Me dice mi hija, que de blogs y de marketing sabe mucho, que yo, en lugar de ser tan dispersa en este blog y de hablar de lo primero que se me ocurre, debería tener un tema-estrella, como hacen muchas blogueras de pro que hablan solo, por ejemplo, de recetas de bacalao, o solo de consejos para estar divinas de la muerte, o solo de literatura fantástica, como hace ella... A eso se le llama "tener un nicho" -que no me digan que no es un nombrecito con mal fario- y es la manera de convocar a millones de seguidores.
Aparte de que lo de los millones de seguidores no es algo que me haga especialmente ilusión (¿se imaginan el trabajazo contestando a todos?), le tengo que dar la razón en que es verdad que hablo de lo que me da la gana. Que si las bodas, que si los bikinis, que si protesto por la burocracia y por los muros, que si cuento batallitas, que si recomiendo un libro, que si le escribo a Mark Zuckerberg... ¡Hasta inventé una venganza de la reina Isabel I de Inglaterra a España por un desaire de Felipe II! Y por supuesto, han caído aquí también algunos de los filósofos que me han acompañado casi toda la vida ¿Habrá algún tema-estrella entre tanto batiburrillo? ¿Algo que una los diferentes rollitos que, semana tras semana, desde hace 9 años les endilgo? Leyéndolos, me da que tal vez lo común a todos ellos es la buena vida.
Y es que yo debo ser especialista en darme la buena vida porque me lo dicen todos. Me lo dicen mis hijos cuando los llamo al trabajo mientras estoy tomando un aperitivo o paseando por esas cumbres: "¡Hala, uno aquí trabajando y tú viviendo la buena vida...!". Me lo dicen mis amigas del colegio, cuando les digo que proyecto un viajito o que me voy, como esta semana, al sur a relajarme, ooooommmm: "¡No paras! ¡Tú sí que te das la buena vida!". Me lo dicen los amigos de los viernes cuando les cuento que me fui de fiesta de pijama con las anteriores: "¡No se pegan ustedes una buena vida ni nada!". Me lo dice hasta mi marido cuando ve que algunas mañanas me hago una siesta pos-desayuno y me tumbo a leer un ratito (también lo hacía Descartes, oye): "¡Eso sí que es buena vida!".
¿Lo es? Hojeo un "Hola", que se supone que habla de gente que vive una buena vida y me encuentro... Bueno, me encuentro de entrada con 3 faltas de ortografía en la misma página: "En la parcela hay un arrollo...", "El distanciamiento de la pareja se empezó a hacerse evidente...", "Un política esta..." (ya el "Hola" no es lo que era). Pero, aparte de estos deslices, veo que Beyoncé se acaba de comprar una mansión con 4 piscinas, helipuerto y ¡cristales antibalas!, que Neymar da gracias al Señor porque ni en sus mejores sueños imaginó que su fichaje (222 millones de euros) fuera el más caro de la historia del fútbol, que el vestido de Happy Birthday de Marilyn Monroe se vendió por 4,2 millones (que yo hay días que no los gano)... ¿Será el dinero la buena vida? Pero luego me entero de que Selena Gómez estuvo 90 días de retiro espiritual para curarse la depre ¡y sin teléfono, horror, dónde se ha visto eso! Y que hay muchos que se divorcian, o se enferman ("Jesulín, al límite, se desmorona en la plaza", es un titular), o se mueren (la familia real británica siempre carga en la maleta con ropas de luto por si las moscas). Me da que los millones no son la respuesta correcta a qué es la buena vida.
De tan edificante lectura, me paso, tumbada en la hamaca frente al mar, a releer la "Ética para Amador" de Fernando Savater, una voz más autorizada, dónde va a parar (y sin faltas de ortografía), que nos habla de la buena vida de verdad.
La buena vida, dice Savater, es un arte que cada cual se inventa a su medida. No es elegir algo por capricho (como Esaú cuando cambió su derecho de primogenitura por un plato de lentejas), ni elegir cosas por encima de las personas, como algunos ricachones que presumen de yate en el "Hola". Es elegir libremente lo que queremos, comprender lo que nos conviene y lo que no, disfrutar en cuerpo y alma. "Hay que retener con todas nuestras uñas y dientes el uso de los placeres de la vida, que los años nos quitan de entre las manos unos después de otros" (Montaigne). Y además la buena vida no es solitaria, sino humana, una vida de complicidad con los demás, teniendo intereses que nos pongan en relación con los otros (eso es lo que significa "interés", inter esse, lo que está entre varios). El resultado de tener una buena vida es la alegría, "un sí espontáneo a la vida que nos brota de dentro".
Al final pienso que sí, que algo de todo eso, que va más allá de un pequeño disfrute o de que sea verano, hay en mi blog ("Bien predica quien bien vive"): el amor de los que me quieren, las aficiones, los valores que defiendo, la curiosidad, el humor que termina salvándonos siempre de todo resentimiento, los pequeños placeres, el aprendizaje de vivir sin recetas ni prospectos, el compartir historias y vivencias con ustedes... Mi tema-estrella, el nexo común de lo que escribo: la buena vida.
Buenos días Jane: estoy totalmente de acuerdo contigo. Por favor no sigas en este caso el consejo de tu hija Ana, (me gusta mucho su blog).
ResponderEliminarHaces interesantes y amenos todos los temas que expones .
Para mí leer tu página los lunes por la mañana es un "momento de buena vida".
Un abrazo muy cariñoso.
Muchísimas gracias, Rosa María.
EliminarCreo que con el post de hoy me estoy curando en salud con mi hija. Por un lado, seguiré hablando de cualquier cosa que me apetezca comentar (la vida es tan compleja y tan entretenida que ceñirse a una sola cosa sería mortalmente aburrido). Pero, al mismo tiempo, todos los temas se engloban y forman parte de la buena vida, con lo cual sigo su consejo de tratar un tema-estrella :-D
Otro abrazo para ti. Es un privilegio compartir contigo los lunes por la mañana un momento de buena vida.
Me gusta mucho la defición de Savater de la buena vida. Para mí es disfrutar de los pequeños placeres, de los instantes felices, como ese aperitivo en buena compañía, o ese descubrir un pedacito de jardín entre dos edificios, en la ciudad, o ese levantar la vista y encontrarte con una pequeña maravilla... En estas fechas, mi buena vida es bañarme en el mar y secarme al sol; me siento millonaria a orillas del mar. Besos.
ResponderEliminarY es que, Mónica, para tener una buena vida no hace falta para nada tener riquezas o un yate esperándote en el pantalán. Por eso nunca compro lotería ¿para qué si no me hace falta? Ya tengo lo que quiero.
EliminarEl librito de Savater, releído muchas veces y usado en clase (ya sabes que es un libro pensado para los alumnos de Ética de bachillerato) es una joyita de libro. Claro, ameno, con su toque de humor y de sabiduría ... Un libro filosófico que podemos leer hasta en la cama, cosa que no haría ni loca con "La fenomenología del Espíritu" de Hegel.
Sigue disfrutando de la buena vida, hecha a la medida por ti y para ti. Es la mejor.
Besos.
Hola Jane.Para mí, la buena vida es poder estar haciendo algo que te gusta, o estar sin hacer nada dejando libre la imaginación (sin estar pendiente de hijos, quehaceres diarios u obligaciones), o también poder estar rodeado de gente que quieres y "echar unas risas". Ya sé que es pedir mucho pero la mayoría de las veces "me conformo" con cualquiera de las opciones. Un beso Jane. Juan.
ResponderEliminarPD. Pasé unos días de descanso en Los Sauces y tuve días de "buena vida". Lo único negativo es que la gente se va marchando poco a poco y encuentras demasiadas casas vacías. No se oyen niños, ni radios...En fin, tiene toda la pinta de que en pocos años será un pueblo con mucha menos gente. Una verdadera pena.
No es mucho pedir, me parece a mí, Juan. Son las cosas sencillas y gratas las que nos gustan y tendríamos que guardar. En el libro del que hablo, Savater pone el ejemplo del "Ciudadano Kane", que consiguió a lo largo de su vida dinero, poder, influencia, servidumbre..., pero murió pronunciando el nombre de su trineo de cuando era pequeño, un solo momento en su vida en que fue feliz y querido. Saber lo que queremos ya es bastante.
EliminarEspero que lo de Los Sauces no sea así. Que sigan, por lo menos todos los agostos, llegando los sauceros, se pongan las alpargatas y las bermudas y digan, como tú me dijiste a mí hace 4 años: "Esto es Los Sauces, aquí la vida va con calma". Es un lugar especial.
Un abrazo grande y a seguir disfrutando de la buena vida.
He disfrutado mucho leyendo tu escrito,Isabel, el cual ha dado un plus de alegría a la mañana.
ResponderEliminarDesde hace unos dias, está rondando por mi cabeza la idea de ir caminando por las montañas, solo, desde Roma a Santiago.
Estoy buscando en Internet las veredas a seguir y los monasterios, conventos y albergues donde quedarme.
Seguro que me pasará de todo, cargando con una mochila, dos calzoncillos y tres camisetas, ampollas en los pies, dolorido el cuerpo, lluvia, nieve, sol, con el corazón así de grande...
Y me/te pregunto: ¿ Eso es buena vida ?
Un beso y sigue alegrándome las mañanas.
El caso es fijarte bien en las circunstancias y luego preguntártelo a ti mismo: ¿Es lo que verdaderamente quiero hacer? ¿No tengo ninguna imposición que me obligue a pegarme esa caminata? ¿Soy libre de hacerlo a pesar de las ampollas, la lluvia, las molestias...? Sí te respondes que eso es lo que quieres, adelante. Por las fotos de otras veces, parece que las penas del Camino y la llegada a Santiago te han proporcionado alegría de la buena ¿Por qué no volver a buscarla? Cada uno se hace una buena vida a su medida.
EliminarSea lo que decidas, estaremos pendientes y acompañándote virtualmente, que siempre es una manera de estar contigo. Y a disfrutar.
Un beso. Y muchas gracias por tus palabras.
Afortunadamente tú no tienes un " nicho", sino un hermoso "nido" al que acudimos tus seguidores a guarecernos a ratitos... Gracias, preciosa.
ResponderEliminarMucho mejor un nido, Elena, un sitio calentito (o fresquito en estos días) en donde podamos tomarnos un café y rosquetitos mientras alegamos de todo lo que nos venga en gana ¿A quién se le habrá ocurrido lo del "nicho"?
EliminarGracias a ti por estar ahí.
Espléndido como siempre! Y en la variedad está el gusto. No cambies. Un abrazo.
ResponderEliminarPor supuesto, Bego, imagínate hablando todos los lunes del bacalao. Y mira que me gusta y que hay miles de recetas buenísimas, pero después de los 10 primeros creo que la cosa se volvería un poco cansina ¿no?
EliminarUn abrazo grande y gracias.
Mi querida amiga, hay que separar dos cosas ",buena" y "vida". Para nosotros la vida de por sí tiene que ser buena, de lo contrario no es vida (tolérame estas tonterias, ahora estoy metido en los problemas de la bioética y me toca hablar con los alumnos residentes, de la ética al final de la vida. Y el tema empieza por definir la vida)
ResponderEliminarLo de buena, tiene sus inconvenientes y matices, sobre todo relativistas, pero te acepto el discurso, porque entonces buena vida habria que entenderlo como el "no va más".
Un beso
El caso, José Antonio, es que de alguna manera tenemos que diferenciarla de "la mala vida", aquella que no es humana y que consiste más en poseer que en ser. Pero sí, una vida así ni es vida ni ná. Leí una vez que la maldad nos ensucia a todos pero que la bondad individual puede rescatarnos.
EliminarMe encanta que estés (que sigas) metido en "los problemas de la bioética" y lidiando con el bien y el mal, ahora que el primero está tan de capa caída que hasta han inventando el sustantivo peyorativo "buenismo". Estoy segura de que estás dando, como siempre ha sido, unas clases interesantes.
Un beso y gracias por estar cerquita.
¡¡¡Ayyyy qué me encanta leerte siempre!!! ¡¡¡Un besito muy muy grande!!! ������
ResponderEliminarY a mí me encanta que estés ahí, Nievitas. Un abrazote y a seguir disfrutando de la buena vida, como tú sabes hacerlo.
EliminarMe encantó "la buena vida". Un abrazo, Isabel..
ResponderEliminarPues a fijarse bien y a elegir una buena vida propia que nos dé alegría de la mejor.
EliminarUn abrazo, Carmen Paz.
Hola Isa: Aunque no contestemos a tus escritos, no quiere decir que no los leamos, aunque tampoco te vamos a engañar, no todos los leemos. Pero guardados los tenemos.
ResponderEliminarSolo decirte que los temas elegidos en su mayoría , nos han hecho recapacitar en unos, en otros reírnos, en otros quizás, entristecernos ( por motivos a veces, hacerlos propios, y por motivos de salud y el resto por diversas causas).
Por ello te damos las gracias , por poder disfrutar de los mismos. Y nunca dejes de ser "TU", digan y opinen lo que opinen los demás," AHÍ" esta tu éxito, y tu personalidad. (Aunque creo que este comentario sobra, pues con tu saber y experiencia es suficiente).
Nos acordamos de lo mucho que disfrutamos de aquel viaje, de hace unos años del INSERSO, del cual tuvimos el honor de poder disfrutar de tu compañía.
Un fuerte abrazo.
Jajaja, no se preocupen, no es una obligación, igual que tampoco lo es para mí. Me alegro de que lo hagan de vez en cuando y que no perdamos el contacto.
EliminarGracias por los consejos, que nunca están de más.
Es verdad que fue un bonito viaje. A ver si tenemos suerte y volvemos a coincidir. Los buenos compañeros alegran el camino.
Un abrazo grande para los dos.
Jajaja, están buenos tus amigos de los viernes para decirte q te pegas la buena vida; los pobres, no salen de casa, me dan mucha pena. Yo los animo a veces a que se den aunque sea una vueltita hasta la plaza de El Cristo, pero me dicen que a ver, que igual se animan el mes que viene... ��
ResponderEliminarSí, a sus hijos y a los nuestros siempre les da pena de nosotros, tan encerrados. Hasta pálidos se nos ve últimamente...
EliminarEn honor a la verdad ellos nos ganan. Cada vez que hablamos de ir a un nuevo restaurante, ellos ya lo han conocido antes. Igual se están entrenando para gourmets...
A mí me encanta así ¡¡Gracias por tus ratitos de buena vida!!
ResponderEliminarNo te preocupes que no voy a dejar de alegar de lo divino y lo humano. Luego digo que en realidad estoy hablando de la buena vida y santas pascuas.
EliminarGracias a ti por ser tan fiel. Me alegré un montón de conocerte el jueves pasado, casi 9 años sin desvirtualizarnos.
Un abrazo, Esther.
¿Un tema estrella? Noooo, me gusta que me sorprendas cada lunes. Para mi, la buena vida es apreciar, alegrarme, disfrutar de lo que tengo sin echar en falta ni desear lo que no tengo. Muy bueno amiga, como siempre. Un abrazo.
ResponderEliminarEsa no es solamente la buena vida sino el secreto de la felicidad. Por eso transmites tanta paz y placidez ¡Qué bueno tenerte cerca!
EliminarMuchas gracias, y un abrazo, mi amiga.
Isa, sigue, que tus seguidores te apoyamos. Es bien sabido que lo que más se disfruta es lo que nos cae cerca. Y si no es sabido, debería serlo.
ResponderEliminarSeguro que tu hija Ana lo sabe. Es que ella como es profesional en la materia, tiene otros objetivos. Sus lectores pueden ser infinitos, claro. Y ya lo van siendo, no?
Besos.
Sí, Ana tiene muchos lectores. Nosotros somos más bien amigos que dialogamos, más que seguidores.
EliminarUn abrazo.
La buena vida, querida amiga, es también esperar cada lunes para leerte repochada en el sofá y viajar con tus palabras al lugar del pensamiento y zarandearlo para que no se deje dormir. Gracias por cooperar cada semana a espabilar mis neuronas.
ResponderEliminar¡Qué bonito lo que me has dicho, Cande! Todo profesor, y más los de filosofía, aspira a eso mismo, a espabilar neuronas y a zarandear ideas. Me encanta que algunas de las cosas de las que hemos hablado en este rincón, después de tantos años, te hayan hecho sentir así. Te advierto que a mí me pasa lo mismo. Estos son zarandeos de doble dirección.
EliminarMuchas gracias y un abrazo grande.
Me encanta tu estilo, y cómo, haciendo caso a tu hija (que es muy sabia en esto del marketing online) sigues haciendo lo que te da la gana.
ResponderEliminarA mi me gustan mucho tus entradas, todas me parecen edificantes. Y sí, confieso que me has dado envidia con eso de la siesta post desayuno.
Para mi ahora la buena vida consiste en poder caminar para dentro de poco poder correr, y dejar atrás la quimio, la radio y la madre que los parió a todos. Y poder seguir leyendo tu blog.
¡Besotes!
¡Jajaja, cómo me conoces!
EliminarY la siesta pos-desayuno ya te digo que es una sabia costumbre y que a Descartes se le ocurrió el "pienso, luego existo" precisamente en ese ratito estupendo junto a una estufa, dice. Así que, si mi marido me dice que estoy ahí de gandula, le diré que de eso nada, que estoy filosofando.
Ánimo con la buena vida de ahora. Tengo una amiga que está pasando por lo mismo y es tan valiente como tú. Aparte de que también entra en la buena vida esas palabras que escribes todos los días.
Un abrazo muy fuerte.
Hola,
ResponderEliminarMe ha encantado este post. Su hija también me ha dicho en alguna ocasión lo de dar con mi tema estrella y mi nicho (sí, la palabra se las trae), y aún me cuesta dar con ese tema, pero a base de ir escribiendo imagino que florecerá en algún momento. O no, a saber. Quizás la clave para los temas estrella y los blogs (y los nichos) es la misma que da Savater para la buena vida: que cada cual se lo invente a su medida.
Un saludo,
Óscar.
Yo, después de 452 escritos (¡qué rollo tengo!), creo que sí me lo he hecho a mi medida, Óscar: hablar de todo lo que me apetezca homenajeando la buena vida, aquello que creo que debemos tener como meta. Nada de hacerse mala sangre por que haya gente que piense distinto, nada de molestarnos con quien nos trata de ofender, nada de hacer caso a majaderías... No se trata solo de vivir (que más bien sería sobrevivir) sino de vivir bien, que es lo que nos hace humanos.
EliminarTambién una idea para ti podría ser arrimar el ascua a tu sardina, hablar de lo que te apetece pero adaptándolo a tu "nicho" (feísima la palabra, sí). Por ejemplo, si tu nicho es la literatura fantástica pero te apetece hablar de los carnavales, busca libros de esa línea en la que aparezcan carnavales y relaciona con los que tú vives. Seguro que lo haces muy bien.
Mucha suerte, gracias y un abrazo.
Hola, Jane:
ResponderEliminarAl fin me he puesto al día. Entre serendipias, excursiones al Teide, festines de boda y buenas vidas, me he quedado satisfecha hasta el lunes. Seguro que tu hija es una experta y quizás deberíamos hacerle caso, pero tengo que decirte que lo que me gusta de tu blog es precisamente eso, que hablas de todo, de lo que te rodea, de lo que te gusta (o no) y eso fue una de las cosas que me hizo quedarme. Yo veo un hilo conductor y creo que los que queremos leer historias sobre él (me quedo con el título de buena vida) tendremos nuestro nicho aquí.
Un beso,
DH
Muchísimas gracias, Dorotea, por tus ánimos y por ver ese hilo conductor que yo también creo ver. Y tampoco me apuro mucho, no creas, por lo que me diga Ana, porque escribo para comentar contigo y los demás que dialogamos en él cualquier cosa que nos llame la atención en esta vida a veces tan curiosa y sorprendente ¿Quién quiere tener millones de seguidores como si fuéramos Justin Bieber?
EliminarMe encanta que estés ahí.
Un beso.
Hola Jane:
ResponderEliminarEl otro día , que era un día de playa, había barullo, griterío y sol, mucho sol. Los canarios de hoy en dia, ya sabes a los que me refiero, se hablan a voces, así estén a medio metro. Gesticulan desde la otra barra de un bar, así, nada más llegar, como para captar la atención de todo tranquilo y jubilado feligrés, hasta hacerle saltar la vista de su periódico y, por ende, sacarle de su buena vida hasta ese mismo momento. Pues fue entonces que veo a mi cuñado , quien desde lejos trata de decirme algo . Ante la inutilidad de su intento por hacerse entender y el mío por hacerme oír, me acerco y le digo. "Mira cuñado, entre que la jubilación te llegó ya con poquita voz y que a mí me dejó mermado de oído, he decidido acercarme." Me acercó y hablamos, cómo no, de su reciente jubilación y de la mis,ya no tan reciente. De cómo la gente te pregunta por tu estado, supongo que para hacerte dudar en medio de tanta dicha, y empiezan y acaban con el resabido : tú si que vives bien!". Cansado ya, a pesar del poco tiempo, para mi, transcurrido desde mi paso a la retaguardia feliz, he optado por responder siempre con un escueto : " Yo no me quejo". Lo cual veo que no les deja satisfecho del todo.
Gracias Jean por tu blog loco, en eso se basa su originalidad, y que relata de mil maravillas " tu buena vida". Un saludito y recuerdos al colega. Miguel Feria
Yo tampoco me quejo, Miguel, y el colega creo que menos, con sus palomas, sus guitarreos con los compinches y las juergas a los que le arrastra su mujer.
EliminarYo creo que te preguntan por el estado jubileta, a ver si ven que precisamente nos quejamos, con una mezcla de envidia y de admiración por vernos tan lozanos. Yo siempre contesto cuando me preguntan como estoy: "Como una rosa perfumada Maringá" y santas pascuas. Por cierto que el otro día se lo dije al hijo del dueño de "Casa Pancho" en Playa de la Arena y se me quedó mirando en 33. Le pregunté y me dijo que no le sonaba esa canción. Le dije. "Pregúntale a tu padre", y cuando este vino, se puso a cantar: "Maringá, Maringá, después que tú te fuiste..."
Un abrazo, Miguel.