miércoles, 9 de diciembre de 2009

La loca de la casa



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La imaginación es la loca de la casa y una fuente de historias que nos entretienen la vida. Antes de llegar a Playa de San Juan hay un muro con un graffiti que dice: “Siento mucho lo que hice”. Y, luego, regados por los muros vamos leyendo: “Lo siento”, “Lo siento”, “Oh, Dios mío, lo siento”. Probablemente lo que le hizo, suponemos que un chico a una chica, sean unos cuernos esporádicos, pero cada vez que lo vemos nos inventamos una historia cada vez más truculenta y, a veces, competimos a ver quién se imagina la barrabasada mayor.

También la imaginación es el motor de los sueños. Recuerdo que mi suegro tenía una huertita preciosa, llena de almendros e higueras, en un sitio llamado La Portuguesa, en los altos de Chío. Cada vez que pasábamos por allí en dirección al Teide, íbamos por toda la subida haciéndonos allí una casita de piedra donde iríamos a pasar, decíamos, los fines de semana, las nocheviejas o los cumpleaños. La amueblábamos, cada vez de una manera distinta, le poníamos una, dos o tres habitaciones, plantábamos más árboles, le poníamos un mirador hacia el mar o hacia el Teide… Pero, cuando llegábamos al Teide y parábamos en uno de las cafeterías de la carretera a tomarnos un café, empezábamos a echar la casa abajo y, luego, por toda la bajada de la carretera Dorsal, nos desinflábamos e íbamos “deconstruyéndola”, como se dice ahora, y diciendo “¡Qué va! ¡Quién nos vería los sábados, bolsas de cemento van, bolsas de cemento vienen! ¡Quita, quita! ¡Y tan lejos…!”.

Hoy, en esta tarde de otoño-invierno en que calienta un sol tibio y en la que me tumbo a descansar en el patio, veo a mi nieta contemplando una hoja que, a cierta distancia del árbol, parece que se mueve sola. “¡Es mágica!”, dice embelesada.. Y oigo la vocecita aguda y tajante de mi nieto: “Boba, que no te enteras. Está colgada de una tela de araña y se mueve con el viento”.

Y es que en la vida la imaginación se topa casi siempre con la cruda realidad. Aunque siempre busca un resquicio para seguir soñando. Oyendo a los niños y medio adormecida al sol, se me va el santo al cielo (otro síntoma de “la loca de la casa”) y pienso en el Espíritu Santo, aquella paloma (mensajera, creo) que fue repartiendo dones. Ya puestos, yo me pediría, por ejemplo, tener el don de lenguas para entender a todo el mundo cuando viaje, o el de la ubicuidad para poder estar en misa y repicando.

Un último pensamiento antes de quedarme dormida es que tengo que hablar urgentemente con el Espíritu Santo. 

14 comentarios:

  1. (Hace 4 años)
    Jane, a ver . Lo de la casa lo entiendo pero lo del Espiritu Santo....
    ¿ Crees acaso que te haría idem?. Con la de lios que hay por todos lados,no creo que creyera procedente concederte un minuto de su tiempo, ocupado en descubrir tantos misterios de la política, como por ejemplo,¿ cómo es posible que sigan en sus puestos esos nuestros actuales gobenantes que no dan una , nos meten en mil juicios perdidos y siguen en la poltrona?. Qué vá, no creo que tuviera tiempo para tí...a lo mejor San Antonio u otro santo menos ocupado... o un ánima que ande ociosa.

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  2. Aunque soy de colegio de monjas, mi conocimiento del Espíritu Santo se limita a la imagen de la paloma lanzando lenguas de fuego (los dones) sobre los apóstoles. Ahora me he documentado un poco y resulta que el Espíritu Santo da 7 dones (la inteligencia es uno), 12 frutos, como la paciencia o la castidad, y no sé cuántos carismas. El don de lenguas, por ejemplo, es un carisma. Pero no aparece por ningún lado la ubicuidad. Visto lo cual, haré caso de tus consejos y me buscaré un santo que a nadie le suene (¿San Atanasio de Rebolledo?) o, mejor todavía, alguien más tangible y cercano como Papá Noel o los Reyes Magos

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  3. Hermana: Por si acaso tiene dudas al elegir un santo para manifestarle su devoción y ser premiada con alguno de los altos dones que aún no posee ud., le aconsejo que se encomiende a un casi desconocido miembro de la gloria celestial que no es otro que el obispo San Argimiro de Córdoba. Tiene fama de resolver situaciones económicas complicadas y suele dejar en los fieles que lo veneran una perdurable paz espiritual.
    Amén.

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  4. Jajaja, lo tendré en cuenta, Padre Excursiones. Cada vez que pase por cierto sitio a la altura de la Playa de San Juan, rezaré una jaculatoria a la mayor alabanza de San Argimiro de Córdoba. Gracias por la sugerencia.

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  5. (Hace 4 años)
    Pero Jane, no sabes que el don de la ubicuidad lo tienes en Internet? Así nos va, con tanto jaleo por el mundo como dice Miguel Feria, será que al espíritu santo se le ha enredado alguna pata en un cable de fibra óptica...en fin!

    Para otro post, nos tienes que poner las barrabasadas que os imaginábais...

    Saludos!
    Camino

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  6. Por eso no aparecía en la lista de dones...

    Piensa en todas las barrabasadas que se te pueden ocurrir a ti a partir de esa frase. Hasta podríamos llenar una antología. Por algo llaman a la imaginación "la loca de la casa".

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  7. De casta le viene al galgo!!
    Mi "loca de la casa" la tengo por desgracia bastante controlada...y sólo se me ocurre que la gente se mueve por amor o por desamor (dejamos al dinero de lado...sólo se escribe por dinero en las editoriales)...pero reconozco que cuando se junta mi loca con otra...la mía se crece jejeje.

    Saludos!
    Camino

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  8. En mi casa también nos juntamos varias "locas de la casa". Menos mal que mi marido da siempre el contrapunto realista.
    Un beso.

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  9. observo boquiabierta y bizqueando el progreso neotecnológico al que estás entregada...hasta nos ilustras con las pintadas!
    y yo aquí, todavía peleando con el abies. menos mal que entre col y col me asomo a tus lechugas, disfruto con tu loca y aprendo-me enseñas, como todos estos años, a exprimir la vida

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  10. No bizquees demasiado. Me ayudan los sabios.

    Gracias por tus palabras. Vamos a exprimir la vida juntas.

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  11. ¡Me encanta!
    Cerca de mi casa hay una que pone "La Churra no te olvida" y siempre me pregunto por la tal Churra y su triste histoia...

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  12. Después de eso, Loque, siempre me fijo en los grafitis. Hay cada uno... Tal vez sea la poesía, expresada en muros, de los que no son poetas

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  13. (Hace 4 años)
    Yo creo que da igual el santo que te busques, lo importante es tener a alguien a quien pedir y a veces exigir esos sueños imposibles, que si nos proponemos terminarán siendo una realidad tangible.

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  14. A veces prefiero, Colorín, no tener que pedir a nadie. Empeñarme en un sueño, sí, pero confiando en mí.

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