muy cerca de nosotros. Hoy han desaparecido, la espuma la tapa la tierra del relleno, su fuerza se rompe más allá de mil diques, vacíos o no, que se han empeñado en ponerle al mar.
ResponderEliminarAllí como aquí, aquí como en todos lados; hay nuevos proyectos de llevarse el mar y convertirlo en un artículo de lujo, quieren cargarse kilómetros de avenida para alargar el muelle deportivo, voy a ver si algún "coleguilla" le quita las ruedas a mi coche y le pone aletas o patines.
Lo malo es que hoy es la avenida, ¿y mañana...? se cargarán las playas que son patrimonio de la ciudad y de todos los canarios? En fin, da que pensar.
Un saludo.
Recuerdo cuando pasaba por el puerto de Tenerife hacia Gran Canaria, desde La Palma, años sesenta, aquel barco de la luz permanentemente atracado, los paseos por el muro superior.. Los estudiantes teníamos que quedarnos todo el día en Tenerife esperando la noche para salir. El mar estaba allí, el Juan Sebastian el Cano u otros cruceros eran un entrenimiento obligado del paseo. No habían barreras, el mar a un lado y otro. Ahora prohibiciones, hormigón.....¿y progreso?
ResponderEliminarAtinado comentario el de Jane; yo viví circcunstancialmente en el Santa Cruz de los años 68/69; hice un dilatado período de instrucción en Hoya Fría, razón por la que visitaba cada sábado o domingo esa zona de la capital chicharrera, solazándome con fruición de los nostálgicos paseos por el muelle hasta tocar con mis manos aquella farola del mar que tantas veces había oído cantar con anterioridad a los Huaracheros. Ya no volverá Santa Cruz a abrazar el mar, ese mar testigo de hazañas navales, de periplos transoceánicos de tanto canario emigrante en pos del Dorado.
ResponderEliminarNo hay peor cosa para una ciudad costera que vivir de espaldas al mar que la vio nacer y la meció con amor de madre.
CUANTA VERDAD¡¡¡¡¡ ,NO HE NACIDO AQUÍ ,PERO ESTOY SEGURA DE QUE ESTA ISLA ,HACE MUUUCHOOO AÑOS ATRÁS DEBE HABER SIDO UN PARAÍSO ,AUN HOY ME PARECE UN PARAÍSO,PERO MUCHO MAS BONITO SERIA VER EL MAR ,AHI CERQUITA DE NUESTROS PIES ¡¡¡
ResponderEliminarJuan Pérez Pérez:
ResponderEliminarMe gustaría decirte que la cosa no está tan negra pero a veces hasta los optimistas estamos frustrados.
Ayer vi en el Facebook 2 frases que puso mi amigo Antonio. Una era sobre los que nos gobiernan y otra sobre nosotros, los gobernados. La 1ª decía: "Es curioso que el inglés sea necesario para trabajar de camarero pero no para ser Presidente del Gobierno. O que tengas que aprobar unas oposiciones para trabajar en el Ayuntamiento y el alcalde no tenga ni el Graduado Escolar" ¿Será que ese es el origen de muchos males, que los que nos gobiernan no tengan ni idea ni se hayan preparado para ello? ¿Tendría razón Platón cuando decía que los males no acabarán nunca hasta que haya un gobierno de sabios?
La 2ª es de Noam Chomsky y dice: "La población general no sabe lo que está ocurriendo y ni siquiera sabe que no lo sabe". Da más miedo pero puede movernos a que a ver si de una vez nos enteramos y actuamos para cambiar "lo que está ocurriendo".
En fin, de todas formas, que Dios nos coja confesados...
Loque:
ResponderEliminarEfectivamente, Benidorm, y aquí todo el sur (Las Américas, Los Cristianos...), que da pena verlo lleno de grandes mazacotes de cemento desde la playa hasta la montaña ¿Qué hubiera costado hacer un buen plan de urbanización, con hoteles en plan bungalows, zonas verdes, buen gusto... como en otros sitios de la isla? Y ahora con el nuevo plan de costas, a pegarse al mar más todavía. Si te digo yo...
José Gerardo:
ResponderEliminarMuchas veces las olas bravas que rompían en la escollera nos dejaban la cara y el pelo goteando, pero nos gustaba el contacto con el agua, era algo nuestro, formaba parte de los paseos de domingo cuando, con mis padres, íbamos desde mi casa hasta la punta del muelle (con parada obligatoria en Los Paragüitas mirando también al mar). Eso sí que eran pequeños lujos gratuitos, compartidos por todos.
Todavía hay sitios así en la isla, pero no digo nombres no sea que me los estropeen también.
Un saludo.
Anónimo:
ResponderEliminarLo de las barreras y las prohibiciones las pusieron (según me dijeron)porque robaban las mercancías del muelle ¿No hubiera sido mejor poner más vigilancia, guardarlas en almacenes o contenedores, o que sus propietarios las recogieran directamente de los barcos? Yo también tengo recuerdo de hermosos barcos y cruceros de hace 50 años: el "Surriento" y el "Marqués de Comillas", el "Santa María" (que secuestraron) y su gemelo el "Veracruz", la línea C, "Bianca C" y "Franca C", y tantos y tantos que nos despertaban la imaginación y que nos hablaban de países lejanos.
No sé si ha sido un progreso para Tenerife, pero qué quieres que te diga, yo lo veo más como una estafa.
Anónimo:
ResponderEliminarEsa zona en aquellos 60 era el paseo obligado, todo el mundo se veía o por el muelle o por la Avenida de Anaga. Fíjate que la farola del mar está allí desde 1863, con todas las intermitencias ya sabidas, que si la quito, la vuelvo a poner, la vuelvo a guardar y, al final, por lo menos, ahí está, recordándonos que allí llegó el mar hasta 1950 y pico. No en vano "esta noche no alumbra la farola del mar" es tan conocida por los turistas como el "que viva España". A mí particularmente me gusta más otra de Manuel Perdomo Alfonso, "La vieja farola", que cantaba "Añoranza" y que dice:
Esta vieja farola del mar
que en el puerto canario alumbró
guarda todo un pasado ritual
del patache y del paquebot...
El estribillo dice:
Isla tinerfeña, drago y caracola,
balcón de esmeralda y de sal,
atlántica posada cordial
que a todas las naves guardó.
Aires de parranda al marino canta
la vieja farola del mar
porque el puerto siempre es hogar,
porque el puerto siempre es amor.
Esa es la Santa Cruz que yo recuerdo con cariño, la que abrazaba el mar, se desconsolaba cuando se llevaban la farola y se emocionaba con canciones dedicadas al mar.
Analía Elizabeth Peiretti:
ResponderEliminarTiene mucho de paraíso, es verdad. Hoy mismo vengo del sur, de estar en una playa cuidada, de arena negra, como son muchas de aquí: brisa, agua clara, descanso al sol. Una delicia. Pero los malditos especuladores pueden transformar el paraíso en infierno sin que nos demos cuenta. Así que hay que estar ojo avizor y protestar bien alto si pasa algo así.
Bajabas por Castillo,antes de llegar a la Candelaria,un agradable olor inundanba tus sentidos.Olor a mar,a pescado,a imaginables y mùltiples aventuras marinas soñadas-màs tarde conseguidas por alguno-as.-Brisa marina,gotitas de Ocèano en tu rostro,al pisar las inmediaciones de la plaza España.Helados California,carritos,gaviotas sobre Los Caìdos.Es posible,que nos hayan Robado el Mar.Pero lo que no nos han podido rapiñear,esos...;lo que no nos van a poder commutar,por sus afanes de protagonismo de grandeza de àvida codicia,esos....Son nuestros recuerdos,nuestras vivencias.Buena tarde de martes para todos-as.Cs
ResponderEliminarFrancisco, esas son también mis vivencias, desde muy pequeña ¿Te acuerdas del viejito y la viejita, de los azulejos de Nitrato de Sal y del negrito de la Óptica El Negrito? Y luego, a ver barcos y a imaginar y a hacer cuentos con lo visto. Tienes razón, nadie nos lo puede quitar. Buena tarde también para ti (hoy, de miércoles)
ResponderEliminarSanta Cruz era una ciudad elegante y con una gran personalidad de regusto antillano...Hoy es una ciudad fea y gris (y como chicharrero me duele muchísimo tener que escribir esto...)
ResponderEliminarSí, Carlos, no hay nada que duela más que ver estropearse lo que se quiere. Todavía tiene rincones de ese pasado, pero se están esforzando mucho para que desaparezcan...
ResponderEliminarEl afán de querer convertirla en una ciudad cosmopolita, que se parezca a otras muchas de las consideradas ciudades modernas y con el consiguiente peligro de despersonalizarla, debe ser una de las razones que han llevado a los políticos que hemos ido "sufriendo", a lo largo de décadas, a tales despropósitos. Si añadimos los (me temo) ocultos intereses personales y partidistas, está bastante explicado lo que vamos viendo. Aunque disiento de que la ciudad sea tan fea y gris como dice Carlos Filpes, porque, por fortuna, aún conservamos lugares hermosos y no todo se ha deteriorado tanto como ese litoral que nunca debimos dejar que desapareciera. Reconozcamos que los chicharreros no hemos sido, ni somos, tan combativos como otros que nos quedan muy cerca... A lo mejor, si lo hubiéramos sido, la situación sería bien distinta.
ResponderEliminarSi hay alguien que conozca bien nuestra ciudad y se la haya pateado a conciencia, valorándola, fotografiándola y comentando sus bellezas y sus adefesios, eres tú, Chari. Por eso, me alegra oírte decir que permanecen lugares hermosos. Ojalá que no desaparezcan. A luchar por ello.
ResponderEliminarAish!!! De todo lo que han comentado me quedo con el olor a mar...
ResponderEliminarA veces cierras los ojos en cualquier sitio de Santa Cruz y todavía lo sientes. Me acuerdo de un artículo que publicó Juan Cruz hace unos años en el que narra su momento de sorpresa y maravilla cuando cerca de la Cruz del Señor, de repente, sintió olor a mar. A veces pasa y nos recuerda quiénes fuimos.
ResponderEliminarVerdad. Creimos q era el progreso el q nos puso esa barrera de edificios frente al mar. Luego pensamos q era la economía de nuestro puerto...Y así sin darnos tiempo a pensar perdimos nuestro balcón al mar, nuestros paseos por el muelle para ver los barcos, recibir o despedir a los familiares q tenían q emigrar o simplemente pasar la tarde de los domingos frente al mar pensando en sitios lejanos. Ahora q me los recuerda los añoro con nostalgia. Durante muchos años lo 1° q leía en el períodico era "El puerto es lo 1°" de Luis Álvarez Cruz . Creo q se llamaba así.
ResponderEliminarCreo que todos lo leíamos, Carmen Delia. Luis Álvarez Cruz en "Isla" tiene también muchos poemas del mar:
ResponderEliminar"Te miro y me diluyo, ¡oh, mar!, en tu latido,
lo mismo que un islote vagamente perdido
en un punto cualquiera del mapa del azar.
Yo soy como una isla ánonima y varada
en una encrucijada
en la que canta, y canta, y canta, y canta el mar."
Cuando vivía en Madrid, siempre miraba a la lejanía esperando ver el mar. Así nos sentimos los canarios.
Me acuerdo cuando me dio la tosferina y Pisaca mi medico, me mandaba al muro del Cabildo todas las tardes para coger el aire del mar. Donde iriamos ahora?
ResponderEliminarMarta, ¡también Don Agustín Pisaca fue mi médico de pequeña! Era un gran médico y un enamorado de los efectos beneficiosos del aire libre y de la brisa marina. Sé que un verano nos fuimos al campo huyendo de los calores gracias a sus recomendaciones. Y a él también le debo los veraneos en Bajamar. Ahora, si viera Santa Cruz, se echaría a llorar.
ResponderEliminarEstimados-as.Predominan en la acertada tertulia la participacion femenina,eso es bueno.Me uno y corroboro todos y cada uno de sus comentarios.Yo tambièn he de entonar el Mea Culpa.Mas una reflexiòn,algo pasada de fecha,hubiese servido de algo oponerse en su momento a dicho expolio.Recuerden,el caso reciente del Chovito,el de Granadilla.¿No habrìa pasado lo mismo?Sòlo un pueblo ha demostrado que la unìòn hace la fuerza,el Herreño.Y no es una contradicciòn el decir esto.Es que el Hierro,es algo màs pequeño y la masa destaca màs.Y que allì,no primaban tanto los intereses particulares de unos pocos.Buena noche para todos-as.Cs
ResponderEliminarNo creas, Francisco. Vistas en el blog todas las participaciones (las directas y las indirectas) han participado 12 mujeres y 13 hombres. La cosa va empatada.
ResponderEliminarY tienes toda la razón, ya lo dijo Charo más arriba. Nos hemos dejado hacer lo que han querido, lo último con ese túnel de la avenida de Anaga y la destrucción de laureles centenarios. Y así nos va...
Buenas noches para ti también.
Los avances del progreso, las mejoras del tiempo, la civilización... bla, bla, bla... Gracias a ellos vamos avanzando, «¿mejorando?» ¡ya veremos!
ResponderEliminarEl progreso es como un cuchillo, puede hacer el bien o puede hacer el mal. Lo que es cierto es que ya no somos tan amantes del progreso como antes. Por algo será.
ResponderEliminar¡Qué razón tienes! Pero no ha sido sólo en Tenerife... Avanzamos "para atrás" y de espaldas a la naturaleza...
ResponderEliminarwww.sobrevolandoloscuarenta.blogspot.com
Lola, yo, que soy una optimista, pienso que todavía hay esperanza. El sábado que fui de paseo por las cumbres de la isla viendo un paisaje maravilloso me dije, igual que Mafalda, que los hombres tendrán que hacer mucho para estropear tanta belleza.
ResponderEliminarEfectivamente,el ciudadano chicharrero ha quedado solaménte para pagar impuestos, el puerto parece un bunker, solo le falta poner soldados armados, antes podias ir paseándo por la pasarela hasta el final del muelle sur, ya esta bién de tanta prohibición y no me vale aquello de "por seguridad" que tienen a la Guardia Civil y los Seguritas.
ResponderEliminarViendo todos los comentarios desde pricipio al fin de este Bloger,quiero contribuir con mi granito de arena.Pude disfrutar de todo lo bello de la Isla desde finales de los años treinta a pricipios de los seseta cuando tuve que dejar la Isla por cuestiones familiares,Desde los Llanos hasta Sn Andres y cuando veo todos esos cambios que a sufrido toda la parte del muelle y de los barrios como los Lanos el Cabo el Toscal Sn Andres y pare Ud de contar,la verdad que a igual que a Uds la tristesa me embarga,vienen a mi mente recuerdos cuandotrabajaba en el Casino ver el mar en toda sy estencion y el sabroso olor a salitre,el Bar atlantico los Paraguitas,cuantos de nosotros no habremos conincidido en estos lugares sin conocernos,o saborear un sabroso elado en la eladeria que estaba al lado del Atlantico,me llevaria paginas contar todo ese bello pasado que ungrupo de inteligentes arquitectos e Ingenieros borraron de nuestra vista mas no de nuestra mente en la cual continuara de por vida....Un cordialsaludo para todos
ResponderEliminarSalva tu Playa. Apoya y podrás defenderla mañana.
ResponderEliminarhttp://www.change.org/es/peticiones/gobierno-de-canarias-autoridad-portuaria-cabildo-insular-ayuntamiento-s-c-tenerife-salva-tu-playa-de-ruidos-deterioro-medio-ambiental-y-abusos
http://www.tuisla.tk
Ahí dejo el enlace, aunque no sé por qué no me sale en azul.
ResponderEliminarHoy, buscando desesperadamente una antigua fotografía de la muralla del Toscal que, en algún momento llegué a ver en la Red y ahora no localizo, he arribado a tu blog y no he podido por menos que quedarme porque... me ha tocado el corazón.
ResponderEliminarMiguel Ángel, bienvenido al blog y muchas gracias.
ResponderEliminarMe encantaría también ver alguna fotografía antigua de la muralla del Toscal. También forma parte de mis vivencias. Mi padre tenía el despacho (era aparejador) enfrente y muchas tardes iba yo allí a estudiar al lado de aquellos grandes ventanales desde donde se veía el mar allí cerquita. Hoy simplemente no se vería.
Creo que tú y yo tenemos experiencias comunes que, por lo menos, nadie nos puede quitar.
¿ Quién nos ha robado el mar? Nadie, el mar está ahí. No se ha movido somos nosotros los que nos hemos adentrado en sus aguas.
ResponderEliminarEl litoral de Santa Cruz de Tenerife era un "fiasco", playas de grava, cantos rodados, rocas cubiertas de "cortadillos", y algunas gotas de arena negra. Desde la conquista se luchó por tener un puertos con sus diques y sus muelles y hasta 1847, no dimos con la "tecla" necesaria para ello. La refinería comenzó a perfumar el ambiente por los años 30, La Avd. Marítima era el resultado de los rellenos, al igual que la Av. de Francisco La Roche (Anaga). Si veíamos los buques de la emigración es por que existía ya el dique - muelle del Sur ¿ Recuerdan cuando fallaba el "emisario" frente a la Plaza de España y llenaba el agua en la que pescaba el niño de la foto, de porquerías? El puerto nació junto al mar y el barrio de La Laguna, luego Villa y más tarde Ciudad creció por dos razones los intereses económicos de los militares y el trabajo de los extranjeros que asentaron sus empresas en el barrio de pescadores y marineros que la mar dejó aquí (Torriani). Nostalgia de Casa Jorge, con sus sargos, calamares asados y papas arrugadas y de entrante camarones bien cocinados.
Si Santa Cruz de Tenerife llega a contar con un buen litoral hoy estaríamos hablando inglés. Esa es la única verdad.
Tienes razón, pero es verdad que hay grandes puertos en el mundo que han crecido por los mismos intereses económicos o estratégicos, y sin embargo, sus habitantes tienen acceso por lo menos a acercarse a contemplarlo. No tienen murallas de edificios, ni dársenas enormes llenas de contenedores vacíos ni prohibiciones expresas para ver partir los barcos.
ResponderEliminarNostalgia también de "La Caseta de madera"...
Yo también lo quisiera saber.
ResponderEliminarYo también me lo pregunto ,
ResponderEliminarMe pega, Carmen Paz y Marisol, que hay un montón de peces gordos "nadando en nuestro mar"...
ResponderEliminar¡¡ No te quepa la menor duda !!
EliminarGenial! ¿Cómo puede quedar impune este atropello? Esa Plaza de España, esa avenida mirando al mar, la farola del mar, el barco de la luz, las playitas por todo el litoral. Todo transformado en una masa de cemento y gruas. Todos esos que se han hecho ricos. o mas ricos contra este crimen paisajístico son los que nos han robado las playas.
ResponderEliminarNos lo fueron quitando poco a poco, sin casi darnos cuenta. Arreglaban la vía a San Andrés y de paso se merendaban kilómetros de litoral; urbanizaban Cabo-Llanos y, zas, desaparecían de repente playitas y calas; un día fuimos a asomarnos a la Avenida Marítima y de marítima no tenía nada... Y ahora a llorar y a lamentarnos. Me temo que ya es tarde.
EliminarEs buenísimo tu escrito.-¿ por qué no lo publicas en prensa?.
EliminarMuchas gracias, Ana. Pienso que muchos alguna vez hemos pensado lo mismo: ¿Dónde está el mar de mi niñez?
EliminarNo lo publico en prensa porque, por una parte, pienso que poco se puede hacer. No nos van a devolver aquello que tuvimos.
Por otra parte, esto es lo que he elegido hacer: un blog en que podamos dialogar y ver distintas o más completas opiniones sobre un tema que nos atañe. Me siento más cómoda con esta manera de comunicarme con los demás.
De todas formas, sí que creo también que hay mayor conciencia para no admitir más atropellos. La gente se moviliza más que en otros tiempos ¡Ojalá eso impida que estropeen más la isla!
¿Que quién nos ha robado el mar?! ¡Pues, los ladrones!
ResponderEliminarDe eso no cabe duda, Toni. Pero ¿y los nombres? Me da que estos "ladrones" no son de los que están en la cárcel...
EliminarEsos sinvergüenzas, en lo que atañe a Sta. Cruz, estuvieron gobernando el ayto. en los años 50, hicieron planes de reajuste de la malla urbana que alcanzaron la culminación en el plan de urbanización de 1957 y el plan especial de la avda. Marítima y cuyo hijo menor es el PGOU de los 90. Pura carrera especulativa y negocio de constructores.
EliminarTienes razón, Toni. Estremece pensar en el tejemaneje entre poderes políticos y económicos durante tantos años. Y más todavía si concluimos que a los responsables nunca en la vida se les pidió cuentas ¡Y ahí nos quedó eso!
EliminarLo mismo nos pasó con San Marcos.
EliminarY con Las Américas, con todos esos mazacotes de ladrillo volcados sobre el mar; y casi casi con las Teresitas... ¡Hay que estar ojo avizor!
EliminarDesde luego, nada que ver la "estampa" de la Plaza de España de la fotografía con la actual, entonces teníamos una plaza...
ResponderEliminarDesde luego, Carmen Paz ¿A quién se le ocurriría? Yo iba a jugar a la Plaza de España. Corríamos entre las piernas de los guerreros, nos sentábamos en los bancos de piedra, cálidos por el sol del mediodía, a comernos las chucherías que comprábamos en el carrito, nos acercábamos a ver las olas saltando... Incluso subimos unas cuantas veces en ascensor a la torre a ver Santa Cruz desde arriba ¿Por qué transformarlo todo en un charco?
EliminarTienes toda la razón Isabel, no siempre las obras sirven para mejorar las cosas, me gustaba mucho más como era.
EliminarYo también jugaba entre las piernas de los guerreros y pasábamos jugando por la zona mucho tiempo.
Una verdadera pena!
Hay tantas cosas que han cambiado para peor ("A peor la mejoría", que se dice): la vieja iglesia de Los Sauces de tejado y estilo canario por otra "más moderna"; las cocinas de antes de toda la vida por las de formica; el templete de la antigua Plaza del Cristo por unas esculturas oxidadas... Menos mal que ha habido otros cambios para mejor, no vamos a ponernos demasiado pesimistas.
EliminarTienes que ver "el cubo" de la Plaza de Weyler, francamente no pega nada con esa plaza tan bonita y clásica, esa maravillosa fuente y justo enfrente el cubo de colorines.
EliminarNo lo he visto, no bajo mucho a Santa Cruz sino a tiro hecho. Y la verdad es que un pegote en una de las plazas más bonitas de la ciudad es una pena. Me fijaré cuando baje.
EliminarPues como casi todo lo demás que nos han robado, ha sido CC.
ResponderEliminarPues sí, Ana. Junto con todo el poder económico que hay detrás. Por lo obvio, no es un caso para Sherlock Holmes.
EliminarMi padre decía que lo que se le roba al mar este lo recupera... Tal vez un día volverán las aguas a salpicarnos cuando el oleaje se adueñe de lo que era suyo
ResponderEliminarDifícil lo veo, Alejandrina. ¿Un maremoto, tal vez, que borre tanto engendro de cemento?
Eliminar